Diagnósticos - La alteración de los sentidos y la mente
Los casos que
aparecen en Diagnósticos superan cualquier junta médica. Es más, pondrían en
jaque a quienes los quieran debatir en congresos. Por suerte, es raro que a
alguien le toque vivirlos. Para nuestra tranquilidad, Diego Agrimbau y Lucas
Varela hicieron uno de los cómics más originales que salieron en los
últimos años.
Los responsables de Diagnósticos son artistas con mucha experiencia en
el medio. Tienen recursos que les permiten moverse con la soltura suficiente
para tergiversar a su gusto ciertos mecanismos narrativos, y lucirse cada uno
en su área. Si bien hay una fórmula con la que Agrimbau se vale de una
patología X (claustrofobia, agnosia, etc) como excusa para jugar y redefinir
elementos propios de la historieta como las viñetas, las onomatopeyas, etc. Lo
verdaderamente interesante es que no es un manual de estilo, ni una exploración
dedicada exclusivamente a la semiótica del medio. Cada uno de estos relatos cortos
tiene una historia interesante, muy divertida y con conflictos definidos. Estas
historias atrapan porque en pocas viñetas definen el entorno y el género con el
que trabajan, además empatizamos rápidamente con las protagonistas. Esto es
algo muy complejo y difícil de lograr, y en estas historias fluye de manera
natural. Si se puede criticar algo a nivel narrativo, es que Agrimbau se
sostiene mucho en los diálogos internos de las protagonistas y esto le sirve
para “explicar” lo que está sucediendo y cómo altera el entorno.
El salto de géneros y alteración de las percepciones son un desafío para
cualquier dibujante. ¿Cómo demostrar que la protagonista de la historia no ve
lo mismo que nosotros? Hay ilustradores que hubiesen cargado mucho las viñetas,
o no hubiesen sabido qué hacer y habrían intentado improvisar algo sin éxito. Lucas
Varela tiene un estilo marcado por sus conocimientos en diseño gráfico. Sus
viñetas siempre tienen buena composición y por más que tengan muchos elementos,
se las arregla para dejar espacios libres. Nunca llegan a estar cargadas y
respiran, algo a lo que muchos dibujantes deben prestar atención. Además, tiene
un virtuosismo gráfico que le permitió definir perfectamente el género de cada
uno de los relatos cortos y se lució a la hora de reflejar las alteraciones
perceptivas. El trabajo con las onomatopeyas en Sinestesia y el de las perspectivas en Claustrofobia son impresionantes. Como contra, hay que mencionar
que Lucas tiende a repetir elementos gráficos, recursos y sus personajes tienen
mucho parecido físico. A pesar de esto, las páginas de Diagnósticos se lucen
tanto que el mismísimo Scott McCloud
habló de ellas en Lyon BD Festival del 2017.
En cuanto a la edición, la gente de Hotel
de las ideas e Historieteca hizo un muy buen trabajo, que sin ser tapa dura
oversized como la de La Cúpula, es un libro que se luce en las
bibliotecas. Hay que leer Diagnósticos, ya sea para disfrutar un excelente
cómic o para ver un muestrario de cómo se puede jugar con el lenguaje narrativo
sin perder la esencia básica del medio, que es divertir y sorprender.
Scott McCloud hablando sobre "Diagnósticos"