18 Noviembre 2008
VIOLENCIA. Los habitantes de Achacachi acusaron de robo a las víctimas del ataque. REUTERS
LA PAZ, Bolivia.- Un policía boliviano logró detener un linchamiento a 11 personas acusadas de ser autoras de una serie de robos y de un intento de asesinato. Cientos de habitantes de un pueblo indígena golpearon y azotaron a las víctimas. Pese al esfuerzo, el efectivo no pudo evitar que dos de ellas murieran y que las otras nueve resultaran heridas.
El violento hecho, que se produjo en Achacachi, a 70 kilómetros de La Paz, se inició cuando los campesinos quemaron un ómnibus en el que los viajantes habían llegado al pueblo y en el que los residentes afirmaron haber descubierto algunos de los objetos que fueron sustraídos.
Según testigos, los campesinos intentaron incendiar vivos a los visitantes que ocupaban en el vehículo, después de azotarlos durante horas con látigos y palos. Algunas de ellos lograron apagar las llamas en sus cuerpos rodando por el suelo.
La Policía informó que, cuando los pobladores aceptaron entregarlos, trasladaron a los nueve sobrevivientes a un hospital público para que los asistieran. Las autoridades del nosocomio explicaron que tres sufrieron quemaduras graves y están en terapia intensiva.
Investigación
El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, anunció que se indagará y que se sancionará a los responsables de la pelea. "Sean quienes sean, porque cometieron homicidios", afirmó.
El funcionario dijo que el caso no puede considerarse un acto de justicia comunitaria. "No podemos responder a la violencia con la violencia. No podemos responder al delito con delito", expresó.
Los campesinos desistieron de matar a las 11 personas tras una larga deliberación con los uniformados que intervinieron y con la ministra de Justicia, Celima Torrico. "Hermanos, la justicia comunitaria no contempla el linchamiento de la gente. Si tienen culpa serán castigadas por la justicia ordinaria. Les ruego que las liberen", le había dicho la funcionaria. (Télam)
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