Diagnósticos - La alteración de los sentidos y la mente

30 Sep 2017
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Ilustración de Lucas Varela

Los casos que aparecen en Diagnósticos superan cualquier junta médica. Es más, pondrían en jaque a quienes los quieran debatir en congresos. Por suerte, es raro que a alguien le toque vivirlos. Para nuestra tranquilidad, Diego Agrimbau y Lucas Varela hicieron uno de los cómics más originales que salieron en los últimos años.

Los responsables de Diagnósticos son artistas con mucha experiencia en el medio. Tienen recursos que les permiten moverse con la soltura suficiente para tergiversar a su gusto ciertos mecanismos narrativos, y lucirse cada uno en su área. Si bien hay una fórmula con la que Agrimbau se vale de una patología X (claustrofobia, agnosia, etc) como excusa para jugar y redefinir elementos propios de la historieta como las viñetas, las onomatopeyas, etc. Lo verdaderamente interesante es que no es un manual de estilo, ni una exploración dedicada exclusivamente a la semiótica del medio. Cada uno de estos relatos cortos tiene una historia interesante, muy divertida y con conflictos definidos. Estas historias atrapan porque en pocas viñetas definen el entorno y el género con el que trabajan, además empatizamos rápidamente con las protagonistas. Esto es algo muy complejo y difícil de lograr, y en estas historias fluye de manera natural. Si se puede criticar algo a nivel narrativo, es que Agrimbau se sostiene mucho en los diálogos internos de las protagonistas y esto le sirve para “explicar” lo que está sucediendo y cómo altera el entorno.

El salto de géneros y alteración de las percepciones son un desafío para cualquier dibujante. ¿Cómo demostrar que la protagonista de la historia no ve lo mismo que nosotros? Hay ilustradores que hubiesen cargado mucho las viñetas, o no hubiesen sabido qué hacer y habrían intentado improvisar algo sin éxito. Lucas Varela tiene un estilo marcado por sus conocimientos en diseño gráfico. Sus viñetas siempre tienen buena composición y por más que tengan muchos elementos, se las arregla para dejar espacios libres. Nunca llegan a estar cargadas y respiran, algo a lo que muchos dibujantes deben prestar atención. Además, tiene un virtuosismo gráfico que le permitió definir perfectamente el género de cada uno de los relatos cortos y se lució a la hora de reflejar las alteraciones perceptivas. El trabajo con las onomatopeyas en Sinestesia y el de las perspectivas en Claustrofobia son impresionantes. Como contra, hay que mencionar que Lucas tiende a repetir elementos gráficos, recursos y sus personajes tienen mucho parecido físico. A pesar de esto, las páginas de Diagnósticos se lucen tanto que el mismísimo Scott McCloud habló de ellas en Lyon BD Festival del 2017.

En cuanto a la edición, la gente de Hotel de las ideas e Historieteca hizo un muy buen trabajo, que sin ser tapa dura oversized como la de La Cúpula, es un libro que se luce en las bibliotecas. Hay que leer Diagnósticos, ya sea para disfrutar un excelente cómic o para ver un muestrario de cómo se puede jugar con el lenguaje narrativo sin perder la esencia básica del medio, que es divertir y sorprender. 

Scott McCloud hablando sobre "Diagnósticos"

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