Una estatuilla para una película animada
Pósters de las películas animadas candidatas al premio Óscar 2016
Es
triste, pero para muchos los premios Óscar se pueden resumir en mejor actor,
mejor actriz, mejor director y por supuesto, mejor película (habla inglesa y no
inglesa). El resto de las categorías parecen estar para aumentar el dramatismo
hasta que llegue el clímax con la mejor película, y hacer más divertida la
ceremonia. Son categorías que quedan en el olvido, a pesar de que gracias a
ellas podemos disfrutar grandes documentales,
guiones adaptados, cortos y por supuesto, esa categoría que parece haber
sido creada para que Walt Disney coleccione premios Óscar, mejor película
animada.
Si nos quitamos el prejuicio de que la animación es solamente para niños, nos
damos con un mundo donde la imaginación impera y muchas veces aparecen tópicos
maduros tratados de formas inesperadas, como en Up, una aventura de altura.
Este año tenemos películas muy variadas
dentro de la categoría, incluso hay una brasilera que los va a sorprender.
Anomalisa
Dirección: Duke Johnson, Charlie
Kaufman
Guion Charlie Kaufman, sobre una obra teatral
suya.
País: Estados Unidos
Charlie Kaufman es un director y guionista vanguardista. Por eso cuando optó
por adaptar su obra de teatro Anomalisa como una película de animación stop
motion, había una razón oculta. Además, este film es menos complejo y mucho más
compacto a nivel argumental que sus otras obras. Es casi como una versión
sintetizada de Up in the air, pero está “ese” elemento que la salva del plagio.
Desde el vamos, si intentaron alguna vez
expresarse por ese tipo de animación, tienen que saber que es un trabajo
sumamente pesado y muchas veces frustrante. Sin embargo, la vuelve fundamental,
desde la voz de Tom Noonan que se repite en todos los personajes excepto en el
de Michael Stone y Lisa Hessleman. Es más, Kaufman es tan brillante en este
film que hasta aprovecha las falencias de la animación para expresar con más
fuerza su mensaje. Tal vez por lo pesado de la animación, la historia cierra un
tanto abruptamente y ese vacío que genera la historia se hace aún más grande.
Omoide no Mânî (El recuerdo de Marnie)
Dirección: Hiromasa Yonebayashi
Guión: Niwa Keiko
y Ando Masahi basados en el Libro: Joan
G. Robinson
País: Japón
La última película de Estudio Ghibli no representa el cierre de oro con el que
los animadores nos dicen “hasta luego”. Es un drama muy cuidado a nivel visual,
pero que falla en cuanto al ritmo. El recuerdo de Marnie tarda en comenzar por
la forma en la que nos presentan a los personajes y el conflicto que vive la
protagonista, Anna. Cuando Yonebayashi logra poner todos los elementos en
juego, la historia cobra mucha fuerza y se convierte en un drama de género
fantástico muy emotivo. El personaje Marnie y el misterio de la casa en la que
vive se vuelven centrales y son ese empujón que Anna necesitaba para
redescubrirse y encontrar la respuesta a quién es realmente. La magia del
estudio Ghibli aparece al final, cuando el misterio se resuelve y al igual que
en otras películas como Recuerdos del
ayer, cierra con tanta poesía que es imposible no quedarse con un nudo en
la garganta y ganas de gritar “arigatou” a los animadores. Al tratarse de un
estudio tan importante como Ghibli, siempre se espera excelencia. Una muy buena
película suya no es suficiente.
O menino e o mundo (El niño y el mundo)
Dirección: Alê Abreu
Guion: Alê Abreu
País: Brasil
Esta es una de las sorpresas de esta entrega de los Premios Óscar. Desde el
vamos, es una película brasilera que rompe totalmente con los
esquemas clásicos de animación. Toma como base los garabatos, para sumergirnos
en la forma en la que un niño ve el mundo. El concepto no es nuevo, hay un
corto animado Out of sight de Ya-Ting Yu que también nos sumerge en
la imaginación de una niña. Aquí la originalidad está en el tipo de animación,
que se parece a los garabatos, pero está cargada de belleza y una técnica
visual muy sutil, pero compleja. El mundo de esta película es el del Brasil más
pobre, en el que un padre debe abandonar a su familia en búsqueda de trabajo y
su hijo no comprende, ni soporta su ausencia y decide ir a buscarlo. Así nos
sumergimos en ese mundo de hombres automatizados, cultivadores de algodón y
tantas otras cosas, que vistas con la mirada de un niño se resignifican y se
vuelven algo mágico.
Es imposible que esta película se quede con la estatuilla, pero el estar
nominada ayuda a que esta maravilla se difunda. Cuando puedan, deben verla.
Shaun the sheep movie (Shaun, el Cordero: La película)
Dirección: Richard Starzak, Mark
Burton
Guion: Richard Starzak,
Mark Burton
País: Reino Unido
Hace tiempo que no veía una película tan simple y tan divertida a la vez.
Fieles a su estilo, los productores Aardman Animation volvieron a optar por una
historia sencilla que de pie a situaciones muy cómicas y giros inesperados, aún
más graciosos. Lo que sorprende, es la fluidez y riqueza visual que tienen la
oveja (cordero en Latinoamérica) y sus amigos, sobre todo cuando abundan los
gags físicos a lo slapstick (golpe y porrazo) y por supuesto, las
persecuciones. Al hablar de Stop Motion, nos damos con una película muy virtuosa a nivel técnico, que tiene como objetivo central divertir a la audiencia. En este sentido, es tan brillante que nos hace olvidar de que
prácticamente no hay un argumento. Es reírse y disfrutar lo que estos
personajes tan carismáticos tienen para ofrecer, que como fanático de Aardman,
debo decir que es mucho.
Inside Out (Intensa-mente)
Dirección: Pete Docter, Ronnie Del
Carmen
Guion: Pete Docter, Meg LeFauve, Josh Cooley (Historia original: Pete Docter, Ronnie Del Carmen)
País: Estados Unidos
La gran candidata a quedarse con la estatuilla (Es pixar ¿Qué esperan?)- Es una
gran película, pero tengo que admitir que disfruté mucho más el corto La primera cita de Riley que el
largometraje. En cuatro minutos logra mostrar ese mundo interior de las
emociones con mucha más fuerza (y rock) que la película. Aun así, Inside Out me
sigue pareciendo una película original y sobre todo, arriesgada. La forma en la
que exploran la mente y las emociones a través de una aventura, que encima hace
que nos emocionemos, es brillante. El desarrollo de la personalidad por medio
de estímulos y de las emociones es un tema que no es fácilmente digerible para
un adulto y mucho menos para un niño. Esa aventura de búsqueda a contra reloj
sirvió para que organicen toda la información de una manera digna de las
mejores cintas didácticas de Walt Disney. La historia y la carga de información
se hacen amenas y muy divertidas, pero falla en lo emotivo. Los personajes
distan de las mejores películas de Pixar, porque son estereotipados
(posiblemente necesario para el film) pero aun así, eso quita fuerza. Las
escenas emotivas pecan de obvias y hay cosas que no cierran. De todas formas,
Inside Out es una obra que apuntó a un terreno muy difícil de explorar, sobre
todo en la animación infantil y se las arregló para salir airosa, cosa que es
un gran logro a pesar de sus fallas.