Otra vez un Pitbull mató a un niño

El pasado miércoles en Santiago del Estero un niño de ocho años murió porque lo mordió un perro de raza Pit bull terrier en el barrio Almirante Brown de la capital santiagueña, el perro se escapó de la cadena que lo sujetaba y salió a la calle, donde jugaba Rodrigo Maximiliano Ruiz, de ocho años de edad.

12 Jul 2015
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Rodrigo Maximiliano Ruiz tenía 8 años.

El pasado miércoles en Santiago del Estero un niño de ocho años murió porque lo mordió un perro de raza Pit bull terrier  en el barrio Almirante Brown de la capital santiagueña, el perro se escapó de la cadena que lo sujetaba y salió a la calle, donde jugaba Rodrigo Maximiliano Ruiz, de ocho años de edad.  

El perro le produjo severas heridas en el cuello y la cabeza. Según informa El tribuno.  Inmediatamente, vecinos de la zona intentaron salvar al niño del furioso ataque del animal, que le ocasionó heridas mortales en diversas partes del cuerpo.

Claudia Sosa, primera vecina en llegar al lugar del hecho, contó sobre la dramática situación: "El perro lo sacudía para todos lados, a mí me agarró un ataque de nervios y pedía a gritos que alguien me ayude". "Agarré un palo y se lo tiré para ver si lo soltaba, y el perro se me vino encima pero sin soltarlo al chiquito; estaba ensañado con él, no lo largaba", recordó.

Finalmente otros vecinos acudieron al pedido de ayuda y terminaron matando a golpes al animal, que pertenecía a una persona identificada como Raúl Ávila. Minutos después, personal del Sease trasladó de urgencia al niño hasta el Centro Provincial de Salud Infantil (Cepsi) Eva Perón, donde falleció a los pocos minutos de su ingreso.

Esta tragedia renueva una cuestión antigua y desatendida por buena parte de los legisladores: en Argentina no existe por el momento ninguna ley nacional que regule la tenencia de razas de perros potencialmente peligrosas, sin embargo en provincias como la de Buenos Aires, Entre Ríos o Santa Fe sí existe legislación al respecto.

En Tucumán existen La ley provincial 8.129 y la ordenanza 4.046, sancionadas en 2008, establecen cuestiones similares: la creación de un registro de criadores y adiestradores, así como también de perros de razas potencialmente peligrosas. Para que puedan salir a la calle, estos canes deben llevar puestos correa y bozal y deben estar llevados por un mayor de 16 años. Quienes no cumplan con esto podrán ser multados.  Pero desde 2008 a esta parte no parece haber sido correctamente aplicada.

Como ejemplo puede servir la legislación del Reino Unido, donde tener un “Dogo Argentino“, “Tosa Inu“, “Pit Bull” o “Fila Brasileño“, y que no esté registrado en el Index of Exempted Dogs (Registro de perros exentos) es un delito. Es ilegal criar, vender, abandonar o regalar alguno de estos tipos de perros.

Además, las subclases de Pit Bull American Staffordshire Terriers, Irish Staffordshire Terriers, Irish Blue o Red Nose también entran en la lista. En el caso de tener algun ejemplar de alguna de esas razas el dueño deberá demostrar que el animal no es un peligro público. Si un juez lo permite, el perro entra en un registro, el “Index of Exempted Dogs" (Índice de perros exentos) donde el dueño, luego del visto bueno otorgado por el juez, tiene que pagar la cuota del registro, pagar un seguro del perro, la esterilización, y el microchip.

En España también existe una ley que regula la tenencia de estos animales con similiares características y formas de control. Define a algunas especies caninas como "altamente peligrosas". Pit bull, rottweiller, o el dogo argentino son algunos de ellos. Y los requisitos para poder tener como mascota a una de estas razas exigen capacidades físicas y psíquicas además de no tener antecedentes criminales.

Ese sistema claramente ayuda a prevenir hechos como la trágica muerte de Rodrigo. Pero establecer ese complejo sistema legal y preventivo en nuestro país posiblemente sea una meta lejana o utópica. Vemos que nuestas leyes provinciales sobre el asunto existe pero no se aplica.

Los defensores de estas razas peligrosas, especialmente Pit Bull, Dogo Argentino y Rottweiler, se oponen habitualmente a cualquier sistema preventivo de este tipo aduciendo que los perros no son malos y que todo depende de los humanos que los crían. Pero, ¿si el humano que lo cría comete algún error en la educación del perro y la historia de ese affaire concluye con otro chico muerto?

¿Se puede excusar la muerte de un niño por la casual impericia del dueño de un perro de esas razas evidentemente peligrosas? 

Usted, que tiene uno de esos perros y que no sabe cuando podrá morder hasta matar a una criatura, que podría ser su propio hijo, sobrino o un niño que juega cerca de su casa, incluso la misma dueña del perro, como ocurrió en este caso de 2011 ¿asumirá la responsabilidad por esa muerte, en caso de que sea como dicen, que los perros no son malos per se, sino quienes los crían y no lo educan correctamente? 

Lo cierto es que estadísticas indican que ciertas razas y sus factores genéticos hacen que sean más peligrosas que otras. Entonces, hay una forma más simple de bajar el riesgo que implican esos animales hasta que las leyes y ordenanzas sean aplicadas efectivamente.

Sólo queda ensayar simples consejos, modestas recomendaciones que podrían tener la siguiente forma: "Preferiblemente no tenga un perro de alguna de esas razas. Pero, si usted tiene un perro Pit bull, Dogo o Rottweiler, críelo bien. Póngale bozal y correa. Y cuide con celo profesional que el animal sea bueno como el dueño. Porque si no lo es, la responsabilidad va a ser suya y hay mucho en juego. Porque la vida de un niño vale mucho más que la remota posibilidad de que el perro le salga mal educado, por una u otra razón, y cometa un asesinato." 

Y si estos argumentos no le parecen lo suficientemente convincentes, busque en Google News palabras clave como "pitbull muerde niño" (Pitbull mauls) y verá la cantidad de veces que estos desgraciados y evitables casos se producen alrededor del mundo.


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