Aumentan los robos en el sistema de iluminación y electricidad

Aumentan los robos en el sistema de iluminación y electricidad

Las autoridades públicas y la empresa prestataria del servicio de electricidad informaron las cifras y costos de los daños en la provincia.

COMERCIO ILEGAL. Algunas personas cortan los cables para sustraer el cobre y luego venderlo en el mercado negro. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO COMERCIO ILEGAL. Algunas personas cortan los cables para sustraer el cobre y luego venderlo en el mercado negro. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO
01 Octubre 2023

El vandalismo contra el sistema de iluminación y electricidad pareciera ser moneda corriente en la provincia. Son múltiples los vecinos de diversos barrios que denuncian hasta el hartazgo el robo de los cables del alumbrado público y de la electricidad de sus hogares, y el daño hacia los faroles de la vía pública. Esta modalidad también le genera malestar en EDET, la empresa prestadora del servicio eléctrico particular en la provincia, y a las autoridades encargadas de la iluminación pública.

EDET informó que en lo que va del año se dañaron 45 transformadores y 700 medidores de electricidad. Quienes se dedican a cometer este ilícito, destruyen los artefactos para poder comercializar de manera ilegal sus componentes. Lo mismo sucede con los cables, que suelen ser sustraídos para poder vender el cobre de su interior. Sin embargo, desde la empresa comentaron que el robo de este elemento disminuyó considerablemente en el último tiempo, no porque se haya frenado el vandalismo, si no porque se reemplazaron los cables de cobre por cables de aluminio, por lo que dejó de ser un elemento de interés para quienes venden aquel metal.

Pero estos artefactos no fueron los únicos elementos del sistema eléctrico que se vieron afectados. El director de Alumbrado Público de la Capital, Enzo Mazzucco, explicó que los cables del tendido aéreo, de las columnas de iluminación, de los semáforos y también la luminaria del municipio se convierten constantemente en blancos de ataques. Según le informó a LA GACETA, en los nueve meses que lleva el 2023 en San Miguel de Tucumán se sustrajeron aproximadamente 5.000 metros de cable y fueron dañadas 70 columnas.

El funcionario resaltó que, a diferencia de lo que ocurría a principio de año, donde los robos se daban en zonas y barrios puntuales, como ser Manantial Sur y el barrio El Bosque, últimamente los ataques al cableado aéreo se vienen dando en lugares aleatorios y vandalizan las columnas que están ubicadas a lo largo de las avenidas: en las avenidas Roca, Colón y Camino del Perú robaron el cableado interno de 26 columnas. En la Adolfo de la Vega asaltaron 12; sobre el trayecto de la Mate de Luna a 20; en la avenida Juan B. Justo a 22; sobre la Sarmiento a cinco y en la Belgrano, ocho.

Los semáforos de la ciudad también fueron punto de ataque, especialmente los que están ubicados en la Belgrano, Roca e Independencia, lo que generó problemas en el tránsito. El principal inconveniente es que no es un daño rápido de arreglar ya que los repuestos son más complicados de conseguir y la solución demora más de lo normal. En cuanto a los artefactos de iluminación, Mazzucco dijo que muchas farolas y postes de luz de los parques, paseos y plazas son dañados, dejando sin luz a los vecinos y también poniéndolos en peligro. “A veces dejan los cables al alcance de cualquiera entonces la gente queda expuesta al peligro de sufrir algún accidente”, indicó.

Dañar para asaltar

El robo a las columnas y el daño a las farolas públicas provocó que decenas de cuadras quedaran completamente a oscuras y se potencie la inseguridad. La teoría que manejan desde el municipio es que quienes realizan estos ilícitos no lo hacen con el fin de sacar el cobre de su interior para venderlo ilegalmente, si no que lo hacen para generar situaciones de hostilidad y poder asaltar a los ciudadanos. “En muchos de esos lugares los cables ni siquiera son de cobre sino que están hechos de otros materiales que no tienen el mismo valor; por eso estimo que en algunos casos es para ingresar a los domicilios, para asaltar gente en la calle o para robar los medidores de gas y electricidad”, dijo Mazzucco.

A diferencia de lo que sucede en San Miguel de Tucumán, las autoridades de Yerba Buena, creen que el robo de cables si está destinado al comercio ilegal. El secretario de Seguridad del municipio, Mauricio Argiró le informó a LA GACETA que este año sólo se registraron tres casos de vandalismo en la zona del Camino de Sirga. “La empresa que está encargada de parte de las obras del Parque Prebisch cavó y quedaron los cables a la vista que posteriormente fueron sustraídos. Algo similar sucedió dos veces más en la misma zona; pero no tuvimos otro hecho más”, indicó.

Según explicó, desde la Secretaría de Seguridad están prestando especial atención al robo de cables. “Estamos trabajando en conjunto con la Policía sobre la vigilancia del Camino de Sirga porque es donde se dieron esos hechos. Además estamos tratando de que la Brigada de Investigaciones se aboque al tema de quiénes son los reducidores de los cables. Es necesario que la Justicia investigue quienes compran los cables robados para después venderlos por kilo”, dijo.

Costos millonarios

Sean múltiples o pocos los casos registrados en cada municipio, lo cierto es que este tipo de ilícitos producen un gran golpe económico tanto al gobierno como a la empresa prestataria del servicio ya que los repuestos son costosos y hacen una suma importante al contabilizar la cantidad de artefactos que se deben reponer.

En EDET informaron que cada transformador ronda los $ 2 millones. Teniendo en cuenta que ya van 45 máquinas dañadas, la empresa tuvo un costo de aproximadamente $ 90 millones, sin contar el tiempo ni el costo de sustitución de cada equipamiento.

Mazzucco dijo que en el último pedido que realizaron (hace dos semanas), el metro de cable aéreo rondaba entre los $ 1.000 y $ 1.200, mientras que el metro de cableado interno que llevan las columnas oscilaba los $ 800. Otro dato: cada columna tiene entre 12 y 15 metros de cableado, por lo que el costo de las 70 columnas vandalizadas varió entre $ 670.000 y $ 840.000, sin contar la mano de obra.

Sin embargo, este no es el único problema que afecta a quienes se encargan de solucionar los daños al sistema eléctrico. “Nosotros planificamos teniendo en cuenta los posibles reclamos, la vida útil de los materiales, entonces sabíamos cuánto y cuándo teníamos que ir encargando los insumos para estar stockeados. Con todo esto se complica, hay cosas que tenemos que atender de manera urgente y los tiempos se modifican. Además, no podemos siquiera hacer un presupuesto estable para calcular cuántos metros de cable podremos comprar, porque al momento de comprarlo su precio ya aumentó y alcanza para menos”, dijo el encargado de la Dirección de Alumbrado Público de San Miguel de Tucumán. (Producción periodística: Micaela Pinna Otero)

Algunas cifras

- 5.000 metros de cable fueron sustraídos en San Miguel de Tucumán desde que empezó el año hasta fines de septiembre.

- 70 columnas de luz fueron atacadas en el municipio capitalino, de los cuales se robaron aproximadamente 900 metros de cableado interno en total.

- 45 transformadores fueron dañados en la provincia este año. Según EDET, durante el 2022 fueron 91 los aparatos atacados.

- 700 medidores de electricidad fueron vandalizados en Tucumán en estos nueve meses del 2023.

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