Una versión con humor de “El enemigo del pueblo”

Un tranquilo pueblo vive del turismo que visita el lugar atraído por las famosas aguas de su balneario. Pero cuando un médico detecta que hay una peligrosa contaminación que pone en riesgo la vida de quienes naden allí, el clima social se altera y surgen posiciones irreductibles entre quienes se ponen de lado de la denuncia y reclama cerrar las playas y los políticos y comerciantes que ven la ruina del lugar si eso ocurre. Ya nada volverá a ser como antes, y cada uno deberá tomar partida.

Este es el argumento de “Un enemigo del pueblo”, el texto clásico que el noruego Henrik Ibsen escribió hace 140 años y que es reactualizado por Gustavo Delgado en una versión en clave de comedia de enredos, donde el humor es protagonista y que se pondrá en escena a las 21 en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265). La función estará a cargo del Grupo de Teatro de la Caja de Previsión y Seguridad Social de Abogados y Procuradores de Tucumán, con la intervención de Marta Yelamos, Yito Contrera, Cristina Correa, Patricio Cebe,  Bety Bibas, Sofía de la Fuente, Felicitas de Zavalía, Silvina Iriarte, Eduardo Ferrioli, Fabiana Pache, Bernardo Colombres y Delgado, quien además asume la dirección de la puesta.

“Desde hace ocho años venimos transitando con distintas temáticas nuestras presentaciones teatrales, desde thrillers jurídicos hasta comedias livianas, además de incorporar constantemente nuevos integrantes en los elencos. En esta ocasión nos atrevimos a enfrentar un texto clásico de Ibsen, quien narra las vicisitudes que viven los habitantes de un pueblo ante una noticia que podrá cambiarles su vida, y en esa lucha de intereses, en esa división de opiniones, nos interesa saber qué rol desempeñara el público y a quién elegirán como el verdadero enemigo del pueblo”, plantea Delgado.

El director reivindicó la actualidad del texto, a partir de su relectura sobre “un pueblo dividido por intereses y por mala información, que además es manipulada”. “Si se aborda la obra casi como un entretenimiento, el público puede identificar cuáles son los roles de los actores de una sociedad, sin ideologías y sin intereses, y registrar el comportamiento de cada uno en un pueblo ficticio, donde sucede algo que vemos a diario”, agrega.

“Si bien es una adaptación, esencialmente respetamos el texto de la obra y mantenemos el conflicto original, además de retratar a los personajes de forma muy identificable para el espectador y tratar de llevarlos a que saque sus propias conclusiones”, concluye.