Crisis en Perú, en primera persona: el sacerdote tucumano Luis Bejar teme por su vida

Crisis en Perú, en primera persona: el sacerdote tucumano Luis Bejar teme por su vida

El cura taficeño se pronunció en contra de la mandataria del país incaico, y ahora busca protección en la Nunciatura.

RIESGO. El cura taficeño dijo que está mencionado por algunos medios como una de las personas que azuza las marchas contra la presidenta de Perú.  RIESGO. El cura taficeño dijo que está mencionado por algunos medios como una de las personas que azuza las marchas contra la presidenta de Perú.
14 Enero 2023

La situación en Perú es más que preocupante: ya suman cerca de 50 los muertos en distintos puntos del país, en el marco de manifestaciones contra la presidenta, Dina Boluarte.

Entre quienes expusieron su marcada posición en contra de Boluarte, que asumió en lugar de Pedro Castillo, luego de que este fuera destituido por el Congreso, se cuenta el sacerdote tucumano Luis Humberto Bejar, que fue presuntamente apuntado como uno de los azuzadores.

Béjar, nacido en Tafí Viejo, vive hace más de 20 años en Perú, más precisamente en la ciudad de Juliaca, ubicada en el departamento de Puno. En las últimas semanas, tomó trascendencia en aquel país debido a un video que difundió en la plataforma TikTok, en el cual le pide la renuncia a Boluarte, además de apuntar contra otros funcionarios gubernamentales.

Esto le trajo repercusiones negativas al sacerdote, que al momento de dialogar con LA GACETA se encontraba camino a la Nunciatura Apostólica, la embajada del Vaticano, ubicada en Lima.

Luego de la primera oleada de manifestaciones, que produjeron la muerte de 29 personas, Béjar decidió expresar públicamente su posición. “Tomé postura, por supuesto, en defensa de la vida, pidiéndole la renuncia a Dina Boluarte, diciéndole que debe renunciar para que se consiga la efímera paz, porque eso tampoco es que iba a traer toda la paz”, relató el sacerdote.

Tal declaración pública le trajo problemas, según contó, porque se adelantó a la postura pública de la Iglesia, o a un sector de la Iglesia, que califica de jerárquico. Eso generó que, desde la parroquia donde oficiaba, le pidieran la renuncia.

CEREMONIA. Béjar participó del funeral por 18 muertos en las protestas. CEREMONIA. Béjar participó del funeral por 18 muertos en las protestas.

Sin embargo -explicó-, la postura del Gobierno nacional se endureció, y eso produjo que en la ciudad donde vive, Juliaca, se comiencen también a producir manifestaciones, que derivaron en 18 nuevos muertos. “Presento la renuncia, pero digo que nunca voy a dejar de luchar por los derechos humanos, y que era una masacre lo que estaba sucediendo”, puntualizó Béjar.

Mientras tanto, los medios nacionales comenzaron a mencionarlo como uno de los agitadores sociales. “Los medios de comunicación, los más capitalistas, me quieren destrozar, poner en un lugar que no corresponde, como azuzador. Me ponen al lado de dirigentes que la verdad ni conozco”, subrayó Béjar.

El sacerdote añadió que cuando se hizo el funeral público de los 18 asesinados en las protestas en Juliaca, decidió asistir, a pesar de la posibilidad de que se produjera algún atentado contra su persona. Y allí, dijo, se encontró con un gran recibimiento por parte del público.

“No podía dejar a la gente con su dolor y no estar presente con ellos. Pasé por todos los ataúdes para saludar las familias. Yo pensé que no me conocían, pero me conocían, por el TikTok. La gente me aplaudía, me abría paso, fue algo que no me esperaba”, apuntó el párroco, que confió a LA GACETA que se conmovió hasta las lágrimas por la situación. “Es muy terrible lo que lo que pude vivir, pero más terrible era el dolor de la gente”, manifestó.

Si bien precisó que hasta el momento no recibió ninguna notificación oficial sobre una posible expulsión de Perú, sino que se trata de versiones de la prensa, Béjar decidió preservar su vida ante posibles represalias. “Me llevan a la Nunciatura, con la protección del papa Francisco, por supuesto”, dijo el cura taficeño, al tiempo que señaló que hubo mucha gente desde la Embajada de la Argentina en Perú, desde el Consulado y desde Cancillería, que hicieron posible su salida de Juliaca. “Todos se portaron muy bien y están atentos a mi persona”, destacó.

“Pido al Señor para seguir defendiendo la vida como corresponde, por la dignidad, que es el principio básico y fundamental de las Doctrina Social de la Iglesia, y especialmente el compromiso con los más pobres de nuestra sociedad”, concluyó. (Producción periodística: Joel Katz).

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