Alzheimer: ¿meterse los dedos en la nariz aumenta el riesgo de padecer la enfermedad?

Alzheimer: ¿meterse los dedos en la nariz aumenta el riesgo de padecer la enfermedad?

Sugieren que podría haber una relación entre la manipulación nasal y el desarrollo de trastornos cerebrales.

Alzheimer: ¿meterse los dedos en la nariz aumenta el riesgo de padecer la enfermedad? Alzheimer: ¿meterse los dedos en la nariz aumenta el riesgo de padecer la enfermedad?
19 Abril 2024

Un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad Western Sydney, Australia, explica que el simple acto de hurgarse la nariz podría tener consecuencias sorprendentes para la salud cerebral. Publicado en la revista Biomolecules, este estudio advierte sobre una posible conexión entre este hábito y el desarrollo del Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo.

La investigación, que examinó décadas de documentación, identificó dos características distintivas en los cerebros de aquellos que padecen Alzheimer: la acumulación de péptido beta amiloide, formando placas, y la presencia de proteína tau hiperfosforilada, que crea ovillos neurofibrilares. Estas anomalías desencadenan procesos que contribuyen al deterioro cognitivo.

Inflamación cerebral: un componente clave en el Alzheimer

Un aspecto crucial señalado por el estudio es el papel de la inflamación cerebral en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. La microglía, célula protectora del cerebro, muestra una mayor actividad en presencia de péptidos amiloides, lo que contribuye a la acumulación de proteínas.

Este estudio identificó un ciclo de inflamación y acumulación de proteínas que probablemente contribuye a la progresión del Alzheimer. Además, este estado inflamatorio se vinculó con la formación de ovillos tau, lo que sugiere múltiples vías involucradas en la progresión de esta enfermedad neurodegenerativa.

Alzheimer: por qué evitar hurgarse la nariz

La evidencia disponible indica que los patógenos que ingresan por la nariz pueden desencadenar una respuesta inflamatoria en el cerebro. Estos patógenos incluyen bacterias, hongos y virus, y pueden acceder al sistema central a través de diversas vías, como el torrente sanguíneo, traumatismos craneoencefálicos o infecciones en cavidades cercanas como la boca, los oídos y las fosas nasales.

Investigaciones identificaron varios patógenos que parecen estar presentes constantemente en los cerebros de pacientes con Alzheimer, incluyendo bacterias como Chlamydia pneumoniae y Estafilococo aureus, el hongo Candida albicans, el virus del herpes simple HSV1 y el parásito Toxoplasma gondii. Estos patógenos a menudo causan infecciones en tejidos cercanos, como el epitelio nasal o las encías.

Alzheimer: el sistema olfativo como puerta de entrada

El sistema olfativo proporciona una vía de acceso directa al cerebro para estos patógenos. Estudios recientes revelaron que la conexión entre las neuronas y el sentido del olfato es más significativa de lo que se pensaba. Según el informe de Biomolecules, el sistema olfativo ofrece una ruta anatómica directa, evitando las barreras naturales del cerebro.

Los investigadores también señalaron que la barrera hematoencefálica en el bulbo olfatorio es menos robusta que en otras regiones cerebrales, lo que lo hace más susceptible a la infiltración de patógenos. Esta vulnerabilidad podría explicar cómo los agentes infecciosos pueden ingresar al cerebro a través del sistema olfativo y contribuir a la inflamación y deterioro asociados con enfermedades como el Alzheimer.

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