Cuatro ases de Dc Cómics

28 Feb 2016
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Ilustraciones de portada

Es muy común escuchar a los fanáticos del noveno arte quejarse de la editorial ECC Sudamérica (El Catálogo del Cómic) por el material que publica. Más allá de las series actuales que aparecen muy cada tanto, comenzaron a optar por algunos clásicos contemporáneos que se reeditan hasta el cansancio. De todas formas, si hay tantas ediciones de esas obras es por algo y, por ende, estos libros deben estar en sus bibliotecas.

Kingdom Come: A mediados de los noventa, el ilustrador Alex Ross sorprendió con su estilo hiperrealista en la miniserie Marvels, lo que le confirió el rol de estrella. Si bien su talento le permitía esa comodidad de otros dibujantes como Jim Lee de prescindir del guion, Ross siempre apuntó a que sus obras tengan una base argumental fuerte y contenido comiquero relevante. Si Marvels representaba el amanecer del universo Marvel y fue un canto al súper héroe, Kingdom come era el ocaso. El guionista Mark Waid supo ir más allá de la crítica a los súper héroes violentos de los noventa y explorar la naturaleza del ser humano en medio de esa lucha de ideologías superheróicas. Kingdom Come es una obra cúspide en cuanto a guion y dibujo, que seguro les va a dejar una estela después de que la lean.

Justicia: Si consiguen un cómic de la Liga de la Justicia de los sesenta o setenta, van a sorprenderse por la cantidad de ideas y de villanos coloridos que poblaban esas viñetas. Es cierto, la narrativa es un tanto arcaica para los estándares actuales, pero la influencia de estos cómics es tan importante, que hoy vemos muchos elementos de estas historietas actualizados. A veces la nostalgia gana y los autores encuentran alguna forma de revivir esa liga con nuevas historias, como fue el caso de Mark Waid y Barry Kinston con JLA Year One, o de los señores Alex Ross y Jim Krueger en Justice. A nivel gráfico vuelve a imperar el hiperrealismo al que nos tiene acostumbrados Ross, pero con una mucho mejor narrativa. También hay escenas muy épicas a lo Jack Kirby y ángulos muy interesantes. Es decir, si compran cómics solamente por el dibujo, esta es una gran opción. Justice sin embargo, es una sorpresa en cuanto a guion. Podría haberse quedado en la nostalgia y lo clásico, pero con un solo elemento logran darle una madurez muy interesante a la historia y también, giros muy interesantes aunque esperables si conocen a los personajes, sin dejar nunca de lado lo colorido y divertido de los cómics clásicos. Justice es guiño con clase al pasado y a la nostalgia.

JLA - Crisis de Identidad: Uno de los asesinatos más brutales del universo Dc, el de Sue Dibny, sirvió para mostrar lo más oscuro de los héroes y los villanos. Por suerte, cada tanto, autores como Brad Meltzer se acuerdan de que los súper héroes también son humanos. Esto significa que cometen errores y a veces toman decisiones que destruyen la moralidad que se espera de ellos. Hay otro elemento del que se agarra Meltzer para explorar esta dualidad moral, y es la peligrosidad de los súper villanos. Si los héroes no matan, entonces tienen que frenarlos de otras formas. También hay muchas peleas, inteligentes y violentas, que Rag Morales ilustra con mucho dinamismo, pero este es un cómic con mucho peso dramático y psicológico. Y es aquí donde está la magia de este cómic. Si les gustan las historias más adultas y duras, esta debe ser su elección.

All-Star Superman: Grant Morrison es un gran guionista cuando se aleja de los delirios y las historias pretenciosas. Así nos sorprendió con Animal Man, Multiversity y The Invisibles. No cualquiera está a la altura de su imaginación y muchos dibujantes sufren frente a los guiones de Morrison. Cuando a Frank Quitely le toca esa labor, sus talentos se potencian. Él es capaz de ilustrar cada uno de sus caprichos y mejorarlos, como vimos en We3, Flex Mentallo y por supuesto All-Star Superman. Este cómic trata sobre la muerte del kriptoniano, pero no desde ese punto de vista banal y pochoclero que vimos en La Muerte de Superman de los noventa. Aquí vemos al héroe máximo luchando contra la idea de esa muerte cercana e inevitable pero, a su vez, busca dejar un legado. Después de todo, es prácticamente un dios, cosa que Morrison comprende. Así juega con el concepto de las pruebas de Hércules, para demostrarnos además, que nunca dejó de lado las enseñanzas de Martha Clark y Jonathan Kent que lo ligan a ese entorno al que ama y al mundo al que inspira. En All Star Superman, la grandeza va por lo humano, porque en cada una de las proezas está presente la necesidad de dejar un legado e intentar mejorar el mundo. Justamente lo que nos muestra Morrison, es que no importan los poderes, sino la grandeza del ser y eso le sobra a Superman.  All Star Superman es una oda al súper héroe que nos recuerda que la mayor fortaleza está en ser humanos. 

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