El mundo Indie esconde gratas sorpresas

El mundo Indie esconde gratas sorpresas

Un festival reunió a varias bandas tucumanas y de otras provincias. Mujercitas Terror y Los Alamos sobresalieron por sus propuestas diferenciadoras. Con artistas como estos, hay esperanzas para el rock.

LO QUE IMPORTA ES LA FORMA. Las bandas y el público comparten espacios en Pollock. LA GACETA / FRANCO VERA LO QUE IMPORTA ES LA FORMA. Las bandas y el público comparten espacios en Pollock. LA GACETA / FRANCO VERA
31 Mayo 2007
Felizmente, hay en pie artistas que piensan, que no se conforman y que trabajan para encontrar algo distinto. Algo que vuelva a movilizar el espíritu. El viernes pasado, en Pollock, Mujercitas Terror y Los Alamos, dos bandas de Buenos Aires muy diferentes entre sí, dejaron esa sensación.
El festival indie fue largo. Era feriado y la fría noche no ayudaba demasiado a entrar en calor. Pero las bandas le pusieron ganas, y algunas con más suerte que otras pudieron levantar al público, que fue llegando a cuentagotas, tarde.
Entre los grupos locales, Monoambiente (en ese formato y no como experimento con máquinas) deslumbró con sus canciones ajustadas y sinceras. Estación Experimental y Empleado del Mes, organizadoras del encuentro, ya tienen acostumbrado al público a dar recitales enérgicamente lúdicos, y volvieron a hacerlo.
Las bandas que se sumaron a este festival (fueron 10 en total las que tocaron) no tienen grandes pretensiones escénicas. Con la luz de la bola de estrellas alcanza, porque lo importante se percibe con otro de los sentidos: el auditivo. Por eso poco importa tocar en un escenario despojado y austero. La espectacularidad de sus sets no pasa por ahí. ¡Aleluya!
Tampoco les aflige demasiado que la respuesta del público no haya sido la esperada (hasta cerca de la medianoche había muy poca gente, y luego se sumó un buen número, pero sin llegar a llenar el boliche).
Este tipo de festivales ayuda, sobre todo, a saber que hay algo diferente en el mundo, que no todo pasa por las radios o la TV, y mucho menos por el cada día más monopolizado circuito comercial. Seguramente no se harán grandes descubrimientos, porque las propuestas mal que mal se escuchan de vez en cuando en alguna reunión con amigos. Pero es seguro que reconforta saber eso, que hay algo más atrás del mercado.
Eso sí: estaría bueno que en la próxima visita se apunte más a la difusión.

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