27 Octubre 2011
Por Carlos Castillos - Agencia DPA
Foros académicos, civiles, empresariales y parlamentarios dan marco a la XXI Cumbre Iberoamericana en Asunción. Estos encuentros procuran ir más allá de cuestiones coyunturales de cooperación y consolidar y ampliar los espacios de discusión comunitaria hacia la preservación de la identidad iberoamericana. Así se incorporan diferentes sectores de la vida civil, que deberían aportar otras visiones hacia el objetivo común que, al menos en los discursos, tiende a una convergencia de intereses entre América latina, España y Portugal.
En el Programa de Alto Gobierno confluyen funcionarios de los países miembro y expositores de la política y del mundo académico, para intercambiar experiencias sobre la promoción y el desarrollo de liderazgos.
Un foro cívico contará con la presencia de diferentes representantes de la sociedad civil de cada Estado, de organismos internacionales y de ONGs de un amplio espectro. Hará foco en "la atención de las incidencias y participación de la sociedad civil en la construcción de políticas públicas".
El VII Encuentro Empresarial Iberoamericano contará con la participación de representantes del sector privado y expositores del ámbito económico regional, bajo la consigna "Las condiciones para la sostenibilidad del crecimiento de Iberoamérica en el nuevo entorno". Algunas gremiales empresariales anticiparon que plantearán las dificultades que enfrentan en el comercio regional.
Los parlamentarios iberoamericanos sesionaron hasta el martes y coincidieron en la necesidad de que haya una "mayor transparencia" en las gestiones legislativas para recuperar la credibilidad de la ciudadanía y "fortalecer la imagen de institución representativa de la sociedad". En ese ámbito, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, sugirió la realización de un "gran pacto fiscal dentro del Estado", para apuntar hacia la igualdad social, promocionar "activas políticas económicas" y "contemplar soluciones a los problemas sociales".
Foros académicos, civiles, empresariales y parlamentarios dan marco a la XXI Cumbre Iberoamericana en Asunción. Estos encuentros procuran ir más allá de cuestiones coyunturales de cooperación y consolidar y ampliar los espacios de discusión comunitaria hacia la preservación de la identidad iberoamericana. Así se incorporan diferentes sectores de la vida civil, que deberían aportar otras visiones hacia el objetivo común que, al menos en los discursos, tiende a una convergencia de intereses entre América latina, España y Portugal.
En el Programa de Alto Gobierno confluyen funcionarios de los países miembro y expositores de la política y del mundo académico, para intercambiar experiencias sobre la promoción y el desarrollo de liderazgos.
Un foro cívico contará con la presencia de diferentes representantes de la sociedad civil de cada Estado, de organismos internacionales y de ONGs de un amplio espectro. Hará foco en "la atención de las incidencias y participación de la sociedad civil en la construcción de políticas públicas".
El VII Encuentro Empresarial Iberoamericano contará con la participación de representantes del sector privado y expositores del ámbito económico regional, bajo la consigna "Las condiciones para la sostenibilidad del crecimiento de Iberoamérica en el nuevo entorno". Algunas gremiales empresariales anticiparon que plantearán las dificultades que enfrentan en el comercio regional.
Los parlamentarios iberoamericanos sesionaron hasta el martes y coincidieron en la necesidad de que haya una "mayor transparencia" en las gestiones legislativas para recuperar la credibilidad de la ciudadanía y "fortalecer la imagen de institución representativa de la sociedad". En ese ámbito, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, sugirió la realización de un "gran pacto fiscal dentro del Estado", para apuntar hacia la igualdad social, promocionar "activas políticas económicas" y "contemplar soluciones a los problemas sociales".
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