El regreso de Dago a la Argentina
Las
historietas de Editorial Columba no desaparecieron de golpe de las revisterías.
La editorial agonizó durante la segunda mitad del año 2000 a pesar de que aún
ofrecía buenas obras y había sido famosa por personajes clásicos creados por
Robin Wood como Nippur de Lagash o Dago. La crisis económica fue un golpe
fuerte que no pudo superar, incluso cuando había intentado adaptarse al formato
de comic book americano que estaba en auge en ese tiempo. Fundió en el 2001.
Muchos de los autores que se hicieron famosos gracias a esa editorial encontraron
un mercado que los aceptó: Europa. El
italiano era más parecido al que ofrecía Columba. Ese público prefería personajes
cuyas historias se desarrollaban mes a mes, uno de ellos era Dago, creación de
Robin Wood y Alberto Salinas, el cual apareció por primera vez en la revista Nippur Magnun en el año 1981.
El éxito de este personaje en Italia fue
incluso mayor al que tuvo en Argentina. En los episodios que se publicaron en
el país vimos como el protagonista, César Renzi, antes de convertirse en Dago
era un noble veneciano que disfrutaba la buena vida. Su familia fue asesinada después
de que su padre descubriera la conspiración de grupo de traidores aliados a
enemigos de Venecia. Entre ellos, se encontraba su amigo, Giácomo Barazutti,
quien le clavó una daga en su espalda y lo arrojó al mar. Lo rescató un grupo de piratas turcos, cuyo
capitán, para mofarse de su condición de noble caído, lo rebautizó como Dago
por esa daga clavada en su espalda y lo esclavizaron. Si bien la sed de
venganza lo impulsaba, sabía que lo principal era sobrevivir. Para eso se valió
de su voluntad inquebrantable y sobre todo, de su astucia. De ser esclavo, pasó
a ser renegado a su patria, agente del Sultán en su cuerpo de élite, los
jenízaros. Incluso logró un rango superior y se convirtió en el jenízaro negro
y luego en una suerte de mercenario. Sus aventuras transcurrieron en el imperio
Otomano y en gran parte de Europa en donde se cruzó con algunos personajes
históricos, como Jeireddín Barbarroja y Vlad
Tepes, el Drácula real.
Estas aventuras continuaron más allá de los 209 episodios, extras y especiales
que editó Columba. Cada semana, en la
revista Lanciostory de Italia, sus nuevas andanzas lo sumergían en
conspiraciones políticas que se cruzaban con personajes y episodios históricos
en los que él intervenía para evitar que las cosas empeoren, por ejemplo en el
saqueo de Roma de 1527. También se codeaba con la realeza, a los
que muchas veces se les reía en la cara, aun así ayudó a evitar guerras, entre
ellas la que casi se dio entre los Reyes Católicos y la Casa Tudor por el
amorío entre Enrique VIII y Ana Bolena. Su destino se cruzó con el de Francisco
Pizarro y terminó, aunque no a gusto, en la conquista del Perú en donde fue
testigo de los horrores de la conquista.
El público argentino, fiel a Dago, pidió durante años que se vuelva a editar al
personaje, según Ariel Avilez, autor del sitio web blancas murallas. Tomás Coggiola de Comic.ar, explica que por otro lado la gente lo recordaba mucho, en
cada feria que aparecía Robin Wood había una pregunta obligada por esas
historias de Dago, que se publicaron en Italia, y son desconocidas para el
público argentino. Coggiola sostiene además que la idea es la de recuperar el
material inédito. Lo anterior ya se había publicado durante mucho tiempo y
reeditado por la misma editorial Columba en sus últimos años, además es más interesante publicar lo que no
se conoce. Comic.ar elige publicar sagas fundamentales por la calidad y la
importancia en la historia del personaje. La ventaja de esta forma de edición
está en la posibilidad de entregarle al lector una obra completa. La editorial se encuentra editando una serie
de doce tomos de los que se van publicando siete: Saqueo de Roma (3), Lucca
(2), Cuestión real y El oro del Inca. Estas sagas pueden
leerse sin conocer toda la historia del personaje.