27 Octubre 2011
Faltazo del Mercosur a la cita en Paraguay
Con distintas excusas, Cristina Fernández, Dilma Rousseff y José Mujica dejarán solo a Fernando Lugo en la representación del bloque. Plenario devaluado por las ausencias y por la merma en la incidencia de España en el continente. Se espera un debate sobre la vuelta de página a la política neoliberal
ASUNCIÓN.- España, Portugal y Latinoamérica celebrarán mañana y el sábado, en Paraguay, la XXI Cumbre Iberoamericana, encuentro devaluado por grandes ausencias y con libretos cambiados: los ex imperios colonizadores europeos están en plena crisis, y los países latinoamericanos crecen y su gran preocupación es evitar el contagio de los problemas económicos, que podría llegar a través de China.
Las realidades también son opuestas en la política: mientras que los socialistas perdieron el poder en Portugal y están a punto de cederlo en España, la izquierda heterogénea que gobierna buena parte del sur americano celebra la reelección de Cristina Fernández de Kirchner en la Argentina.
Sin embargo, la mandataria argentina es una de las grandes ausentes de la cita en Asunción. Tampoco estarán Dilma Rousseff (Brasil) ni José Mujica (Uruguay), con lo cual el único representante del Mercosur será el anfitrión, Fernando Lugo (ver "Siempre...").
Las excusas fueron diversas: Fernández argumentó que no podrá asistir porque hoy se cumple un año de la muerte de su esposo, Néstor Kirchner; Rousseff alejó problemas internos en su Gobierno, y Mujica, cuestiones de salud. El mismo argumento invocó el venezolano Hugo Chávez, alejado de la escena internacional a raíz de un cáncer, mientras que su par colombiano, Juan Manuel Santos, afronta elecciones municipales clave en su país este domingo.
En cambio, Lugo podrá recibir al español José Luis Rodríguez Zapatero, en su última intervención ya que dejará el poder tras los comicios de noviembre, y al portugués, Pedro Passos Coelho.
De otra época
"Los europeos son los sudamericanos de otras épocas, con sus cuentas desordenadas y gastando más de lo que tienen. Llegan debilitados, cabizbajos, buscando oportunidades de inversión y empleo para aliviar sus crisis a una región donde han perdido influencia ante países como China, gran comprador de materias primas", dijo Alberto Pfeifer, del Grupo de Análisis de Coyuntura de la Universidad de San Pablo.
El foro iberoamericano fue inaugurado en 1991, como espacio de reunión y de búsquedas de consensos entre los Gobiernos, pero fue perdiendo interés con el tiempo. "La cumbre ha perdido protagonismo porque España, su principal gestor, también perdió influencia en el continente y por las nuevas iniciativas de articulación de los países latinoamericanos", consideró Giorgio Romano, investigador de la Universidad de San Pablo y experto en los procesos de integración con Europa.
En efecto, en los últimos 20 años surgieron el Mercosur, la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). España sigue estando presente en inversiones privadas y recibe a cientos de miles de inmigrantes latinoamericanos, aunque su influencia diplomática se tornó más discreta en los últimos años.
"La iberoamericana se tornó en la más insustancial y protocolar de las reuniones. Latinoamérica luce mejor en gran parte debido al boom de las commodities, pero debería curarse de los excesos de confianza y no ilusionarse con la prosperidad", reforzó Eduardo Viola, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia.
Nuevo rol del Estado
"Transformación del Estado y desarrollo" es el lema elegido para el plenario, mucho antes que la crisis financiera actual adquiriera la gravedad de este momento. Los asistentes deberán tomar posición respecto del nuevo papel que le corresponde al Estado, poco después de que muchos proclamaran las virtudes ilimitadas del mercado como solución a todos los problemas, con la desregulación del sistema financiero y laboral y la promoción de privatizaciones de empresas públicas.
Ahora predomina la idea de que el Estado debe mantener la soberanía sobre algunas áreas estratégicas y los recursos naturales, y encargarse nuevamente de cuestiones básicas como la seguridad social, la salud, la educación, la vivienda y la alimentación de la gente. Pero no todos piensan igual, por lo que se seguirá con especial atención al chileno Sebastián Piñera y al mexicano Felipe Calderón, y sus eventuales contrapuntos con el boliviano Evo Morales y el ecuatoriano Rafael Correa.
Por centroamérica asistirán Porfirio Lobo (Honduras); Ricardo Martinelli Berrocal (Panamá); Antonio Leonel Fernández (República Dominicana) y Álvaro Colom (Guatemala). Además, concurrirá el jefe de Gobierno de Andorra, Antoni Martí Petit, y será el debut del peruano Ollanta Humala.
La agenda no genera grandes expectativas, y se abrirá mañana a primera hora con un encuentro de los cancilleres. Por la noche sesionarán los presidentes, luego de los discursos inaugurales del secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, y de Lugo. Todo terminará en la tarde del sábado, con la firma de documentos formales (no tienen efecto vinculante ni son de cumplimiento obligatorio para los signatarios), el traspaso de la secretaría pro témpore a España (sede de la XXII cumbre en 2012) y el discurso del rey Juan Carlos. (Especial-AFP-DPA)
Las realidades también son opuestas en la política: mientras que los socialistas perdieron el poder en Portugal y están a punto de cederlo en España, la izquierda heterogénea que gobierna buena parte del sur americano celebra la reelección de Cristina Fernández de Kirchner en la Argentina.
Sin embargo, la mandataria argentina es una de las grandes ausentes de la cita en Asunción. Tampoco estarán Dilma Rousseff (Brasil) ni José Mujica (Uruguay), con lo cual el único representante del Mercosur será el anfitrión, Fernando Lugo (ver "Siempre...").
Las excusas fueron diversas: Fernández argumentó que no podrá asistir porque hoy se cumple un año de la muerte de su esposo, Néstor Kirchner; Rousseff alejó problemas internos en su Gobierno, y Mujica, cuestiones de salud. El mismo argumento invocó el venezolano Hugo Chávez, alejado de la escena internacional a raíz de un cáncer, mientras que su par colombiano, Juan Manuel Santos, afronta elecciones municipales clave en su país este domingo.
En cambio, Lugo podrá recibir al español José Luis Rodríguez Zapatero, en su última intervención ya que dejará el poder tras los comicios de noviembre, y al portugués, Pedro Passos Coelho.
De otra época
"Los europeos son los sudamericanos de otras épocas, con sus cuentas desordenadas y gastando más de lo que tienen. Llegan debilitados, cabizbajos, buscando oportunidades de inversión y empleo para aliviar sus crisis a una región donde han perdido influencia ante países como China, gran comprador de materias primas", dijo Alberto Pfeifer, del Grupo de Análisis de Coyuntura de la Universidad de San Pablo.
El foro iberoamericano fue inaugurado en 1991, como espacio de reunión y de búsquedas de consensos entre los Gobiernos, pero fue perdiendo interés con el tiempo. "La cumbre ha perdido protagonismo porque España, su principal gestor, también perdió influencia en el continente y por las nuevas iniciativas de articulación de los países latinoamericanos", consideró Giorgio Romano, investigador de la Universidad de San Pablo y experto en los procesos de integración con Europa.
En efecto, en los últimos 20 años surgieron el Mercosur, la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). España sigue estando presente en inversiones privadas y recibe a cientos de miles de inmigrantes latinoamericanos, aunque su influencia diplomática se tornó más discreta en los últimos años.
"La iberoamericana se tornó en la más insustancial y protocolar de las reuniones. Latinoamérica luce mejor en gran parte debido al boom de las commodities, pero debería curarse de los excesos de confianza y no ilusionarse con la prosperidad", reforzó Eduardo Viola, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia.
Nuevo rol del Estado
"Transformación del Estado y desarrollo" es el lema elegido para el plenario, mucho antes que la crisis financiera actual adquiriera la gravedad de este momento. Los asistentes deberán tomar posición respecto del nuevo papel que le corresponde al Estado, poco después de que muchos proclamaran las virtudes ilimitadas del mercado como solución a todos los problemas, con la desregulación del sistema financiero y laboral y la promoción de privatizaciones de empresas públicas.
Ahora predomina la idea de que el Estado debe mantener la soberanía sobre algunas áreas estratégicas y los recursos naturales, y encargarse nuevamente de cuestiones básicas como la seguridad social, la salud, la educación, la vivienda y la alimentación de la gente. Pero no todos piensan igual, por lo que se seguirá con especial atención al chileno Sebastián Piñera y al mexicano Felipe Calderón, y sus eventuales contrapuntos con el boliviano Evo Morales y el ecuatoriano Rafael Correa.
Por centroamérica asistirán Porfirio Lobo (Honduras); Ricardo Martinelli Berrocal (Panamá); Antonio Leonel Fernández (República Dominicana) y Álvaro Colom (Guatemala). Además, concurrirá el jefe de Gobierno de Andorra, Antoni Martí Petit, y será el debut del peruano Ollanta Humala.
La agenda no genera grandes expectativas, y se abrirá mañana a primera hora con un encuentro de los cancilleres. Por la noche sesionarán los presidentes, luego de los discursos inaugurales del secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, y de Lugo. Todo terminará en la tarde del sábado, con la firma de documentos formales (no tienen efecto vinculante ni son de cumplimiento obligatorio para los signatarios), el traspaso de la secretaría pro témpore a España (sede de la XXII cumbre en 2012) y el discurso del rey Juan Carlos. (Especial-AFP-DPA)
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