10 Mayo 2025
En el ex Hospital Militar, ubicado en cercanías de Italia y avenida Estado de Israel, se acumulan autos recogidos de la calle por la Municipalidad capitalina y también productos de secuestro en el marco de las infracciones de tránsito. El depósito, que cada vez tiene más vehículos que se suman a otros que llevan años allí, se encuentra en el mismo espacio donde funciona un centro educativo de una asociación dedicada a la atención de jóvenes con parálisis cerebral, los cuales están en riesgo constante, según denunciaron a LA GACETA vecinos de la zona, alarmados por el peligro de contaminación ambiental y sanitario que puede haber en ese predio, además de los riesgos personales para quienes se acerquen a la chatarra.
En una recorrida de un cronista de LGPlay se pudo comprobar el tamaño del depósito y su crecimiento, puesto que llegaban vehículos trasladados durante la producción periodística. Un guardia de seguridad confirmó que muchos vehículos están desde hace mucho y que siguen llegando. “Han sido levantados de la vía pública y los dueños deben venir a retirarlos”, dijo.
Consultada al respecto, Julieta Migliavacca, secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, reconoció que hay una gran cantidad de vehículos, algunos de los cuales son chatarra en desuso de la Municipalidad, y explicó que, si bien se está trabajando en la eliminación de rodados y maquinarias en desuso -en marzo se hizo una compactación-, hay varias trabas para disminuir el volumen de chatarra y autos en el depósito. Una es la legal: para disponer de vehículos secuestrados se deben seguir pasos legales y en algunos casos hay querellas judiciales; y en cuanto a los otros, se debe seguir un protocolo de descontaminación, que implica la extracción de elementos como baterías, fluidos y similares, que son reciclados o dispuestos según reglamentación.
La cuestión, en este caso, se vincula con las emergencias que se van generando con el aumento de vehículos en los depósitos oficiales, no sólo de la intendencia capitalina, sino de otras municipalidades, de comunas y de comisarías. Estas últimas son un foco contaminante complejo porque casi todos los vehículos que se encuentran en sus depósitos y adyacencias están afectados a causas judiciales algunas de las cuales llevan años. Hay un programa de eliminación de chatarra pero también está limitado por los procesos judiciales.
Pero esto choca también con el derecho a la salud, toda vez que esos depósitos pueden ser focos en los se expanda el riesgo de dengue, por ejemplo. La situación en el ex Hospital Militar y en las comisarías, que son sitos enmarcados en vecindarios vulnerables, debería ser estudiada con la idea de generar cambios positivos. Las normas sobre vehículos abandonados y secuestrados establecen períodos breves de notificación -normalmente 15 de días- y de ejecución de decisiones judiciales, que se deberían aplicar con decisión. Asimismo, convendría buscar sitios alejados de las zonas residenciales para trasladar los elementos contaminantes que no pueden ser desguazados en lo inmediato.
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