En una misa cargada de simbolismo y solemnidad, el Cardenal Giovanni Battista Re imploró la guía del Espíritu Santo para que los cardenales elijan al Papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este “momento tan difícil y complejo de la historia”. La ceremonia, celebrada esta mañana en la Basílica de San Pedro, marca el inicio formal del cónclave que comenzará este miércoles 7 de mayo en la Capilla Sixtina.
La homilía
La Misa Pro eligendo Pontifice, presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, reunió a los 133 cardenales —electores y no electores— junto a numerosos obispos y fieles. En su homilía, Re, de 91 años, recordó que el acto de elegir un Papa exige poner de lado cualquier interés personal y confiar plenamente en la acción del Espíritu Santo.
“Estamos aquí para invocar su luz y su fuerza, a fin de que sea elegido el Papa que la Iglesia y la humanidad necesitan”, expresó con firmeza el purpurado. Y añadió que este no es un mero recambio de personas: “La elección del nuevo Papa no es una simple sucesión, es siempre el apóstol Pedro que regresa”.
Refiriéndose al Evangelio de San Juan, el cardenal instó a los presentes a guiarse por el amor cristiano como fuerza transformadora. “El amor no tiene límites y debe caracterizar a todos los discípulos de Cristo. Es la única fuerza capaz de cambiar el mundo”, afirmó.
Finalmente, Re llamó a confiar en la intercesión de la Virgen María para que los cardenales, inspirados por el Espíritu Santo, lleguen a un consenso: “Recemos para que el nuevo Papa despierte las conciencias y anime las fuerzas espirituales de una sociedad que avanza tecnológicamente pero que tiende a olvidarse de Dios”.