Jovenes titanes en acción - La película inesperadamente genial
Vivimos en un tiempo de narrativas
metaficcionales. Las formas de entender un libro, película, cómic, etc varían
de acuerdo a la cantidad de referencias que uno pueda captar. Hay una cuestión
de ego y de competencia a medida en la que logramos reconocer los famosos
“easter eggs” o esos guiños que van a apareciendo. Así obras como Top Ten de
Alan Moore se vuelven mucho más ricas. Por supuesto, la quintaescencia de esto
es Ready Player One, cuya narrativa se va armando gracias a lo que nos genera
cada uno de los objetos de la cultura de masas que aparece allí de manera
explícita y exaltada para que las veamos. En el caso de la animación, las
referencias están tratadas de una forma más sutil y están mayormente ligadas a
lo comiquero como es el caso de la película Teen Titans Go! To the movies (Los
Jóvenes Titanes en acción – La Película)
Lo curioso está en que Teen Titans Go! To the movies se aleja de la
quintaescencia fílmica de Dc. Es una película simple y divertida que consiguió
el mayor aplauso de la crítica y del público hasta ahora. Admito que soy uno de
los tantos que creció con los New Teen Titans de George Perez y Marv Wolfman y
me costó entrar en el mundo de Teen Titans Go! (Jóvenes titanes en acción). Es
un cambio enorme frente a la seriedad que tuvo el cómic, pero hay que admitir
algo: Los tiempos cambian y los gustos de los públicos también. Además, una vez
que aceptamos la identidad de la serie, nos damos con que es muy divertida y la
película animada fue su punto cúspide.
Del dramatismo del cómic al humor desenfrenado
Es justamente en el campo de la animación donde tenemos artistas que
crecieron con la cultura de masas y la aman al punto de convertirse en
embajadores de la misma. Aprovechan cada oportunidad para hacer una referencia
que puede ir desde un cameo inocente hasta la parodia más despiadada en las que
termina sufriendo hasta el mismísimo Superman. Esa dualidad es muy interesante.
Por un lado, tenemos las películas live action de Dc Comics oscuras y
dramáticas. Por el otro, nos damos con que muchas de sus series animadas son
obras divertidas y puede pasar cualquier cosa. Allí tenemos el tinte vintage de
Batman: Brave and the bold (Batman, el Valiente) y los juegos experimentales en
DC Nation.
La mezcla que hay en Teen Titans Go! es peligrosa y volátil: Desenfreno, todos
los espectros del humor, canciones, personajes con exceso de energía y
referencias paródicas muy marcadas. Los personajes son conscientes de que son
una parodia y los animadores explotan ese recurso al máximo. Esto generó quejas
de los fanáticos de la serie animada del 2003, que parecen conocer solamente
esa faceta del grupo y no se enteraron que los Teen Titans tuvieron muchos
cambios desde principios de los 80. Ese dramatismo humano de los súper héroes,
que competía con Uncanny X-men quedó atrás en el tiempo. El mismo Marv Wolfman
escribió historias de muy mala calidad a mediados de los noventa – posteriores
a “La Cacería de los Titanes”- que distaban enormemente de clásicos como “El Contrato
de Judas” y “La saga de Trigon”. ¿Qué decir de la etapa no lograda de Dan
Jurgerns o de los estragos que hicieron en los nuevos 52? Por más que a muchos
no les guste, esta serie atrajo a un nuevo público infantil – y no tanto-
gracias a su enorme energía y ese humor cuasi-inocente. Los niños lo
entienden de una forma, los adultos que entienden las referencias, de otra. Las
risas van para todos.
Parodias de estilos de animación para todos los gustos
A medida en la que la serie fue ganando fuerza y seguidores, los animadores
decidieron dar un paso más allá en la parodia y jugaron con distintos estilos.
Así Cyborg y sus amigos pasaron por técnicas que iban desde las series de
filmation, los cómics de los 90 (excelente el episodio con guiños a Rob
Liefeld) e incluso las tapas de los discos de los 80 -con música incluida- De
esta forma, surgieron momentos aplaudibles de la animación, como lo que a mi
parecer es uno de los mayores hitos de la serie “The Night begins to shine”.
Slade, el gran villano
Si bien en la serie puede pasar cualquier cosa, los conflictos se resuelven de
manera rápida y por lo general con chistes. Es entendible, los capítulos son
muy cortos y encontraron una fórmula que les funciona bien, pero no da lugar a grandes
tensiones ni tampoco al desarrollo de villanos realmente peligrosos. De hecho
el gran némesis, Deathstroke, necesitaba algo especial para hacer su aparición:
la película. Incluso en un universo tan paródico, se las arreglaron para
reflejar la peligrosidad física y la maestría estratégica del personaje. Así, siendo
una versión light, les da algo que necesitaban: alguien que los ponga en jaque
y genere las tensiones necesarias para darle esa cuota de acción que hace
disfrutar todo blockbuster.
Referencias y metaficción
Como era de esperarse, en la película se ríen descaradamente del cine de súper
héroes y todos sus clichés. Nadie se salva, ni siquiera personajes tan solemnes
como Swamp Thing o los mismísimos Challengers of the unknown. Incluso así,
Robin, con su típica cabezadurez, quiere ser protagonista de su propia película
y es aquí donde se desarrolla el otro conflicto. En este caso, el eje central con
el que los animadores nos llevan de la mano por un recorrido satírico de todo
el universo Dc (realmente no se salva nadie).
La faceta metaficcional de la serie avanzó mucho, sobre todo en el capítulo
200, en el que el grupo llega al mundo real y se enfrentan con sus animadores.
Allí alcanzaron una cuota de maestría en el tema pocas veces vista, se mofaron
de todo lo que conlleva la vida en el mundo de la animación mientras los
personajes terminaban de hacer el capítulo. En la película, fue más espectacular,
después de todo, como canta Robin “va a ser la película de superhéroes más
increíble que el mundo haya visto”.
Música y animación
Las otras facetas que hay que destacar son, por un lado, las canciones.
Pegadizas, divertidas y también paródicas. Aplaudo que dentro de la variedad
musical haya muchas influencias de los 80s, en estética como en estilo visual,
cosa que les da un extra. Por otro lado, hay un trabajo sublime en la animación.
Las parodias los obligaron a pasar por un sinnúmero de estilos, en el que llega
a haber incluso un homenaje-burla a una escena clásica de Disney. En realidad, hacer
la película fue un desafío para sus animadores. Como expresó el animador Hayk
Manukyan en su cuenta de Twitter, la película se hizo en poco tiempo y con un
equipo creativo pequeño, que además tenía que trabajar al mismo tiempo en la
serie. Sin embargo, expresó “en esta película me sentí un artista. Formé parte
de una familia de artistas dándolo todo para hacer algo grandioso” Eric J.
Pringle también habló de las presiones, pero sobre todo, aplaudió el esfuerzo y
la forma en la que los animadores se superaron a sí mismos al hacer la película,
cosa que se reflejó en los resultados. Sin embargo, lo que más la representa
está en lo que dijo Scott Menville “Lo pasamos de maravilla y nos reímos un
montón cuando hicimos la película. Esperamos que también los pases de maravilla
y te rías un montón cuando la veas”
En el apogeo de las películas de Súper Héroes, Teen Titan Go! To the movies se
convierte en el bufón inteligente que se ríe desde dentro. Destroza al género con
referencias para los que consumen casualmente estos productos hasta el lector más
avezado. Irónicamente utiliza las mismas fórmulas, pero es lo que menos
importa. La riqueza de contenidos y humor tan trabajado la hace sin dudas una joya
que vale la pena descubrir, sin importar la edad que tengas. Es de lo mejor que
Dc tiene para ofrecer.
Tráiler con voces originales