Los legisladores reivindicaron la importancia de tener un símbolo

Los legisladores reivindicaron la importancia de tener un símbolo

Cirnigliaro se sintió discriminado; Terán pidió que sirva para "distinguirnos"; Romano Norri y Ricardo Bussi destacaron el diálogo y la unidad.

14 Abril 2010
El legislador laborista Osvaldo Cirnigliaro fue la única voz disidente en la adopción de la Bandera de Macha como enseña provincial. Justificó su negativa en la supresión de la imagen de la Cruz, que dominaba la enseña creada en 1995 y derogada hace dos años.

"Los símbolos se honran con conducta, y Tucumán tenía una enseña que fue desconocida y derogada a pedido de José Alperovich. Como católico me siento discriminado por su actitud, que fue un acto provocativo inadmisible. Un Dios no debería ser motivo de discusión ni de rivalidades entre los hombres. Es lesivo y discriminatorio a la condición religiosa de mis representados que se procure la eliminación de la Cruz, y no se puede poner a la Virgen de la Merced en un rincón", sostuvo, al rechazar que la imagen sagrada esté en el moño o corbatín de la bandera en ciertas ceremonias.

El justicialista disidente recordó que hay un pedido en la Justicia para que se declare la nulidad de la derogación de la ley (incluida en el Digesto Jurídico Provincial) y sugirió que no se sancione ninguna norma hasta tanto los jueces no tomen una decisión. "¡Qué penoso sería que a la próxima Legislatura no le guste esta bandera que hoy estamos aprobando, derogue la ley y sancione otra!", advirtió.

Refutaciones

Su planteo se ganó el rechazo del resto de los bloques. "Lamento su posición, con sus razones fundamentalistas. Uno no es más o menos católico porque la Cruz esté en la bandera: ni la enseña del Vaticano la tiene. El nuestro debe ser el símbolo de todos los tucumanos, sin sectarismos", le retrucó Carlos Canevaro (Unión Norte Grande).

Sisto Terán admitió que, inicialmente, no entendía la necesidad de sancionar una insignia provincial, ya que puede producirse controversias entre la ley y su aplicación, como ocurrió en Tucumán. "La anterior nunca tuvo envergadura de ser porque la gente no la hizo suya: debemos tenerla no para diferenciarnos, sino para distinguirnos", diferenció.

El radical Federico Romano Norri defendió el proyecto en debate. "No deberíamos festejar el bicentenario a partir de 1810, sino en 1816. Ninguna Legislatura futura derogará esta norma, porque tiene firmes raíces históricas. Debe ser el punto de unidad", sostuvo.

El presidente de la bancada oficialista, Roque Tobías Alvarez, salió al cruce de Cirnigliaro y le recordó que el Digesto Jurídico provincial fue aprobado por unanimidad, y destacó explícitamente que eso incluyo el sufragio de Cirnigliaro. A renglón seguido, resaltó que el parlamentario del Partido Laborista, con su voto, convalidó explícitamente la derogación legal.

Adhesiones
La adopción de la Bandera de Macha fue apoyada, incluso, por Ricardo Bussi, quien aseguró que su génesis es un ejemplo del diálogo y la construcción democrática a impulso de la oposición. "Es una oportunidad de desagraviar la bandera de 1995. La cruz que tenía no era discriminatoria, sino que significa un orden universal de valores morales. Ni siquiera las autoridades supieron darle el lugar que le correspondía, por mezquindad", se quejó el titular de FR.

Su hermano, Luis José Bussi,aprovechó para rendir homenaje a los soldados y al "heroico pueblo tucumano" de 1812, mientras que Esteban Jerez reivindicó el clima de consenso alcanzado en este tema por todos los bloques políticos.

"Belgrano hizo jurar la Bandera a su tropa porque la veía desmoralizada -explicó Ramón Graneros-. Ahora encontramos una enseña que nos abarca a todos. Nadie me va a venir a decir quién es más católico, yo cumplo con mi conciencia. No busquemos excusas para no acompañar un proyecto".

Fernando Juri Debo planteó que la falta de una bandera lo avergonzaba como tucumano en cada acto institucional; Alejandro Martínez elogió el trabajo realizado por los legisladores y se sintió contenido por el diseño propuesto; José Fernando Orellana aseveró que los funcionarios y legisladores deben estar comprometidos con los festejos por el bicentenario; y Marta Zurita recordó la labor del historiador Eduardo Torres Pérez, a quien le agradeció su tarea.

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