Princesa de un planeta destruído

30 Dic 2015
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Ilustración de Terry Dodson

He pasado muchas horas de mi vida viendo páginas de figuras de acción y merchandising de películas y cómics a pesar de que nunca compro nada. Internet es maravilloso para sacarse el prejuicio de "estos son muñequitos" y simplemente disfrutar del nivel y la calidad de lo que encontramos en esas páginas. A veces la originalidad es demasiado grande y aparecen cosas como unas cuantas piedras en una caja que tiene el diseño clásico de Star Wars. Es el set de juego de Alderaan, ese planeta que destruyó la Estrella de la muerte en Episodio IV. Fue una broma, pero eso no le quita originalidad y la posibilidad de que los fans más acérrimos la compren, si existiese. Pero si nos ponemos a pensar detenidamente, Alderaan, a pesar de su destino fatídico fue solamente un elemento narrativo. Otro de los tantos huecos y errores de Star Wars. Al igual que la tortura de Leia Organa a manos de Darth Vader que quedó en nada. Ni siquiera como un recuerdo fugaz o amenaza.  Fue una escena, nada más. Y es aquí donde Mark Waid vio la oportunidad de contar una gran historia, cosa que hizo en Star Wars - Princesa Leia, una miniserie ubicada entre los Episodios IV y V, que explota justamente la búsqueda de los sobrevivientes de la destrucción de Alderaan.

Mark Waid es uno de los pocos guionistas que se las arreglan para dar una impronta muy personal en el cómic comercial. Cuando muchos otros lloran por la falta de libertad creativa que hay en editoriales como Dc o Marvel, él sabe explotar al máximo esos detalles inexplorados, pero lógicos que tienen personajes como Daredevil o JLA. Lo que sigue es una construcción brillante de personajes sin dejar de lado las buenas historias. El resultado casi siempre termina en una de las mejores etapas de los personajes, como le pasó con Flash y Los Cuatro Fantásticos. En la miniserie Princesa Leia hizo otra vez lo suyo y partió desde ese hueco argumental que Lucas había dejado. ¿Qué pasó con los habitantes de Alderaan que no estaban en el planeta cuando fue destruido? y ¿qué hizo la Princesa Leia con ellos? - Además, Waid estaba entusiasmado por escribir un cómic con un personaje femenino fuerte como protagonista. Además, el guionista dijo que es un caso que lamentablemente no se repitió mucho, que es el de una damisela en peligro que termina tomando las armas y va a donde está la acción, incluso con más convicción que los mismos héroes. Un personaje como ella no podía quedarse con los brazos cruzados después de la destrucción de su planeta y sobre todo, después de lo que vimos que pasó en el Episodio IV. Así es como comienza una suerte de road movie en el espacio en la que no falta la acción, hay un poco de espionaje, diplomacia y un tratamiento excelente del dolor de aquellos que han perdido su planeta. Sin dudas tiene reminiscencias a esos episodios sangrientos de la historia de la humanidad en el que los que han perdido su país y su patria tienen que luchar para mantener las tradiciones y su propia cultura.

Como todo cómic de la Star Wars, en el dibujo no faltan las caras de los actores más icónicos (hay que vender). A veces son intentos lamentables que quedan en un Harrison Ford a medio derretirse o Mark Hamill con quemaduras graves. Terry Dodson es un artista que ilustró en los noventa uno de los mejores cómics de la saga, Fuerza oscura naciente, basada en la novela homónima. Supo arreglárselas bien, aunque esos rostros conocidos parecían pegados dentro de las viñetas y hacían mucho ruido. Evolucionó mucho como artista y en Princesa Leia, su mayor mérito es el poder dibujar a Carrie Fisher con los peinados y las ropas típicas del personaje mimetizado en cada viñeta. Si alguien que no conoce la saga lee este cómic, es posible que piense que es un personaje exclusivo de la historieta. En ese sentido es brillante. Por supuesto, las escenas de acción y peleas en el espacio no faltan y aquí también se luce, sobre todo en la construcción de las escenografías. Logra espacios gigantescos en el que nos hace sentir la inmensidad del espacio y la magnitud de las batallas espaciales. En lo que falla es en los momentos introspectivos, que se vuelven bastante forzados y pierden esa carga emotiva que le da fuerza al guión. De todas formas, su trabajo gráfico en esta miniserie está muy por encima de la media.

La estrella de la muerte con orejas de Disney hizo lo suyo con el universo expandido de Star Wars. Ellos fueron mucho más efectivos, les bastó un comunicado para dejarnos sin nada y decir que iban a comenzar desde cero a ir más allá de las películas, siempre y cuando tuviese el sello de Disney. Los fans, exagerados (para variar), nos imaginamos a Donald, Mickey e incluso Goofy portando sables láser. Por suerte, con cómics como Star Wars Princesa Leia, nos cerraron la boca. Cada uno de los títulos que sacaron fue una sorpresa grata y realmente una visión fresca que explota los huecos argumentales de Lucas. Es más, nos deja en claro que Star Wars es un gran queso Gruyere al que amamos. Por supuesto, entre tantos títulos hay un lado oscuro, el desastroso imperio roto, pero eso es otra historia. La que importa ahora es la que escribió Mark Waid e ilustró Terry Dodson. 

 

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