Jovenes titanes en acción - La película inesperadamente genial

04 Ago 2018
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Póster promocional

Vivimos en un tiempo de narrativas metaficcionales. Las formas de entender un libro, película, cómic, etc varían de acuerdo a la cantidad de referencias que uno pueda captar. Hay una cuestión de ego y de competencia a medida en la que logramos reconocer los famosos “easter eggs” o esos guiños que van a apareciendo. Así obras como Top Ten de Alan Moore se vuelven mucho más ricas. Por supuesto, la quintaescencia de esto es Ready Player One, cuya narrativa se va armando gracias a lo que nos genera cada uno de los objetos de la cultura de masas que aparece allí de manera explícita y exaltada para que las veamos. En el caso de la animación, las referencias están tratadas de una forma más sutil y están mayormente ligadas a lo comiquero como es el caso de la película Teen Titans Go! To the movies (Los Jóvenes Titanes en acción – La Película)

Lo curioso está en que Teen Titans Go! To the movies se aleja de la quintaescencia fílmica de Dc. Es una película simple y divertida que consiguió el mayor aplauso de la crítica y del público hasta ahora. Admito que soy uno de los tantos que creció con los New Teen Titans de George Perez y Marv Wolfman y me costó entrar en el mundo de Teen Titans Go! (Jóvenes titanes en acción). Es un cambio enorme frente a la seriedad que tuvo el cómic, pero hay que admitir algo: Los tiempos cambian y los gustos de los públicos también. Además, una vez que aceptamos la identidad de la serie, nos damos con que es muy divertida y la película animada fue su punto cúspide. 


Del dramatismo del cómic al humor desenfrenado  

Es justamente en el campo de la animación donde tenemos artistas que crecieron con la cultura de masas y la aman al punto de convertirse en embajadores de la misma. Aprovechan cada oportunidad para hacer una referencia que puede ir desde un cameo inocente hasta la parodia más despiadada en las que termina sufriendo hasta el mismísimo Superman. Esa dualidad es muy interesante. Por un lado, tenemos las películas live action de Dc Comics oscuras y dramáticas. Por el otro, nos damos con que muchas de sus series animadas son obras divertidas y puede pasar cualquier cosa. Allí tenemos el tinte vintage de Batman: Brave and the bold (Batman, el Valiente) y los juegos experimentales en DC Nation.


La mezcla que hay en Teen Titans Go! es peligrosa y volátil: Desenfreno, todos los espectros del humor, canciones, personajes con exceso de energía y referencias paródicas muy marcadas. Los personajes son conscientes de que son una parodia y los animadores explotan ese recurso al máximo. Esto generó quejas de los fanáticos de la serie animada del 2003, que parecen conocer solamente esa faceta del grupo y no se enteraron que los Teen Titans tuvieron muchos cambios desde principios de los 80. Ese dramatismo humano de los súper héroes, que competía con Uncanny X-men quedó atrás en el tiempo. El mismo Marv Wolfman escribió historias de muy mala calidad a mediados de los noventa – posteriores a “La Cacería de los Titanes”- que distaban enormemente de clásicos como “El Contrato de Judas” y “La saga de Trigon”. ¿Qué decir de la etapa no lograda de Dan Jurgerns o de los estragos que hicieron en los nuevos 52? Por más que a muchos no les guste, esta serie atrajo a un nuevo público infantil – y no tanto- gracias a su enorme energía y ese humor cuasi-inocente.  Los niños lo entienden de una forma, los adultos que entienden las referencias, de otra. Las risas van para todos.


Parodias de estilos de animación para todos los gustos


A medida en la que la serie fue ganando fuerza y seguidores, los animadores decidieron dar un paso más allá en la parodia y jugaron con distintos estilos. Así Cyborg y sus amigos pasaron por técnicas que iban desde las series de filmation, los cómics de los 90 (excelente el episodio con guiños a Rob Liefeld) e incluso las tapas de los discos de los 80 -con música incluida- De esta forma, surgieron momentos aplaudibles de la animación, como lo que a mi parecer es uno de los mayores hitos de la serie “The Night begins to shine”.


Slade, el gran villano

Si bien en la serie puede pasar cualquier cosa, los conflictos se resuelven de manera rápida y por lo general con chistes. Es entendible, los capítulos son muy cortos y encontraron una fórmula que les funciona bien, pero no da lugar a grandes tensiones ni tampoco al desarrollo de villanos realmente peligrosos. De hecho el gran némesis, Deathstroke, necesitaba algo especial para hacer su aparición: la película. Incluso en un universo tan paródico, se las arreglaron para reflejar la peligrosidad física y la maestría estratégica del personaje. Así, siendo una versión light, les da algo que necesitaban: alguien que los ponga en jaque y genere las tensiones necesarias para darle esa cuota de acción que hace disfrutar todo blockbuster.


Referencias y metaficción

Como era de esperarse, en la película se ríen descaradamente del cine de súper héroes y todos sus clichés. Nadie se salva, ni siquiera personajes tan solemnes como Swamp Thing o los mismísimos Challengers of the unknown. Incluso así, Robin, con su típica cabezadurez, quiere ser protagonista de su propia película y es aquí donde se desarrolla el otro conflicto. En este caso, el eje central con el que los animadores nos llevan de la mano por un recorrido satírico de todo el universo Dc (realmente no se salva nadie).
 
La faceta metaficcional de la serie avanzó mucho, sobre todo en el capítulo 200, en el que el grupo llega al mundo real y se enfrentan con sus animadores. Allí alcanzaron una cuota de maestría en el tema pocas veces vista, se mofaron de todo lo que conlleva la vida en el mundo de la animación mientras los personajes terminaban de hacer el capítulo. En la película, fue más espectacular, después de todo, como canta Robin “va a ser la película de superhéroes más increíble que el mundo haya visto”.


Música y animación

Las otras facetas que hay que destacar son, por un lado, las canciones. Pegadizas, divertidas y también paródicas. Aplaudo que dentro de la variedad musical haya muchas influencias de los 80s, en estética como en estilo visual, cosa que les da un extra. Por otro lado, hay un trabajo sublime en la animación. Las parodias los obligaron a pasar por un sinnúmero de estilos, en el que llega a haber incluso un homenaje-burla a una escena clásica de Disney. En realidad, hacer la película fue un desafío para sus animadores. Como expresó el animador Hayk Manukyan en su cuenta de Twitter, la película se hizo en poco tiempo y con un equipo creativo pequeño, que además tenía que trabajar al mismo tiempo en la serie. Sin embargo, expresó “en esta película me sentí un artista. Formé parte de una familia de artistas dándolo todo para hacer algo grandioso” Eric J. Pringle también habló de las presiones, pero sobre todo, aplaudió el esfuerzo y la forma en la que los animadores se superaron a sí mismos al hacer la película, cosa que se reflejó en los resultados. Sin embargo, lo que más la representa está en lo que dijo Scott Menville “Lo pasamos de maravilla y nos reímos un montón cuando hicimos la película. Esperamos que también los pases de maravilla y te rías un montón cuando la veas”  

En el apogeo de las películas de Súper Héroes, Teen Titan Go! To the movies se convierte en el bufón inteligente que se ríe desde dentro. Destroza al género con referencias para los que consumen casualmente estos productos hasta el lector más avezado. Irónicamente utiliza las mismas fórmulas, pero es lo que menos importa. La riqueza de contenidos y humor tan trabajado la hace sin dudas una joya que vale la pena descubrir, sin importar la edad que tengas. Es de lo mejor que Dc tiene para ofrecer.

Tráiler con voces originales

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