19 Mayo 2010
Los autoconvocados de la salud atienden múltiples frentes en su lucha contra el Gobierno. Mientras avanzan en la discusión interna para darse una estructura de contención institucional, los delegados ultiman los detalles para la movilización que realizarán mañana, desde las 13, en la plaza Independencia.
La jornada de protesta se hará con concurrencia a los lugares de trabajo, desde donde saldrán las manifestantes para confluir frente a la Casa de Gobierno. De este modo, se volvió a la anterior metodología, en reemplazo del paro total sin asistencia experimentado el miércoles pasado.
Complementariamente, se mantienen las otras medidas: suspensión en la atención de consultorios externos y de realización de cirugías programadas, quite de colaboración, bloqueo informático (no se cargan datos estadísticos) y cierre de los principales accesos. Por ende, en los hospitales públicos sólo se atienden emergencias, se mantienen abiertas las guardias y se entregan medicamentos indispensables para patologías crónicas.
De la marcha de mañana participarán otras expresiones de trabajadores (tanto estatales como privados) que no se sienten representados por las estructuras sindicales formales o estén enfrentados al Poder Ejecutivo. Fueron invitados, además, referentes de organizaciones sociales y de partidos y expresiones políticas de oposición.
"Hay sectores que están conformando una coordinadora de lucha, desde donde emitirían una declaración común apoyando a los autoconvocados. Existe un descontento generalizado por el aumento a las remuneraciones de los políticos", adelantó Horacio Pecamiche, delegado del hospital Avellaneda.
En ese centro asistencial surgió la iniciativa de tomar contacto con otras estructuras. Por ello, el lunes mantuvieron una reunión con referentes del gremio de Vialidad (denunciaron persecuciones); con Familiares de Víctimas de la Impunidad (lo lidera Alberto Lebbos); con Madres de la Esperanza y con estudiantes y docentes universitarios. "La idea es sumar a los gremios más combativos y menos burocráticos", concluyó el referente.
La jornada de protesta se hará con concurrencia a los lugares de trabajo, desde donde saldrán las manifestantes para confluir frente a la Casa de Gobierno. De este modo, se volvió a la anterior metodología, en reemplazo del paro total sin asistencia experimentado el miércoles pasado.
Complementariamente, se mantienen las otras medidas: suspensión en la atención de consultorios externos y de realización de cirugías programadas, quite de colaboración, bloqueo informático (no se cargan datos estadísticos) y cierre de los principales accesos. Por ende, en los hospitales públicos sólo se atienden emergencias, se mantienen abiertas las guardias y se entregan medicamentos indispensables para patologías crónicas.
De la marcha de mañana participarán otras expresiones de trabajadores (tanto estatales como privados) que no se sienten representados por las estructuras sindicales formales o estén enfrentados al Poder Ejecutivo. Fueron invitados, además, referentes de organizaciones sociales y de partidos y expresiones políticas de oposición.
"Hay sectores que están conformando una coordinadora de lucha, desde donde emitirían una declaración común apoyando a los autoconvocados. Existe un descontento generalizado por el aumento a las remuneraciones de los políticos", adelantó Horacio Pecamiche, delegado del hospital Avellaneda.
En ese centro asistencial surgió la iniciativa de tomar contacto con otras estructuras. Por ello, el lunes mantuvieron una reunión con referentes del gremio de Vialidad (denunciaron persecuciones); con Familiares de Víctimas de la Impunidad (lo lidera Alberto Lebbos); con Madres de la Esperanza y con estudiantes y docentes universitarios. "La idea es sumar a los gremios más combativos y menos burocráticos", concluyó el referente.
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