A través de una vida

31 Dic 2019

Hoy es fácil encontrar lo mejor que el cómic tiene para ofrecer. Basta saber qué buscar en Google y allí aparecen esas obras que tenemos que leer -y tener en las bibliotecas- sin embargo, incluso para los más expertos hay cosas que se nos pasan de largo. El mundo creativo es dinámico, por lo que gracias a las redes sociales o vías alternativas surgen nuevos autores que, de repente, sorprenden con obras notables como es el caso de Tom Haugomat, un autor francés que sorprendió con la novela gráfica A través – El universo de un hombre.

Todos los días entro a las páginas de librerías importantes, como la del Ateneo, para ver con qué obras nos van a sorprender. Estoy atento a sellos como Salmandra Graphic o Pípala, y debo decir que cuando vi la obra de Haugomat me descolocó un poco. El título prometía al igual que la estética, pero no sabía nada del autor. Al googlear me di con un artista al que lo habían aplaudido por la profundidad del libro “A través”, y que como todo ilustrador que se formó en la animación, transmitía mucho desde el minimalismo y tenía mucha experiencia en los medios. Es decir, prometía bastante.

A través del minimalismo

Leer en el almuerzo es un gusto que trato de darme cada vez más seguido. Busco en cada estante rogando que hayan llegado nuevos cómics al Ateneo y llevo los que creo que voy a poder leer en un par de horas. Por lo general no hago bien los cálculos y quedan un par sin leer. Así elijo que comprar, cosa que mi espalda agradece mucho.

En una de esas recorridas di con una muy buena edición, tapa dura y un dibujo calado en tapa. Lo saco para hojearlo y me di con “A Través”. Era hora de darle una oportunidad, comienzo a hojear y descubro algo que me puso la piel de gallina: Tom Haugomat se las arregló para contar nada más y nada menos que la vida de un hombre solo con imágenes. Sin palabras, sin onomatopeyas, solo imágenes minimalistas cargadas de belleza. Es cierto, está la duda ¿Es otro libro plomazo para snobs? No, lo que narra es entretenido, la historia vale la pena sobre todo porque -a esto lo voy a decir solamente una vez para no arruinar sorpresas- está relacionado con viajes al espacio realistas.

En cada escena hay un momento visto desde dos ópticas, la de nosotros, externos a la vida del personaje que lo vemos en cada una de esas viñetas. En la otra página es donde el cómic hace honor a su nombre y lo vemos a través de sus ojos. Esa perspectiva rompe con todo molde narrativo y resignifica gráficamente cada uno de esos pasajes. El autor logra una belleza cargada de emotividad en todo momento gracias a una mezcla muy particular, dibujo minimalista y una paleta que le permite transmitir las emociones y los climas a través de los colores. No hay palabras porque no son necesarias.  

El desafío de narrar sin palabras

Una de las cosas más complicadas en el cómic es lograr decir algo profundo sin recurrir a las palabras. Para que funcione hay que elegir la imagen exacta para que retrate ese momento y responda un sinfín de preguntas. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué es importante? ¿Qué es lo que sienten los personajes? ¿Cómo impacta en sus vidas? Y tantas otras. Encima hay que hacerlo simple para que los lectores entiendan lo que dicen esas viñetas. A la hora de plasmarlo en secuencias se parece al cine ya que las acciones están contadas el dinamismo que les da esa seguidilla de acciones.  

 En este sentido Tom Haugomat va hacia algo todavía más difícil. En cada página elige un momento tan clave en la historia del protagonista y tan relevante por lo que puede resumir su vida en menos de 200 páginas. Allí están los momentos felices, los tiernos, pero también los momentos de dolor y soledad. Nada más y nada menos que una vida en toda su profundidad.

Una hermosa vida

A través es una obra profunda que transmite muchísimo desde las imágenes y la estética. Tiene la suficiente carga emotiva y belleza gráfica como para ponerte la piel de gallina y hacer que cada tanto vayas a releerlo. Es simplemente ese libro con el que tenes que comenzar el 2020, seas autor, coleccionista o lector ocasional. Vale muchísimo la pena.



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