Green Lantern / Green Arrow - Cuando los problemas sociales impactaron en el cómic

24 Jun 2015
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Ilustración de Neal Adams

En los setentas la sociedad norteamericana vivía grandes cambios  en su forma de pensar. El asesinato de Kennedy y una guerra de Vietnam que llevaba a los Estados Unidos a la derrota, le habían quitado la inocencia al american dream. Aún faltaban un par de años para el escándalo Watergate y la caída de Nixon.

Los cómics también habían vivido sus cambios. En los sesenta, Marvel se había convertido en un hito moderno gracias a su apuesta de superhéroes con problemas reales. Peter Parker, Reed Richards y los suyos habían ido más allá en los setentas, donde la apuesta era lo cósmico.

La editorial DC Comics tenía que cambiar a sus personajes para no perder contra esto.  ¿Qué mejor que un personaje segundón para probar suerte? Green Arrow había perdido su fortuna en las páginas de la Justice League of America, y de ser un playboy millonario, pasó a ser un vigilante callejero simpatizante de las ideas progresistas, las causas sociales y el liberalismo, especialmente con un guionista liberal que había sido periodista, Dennis O'Neil. No por nada se decía que alguien ponía sus ideas en boca de Oliver Queen. Para completar el cambio, el genial Neal Adams, que llegó del mundo de la publicidad, le dio un nuevo Look que lo asemejaba a un Robin Hood moderno.

Sea como sea, el personaje funcionó perfecto en ese Estados Unidos que estaba  a punto de perder la guerra de Vietnam, y donde las ideas políticas liberales estaban más fuertes que nunca.

Todavía necesitaba un empujón más para hacerse famoso, y esa necesidad de mezclar los parecidos lo llevó a Green Lantern. La serie estaba pasando por un mal momento, los conceptos de Space opera y noir con super heroes, podrían haber andado en los 60s, pero ahora la gente estaba cansada de eso. Las vueltas sentimentales de Hal Jordan cansaban.  En una de esas decisiones editoriales inteligentes, la Dc decidió experimentar con estos dos personajes. Necesitaban dar un golpe al estilo de la Marvel, apuntar a lo social y que sus personajes sufran en un entorno realista... Sin embargo fueron más allá de eso.

Fue en ese glorioso número 76, en el que el cómic pasó a llamarse Green Lantern/Green Arrow, donde la dupla de Neal Adams  y Dennis O'Neil ¿Les suenan? trataron por primera vez temas socialmente relevantes en los cómics de súper héroes. La crítica social era algo del cómic under, las historietas de autor. Sin embargo desde ese número se trataron temas que por ese entonces eran fuertes como el racismo, la superpoblación, la discriminación, la contaminación, las drogas. Desde la perspectiva del superhéroe en un medio comercial supuso una novedad enorme y fue el soplo de aire fresco que los personajes necesitaban. Si bien las historias siguen una línea de aventuras y ciencia ficción, la manera en la que tratan los temas, duele. Se nota la base periodística liberalista, por lo que algunos números siguen impactando a pesar de haber sido escritos en los setentas y a otros se les nota el paso de los años.  O'Neil utiliza al medio como un elemento de demanda. Se explaya con sus opiniones dentro de los cuadros de texto, y logra adaptar las caracterizaciones de los personajes a estos temas, haciéndolos más maduros. Los dos números donde el ayudante de Green Arrow, Speedy, es un adicto a la heroína y logra recuperarse marcaron un antes y un después en cuanto a la pérdida de inocencia y la crudeza con la que se trató el tema dentro del noveno arte, al punto de que se arriesgaron a editarlos, aún sin que tengan el sello de aprobación del Comics Code. Incluso introdujeron a un Green Lantern negro, John Stewart.

 Los dibujos de Neal Adams tienen todos sus elementos característicos, es decir, la sutileza en la acción, las poses elegantes, los escorzos.  Esto brinda mucho hincapié a las expresiones lo que da mucha mayor verosimilitud a los temas que se tratan. El rostro de Dinah Lance apiadándose de Roy es increíble, la bronca de Hal Jordan cuando ve la injusticia social en el pueblo de Desolation, hace que uno también sienta bronca.

En el documental 75 years of Dc comics, O'Neil explica por qué los personajes se complementaron tan bien. Green lantern necesitaba alguien que le abra los ojos frente a lo social. Era un héroe espacial en un cuerpo de policías. En cierta forma era el mejor policía de la historia, pero un policía al fin. La ironía estaba en que Hal no sabía que los grandes males no venían del espacio, sino que estaban inmersos en la sociedad y corroían a ese sistema. No por nada la página donde un hombre de color le saca en cara de que ha salvado a seres de piel naranja, violeta pero jamás hizo nada por los negros, se ha vuelto un clásico. Al ser un héroe espacial, al mando de los Guardianes del universo, no podía enfrentarse a esas cosas. Green Arrow les insiste a Guardianes, los jefes de Green Lantern, de mostrarles ese mal del que habla, y ellos para corroborar, envían a un guardián para que recorra el país junto a los dos héroes, y así aprenda de la humanidad y sus problemas reales en un road movie comiquero.

Lástima que como todo lo bueno, tuvo su final. En el número 89 se hizo una apología bastante directa a la crucifixión de Cristo. El dúo y un ecoterrorista son literalmente crucificados con cadenas en las colas de aviones. Esto generó tal controversia, que la serie fue cancelada. Se editaron unos números en el complemento de Flash para cerrar todo, y es donde Green Arrow mata por accidente y termina reflexionando sobre la vida en un monasterio por el cargo de conciencia. Un excelente final, pero nos quedamos con ganas de más.

No por nada esta saga se ha convertido en un clásico, al que hacen referencia seguido. Ese viaje por los Estados Unidos reales, vive en la memoria de todos los comiqueros. Y Green Arrow, jamás ha tenido tanta razón como cuando le habló a los guardianes.







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