Solo, una historia de Star Wars
Por lo que
veo, Han Solo: Una Historia de Star Wars
(2018), no se puede defender por sí sola, así que voy a salir a su defensa
porque le están pegando de varios lugares y encima no le está yendo tan bien en
la taquilla (o no como quisiera Disney),
teniendo en cuenta que es una franquicia de Star Wars.
Desde el
comienzo esta película ya estaba marcada por la crítica y los fans. Por un
lado, los fans de la saga sostienen que Han Solo es único y que Harrison Ford es irremplazable y nadie
tenía el carisma, ni la chapa para estar en esos zapatos. En cambio, la crítica
no vió bien el cambio de director en medio de la filmación, ya que Phil Lord y Christopher Miller directores de The Lego Movie (2014) abandonaron el proyecto por "diferencias creativas". El nuevo
director Ron Howard se puso manos a
la obra y re-filmo las mayorías de las escenas, sacándole el excesivo tono
humorístico.
Con qué nos encontramos
Precuela de la saga Star Wars, en la que se conocen
los primeros pasos que dió el personaje de Han Solo, desde joven hasta
convertirse en el contrabandista antihéroe que vimos en "Una nueva
esperanza", antes de encontrarse con Luke Skywalker y Obi-Wan Kenobi en la
cantina de Mos Eisley.
Cronológicamente
esta película se ubica después de Star
Wars: Episodio III - La Venganza de los Sith (2005) y antes de Rogue One: Una Historia de Star Wars (2016).
¿Por qué vale la pena?
El guión corre
por cuenta de Lawrence Kasdan, alguien
con experiencia en la franquicia. Fue el guionista de Star Wars: Episodio V - El Imperio Contrataca (1980) y Star Wars: Episodio VI - El Regreso del
Jedi.
En cuanto a
sus protagonistas, el papel imposible le tocó a Alden Ehrenreich, el cual logró un gran acercamiento a su antecesor
Harrison Ford, por supuesto salvando
la distancia. Pongámonos de acuerdo en que la construcción de personajes y la
caracterización no son iguales. Pasaron más de 30 años, los conceptos cambiaron
bastante. Nos queda Woody Harrelson
en el papel de Beckett, mentor de
Han, Emilia Clarke como Qi'ra, el interés amoroso y Donald Glover como Lando Calrissian, alguien que también supo llenar muy bien su
lugar, antes interpretado por Billy Dee
Williams. No me quiero olvidar del robot, siempre hay uno en cada película,
esta vez es L3-37 compañero de
Lando. Una vez más se vuelve a llevar toda la atención, sobre todo por su lucha social por la liberación de los
compañeros robots. Les diría que lo más flojo de todo este elenco es The Mother of Dragons (Emilia Clarke),
sobreactuada en ocasiones, de risa forzada y con poca química con el
protagonista, detalles que hacen que la historia de ellos dos no nos llegue.
Por último,
fue un gran acierto haber encarado la película en el género del western, un outlaw (fuera de la ley),
anti-heroe, aventurero, pero con fuertes ideales. El género cinematográfico
puro es muy difícil de encontrar, las películas ya no son encorsetadas en uno
exclusivamente, siempre que tenemos acción, tenemos aventura con toques de
sci-fi o hasta de terror, o las románticas pueden ser comedias o dramas. Según Vincent Pinel en el libro Los
Géneros Cinematográficos, el western está caracterizado por: “La época: la conquista del oeste. El lugar: la frontera americana. Los decorados: predomina el paisaje
abierto que establece una comunión con el hombre, Los personajes: el aventurero, el justiciero, el solitario, el
chico malo arrepentido, el bandido bondadoso, el matón a sueldo, el outlaw, el
sheriff, las mujeres, el indio y el soldado por nombrar algunos. Los accesorios: las armas, el caballo y
la vestimenta. Los Temas: la
emigración, los desplazamientos, los conflictos raciales, la lucha por la
propiedad, el poder, los actos ilegales (asalto al tren) y la guerra. Como
verán esta historia de Star Wars (cambiando algunas cosas) encaja perfecto en
algo que se llama Space Western. Si cambiamos La época: un futuro lejano y El
lugar: el espacio, todos los demás elementos se mantienen. Por dar un
ejemplo, la banda de Enfys Nest
tenía cascos con plumas o el asalto al tren.
La leyenda sigue intacta
A pesar de que sabemos que los personajes no mueren, durante toda la película pensamos cómo van a salir de las situaciones de alto riesgo y complejidad a las que se enfrentan con la muerte pisándole los talones. Así y todo, la película entretiene mucho más que Star Wars: Episodio VIII - El ultimo Jedi (2017), la cual dejó mucho que desear. Han Solo: Una historia de Star Wars (2018) es una buena película, sólida, con buen ritmo, grandes caracterizaciones, divertida y con la acción justa, denostada por fans intransigentes y opinólogos, que hacen cualquier cosa por obtener un like.