Había una vez un Tucumán de juegos y de plomo

Había una vez un Tucumán de juegos y de plomo

Edunt publicó "La última ballena", libro que reúne seis relatos de Horacio Elsinger. Pura ficción

PRODUCCIÓN. Si bien hay hechos de la realidad histórica de Tucumán no está la pretensión de ser documento. LA GACETA / FOTO DE INèS QUINTEROS ORIO PRODUCCIÓN. "Si bien hay hechos de la realidad histórica de Tucumán no está la pretensión de ser documento". LA GACETA / FOTO DE INèS QUINTEROS ORIO
09 Abril 2012
"Uno escribe porque quisiera aproximarse a aquellos textos que uno leyó toda su vida y que producen tanto gozo. Quisiera que el lector encuentre historias que pretenden ser atractivas y disparar la imaginación, la ilusión y también la memoria". Horacio Elsinger se desplaza de la cátedra de Estética y del terreno de la filosofía hacia el de la literatura, donde reconoce como referentes a Arlt y a Cortázar.

Y no es que ahora se haya puesto a escribir cuentos (siempre lo ha hecho), sino que se ha decidido a publicar. Para ello ha seleccionado seis relatos que conforman una equilibrada unidad y los pone a consideración en "La última ballena", el libro de cuentos que publica Edunt.

En esos relatos se cruzan la infancia y los años de plomo en la Argentina. "Pero no necesariamente están presentes en todo momento, y resulta una relación tensa entre esa expectativa del paraíso soñado en la infancia y la cruda realidad de aquellos años", refiere.

Sobre los aspectos formales o narrativos apela a un lenguaje muy directo. "Me inclino por un lenguaje despojado, evito caer en lo lírico; antepongo mucho el aspecto comunicacional en la escritura y trato de que lo metafórico surja de la totalidad, de no caer en un lenguaje que quiere a cada paso mostrarse como poético", afirma.

Los cuentos están narrados en primera y en tercera persona, y también aparece una inusual segunda persona. "Es el que tiene la estructura formal más compleja, como una búsqueda de ese entramado de lenguaje y de tiempo, porque así lo exige la historia que quiero contar -explica el escritor-. Antepongo a las preocupaciones formales el deseo".

El pasado como disparador

"Se me ocurre que el trabajo del escritor se parece al trabajo del inconsciente; es decir, ahí no hay tiempo ni espacio, sí deseo, y uno se mueve por el deseo profundo de contar estas historias de Tucumán y de esa época. Pero no son recuerdos -advierte-; es un libro de cuentos y, como todo escritor uno apela a elementos referidos a la experiencia, biográficos o autorreferenciales, pero es pura ficción. Y si bien hay hechos de la realidad histórica de Tucumán que uno puede reconocer, no está la pretensión de ser documento ni registro".

El escenario es Tucumán, y también San Miguel, un recurso que Elsinger utiliza también en una novela inédita.

Las preocupaciones de Elsinger van por el lado de lo estético y lo reflexivo, en convergencia con sus intereses literarios. "Y al publicarse -se proyecta- cualquier obra artística siempre está más acá o más allá del autor... nunca se sabe; lo importante es la resonancia que puede alcanzar".

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