El Presupuesto 2023 está flojito de cifras

El Presupuesto 2023 está flojito de cifras

28 Noviembre 2022

Álvaro José Aurane

Para LA GACETA

Cuenta el lúcido Juan José Sebreli en sus “Cuadernos” (Alfaguara, 2010, p. 246-247) que en sus años de “cinéfilo obsesivo” anotaba frases de películas que lo impactaban. “El cine de Hollywood en blanco y negro heredó del teatro estadounidense de la época, influido a su vez por la comedia inglesa, sus diálogos cáusticos”, contextualiza el filósofo argentino.

En el rescate de esos textos manuscritos, el primero de los que anotó pertenece a la película “La jungla de asfalto”, de 1950, dirigida por John Houston, con guion de William Riley Burnett. “Los pequeños detalles son los que terminan arruinándolo todo”, dice esa línea.

Desprovisto de estética cinematográfica, pero con envidiable vigencia, el Presupuesto General de la Provincia que aprobó el jueves la Legislatura cumple con la certeza de aquel clásico de cine negro (referido al plan para robar una joyería), que en buena parte de América Latina se conoció con un título oportuno en tiempos mundialistas: “Mientras la ciudad duerme”.

El cálculo de ingresos y de erogaciones de la provincia para el electoralísimo año que viene reúne una serie de consistentes inconsistencias, que pueden sintetizarse en 10 claves que lo convierten en un Presupuesto imposible de suponer.

1.- La patria optimista

Durante la semana que terminó, la Casa Rosada fue escenario de una microcumbre entre el presidente, Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. La ausencia del ministro de Economía, Sergio Massa, sirvió para sincerar la preocupación en torno de un anuncio del tigrense: la inflación -aseveró- será del 3% mensual en abril próximo. Una meta tan entusiasta como de improbable cumplimiento.

En paralelo, la Legislatura aprobó, como pauta rectora para el cálculo de ingresos de 2023, una inflación del 60% para todo el año. Este fue el primero de numerosos reparos formulados por Ricardo Bussi, cuya bancada votó en contra del dictamen que el oficialismo llevó al recinto.

El argumento oficialista es que se diseña el Presupuesto tucumano con las pautas del Presupuesto nacional. Pero el líder de FR hizo un planteo contrafáctico: si el oficialismo quisiera fijar su propio porcentaje no podría hacerlo: a poco de asumir el alperovichismo ordenó que la Dirección de Estadísticas de la Provincia dejara de mensurar la inflación.

2.- La cuadratura del círculo

“Los números no cierran”, sintetizó Bussi en el recinto. Una manera elegante de decir que el Presupuesto provincial que estaban votando no era un Presupuesto.

Durante todo 2023, según el oficialismo, la inflación en la Argentina será de 60%. A la par, el gasto público de Tucumán se incrementará 123% en comparación con el Presupuesto 2022.

El cotejo de las cifras nominales lo exhibe. El oficialismo, al sancionar el Presupuesto 2022, previó un gasto público de $ 353.000 millones. Hace cuatro días aprobó como gasto público para el venidero 2023 un total de $ 788.000 millones.

3.- El gasto, por ascensor

El oficialismo tucumano pautó en el Presupuesto 2023 una recaudación de $ 167.000 millones. Es una suba del 102% comparada con la cifra estimada para el vigente Presupuesto 2022.

¿Por qué la recaudación, en términos nominales y en la comparación interanual, crecerá 102%, mientras que el gasto público aumentará 123%? ¿Por qué la inflación será de 60% el año que viene, mientras que el Estado tucumano inflacionará más de doble en los mismos 12 meses?

4.- Autosuficientes… hasta marzo

Una vez más: todo lo que prevé recaudar la Provincia el año que viene es $ 167.000 millones. Pero el total de los gastos que prevé es $ 788.000 millones. O sea, el Gobierno tucumano prevé recaudar sólo el 21% de todo el dineral que piensa gastar. Apenas, $ 1 de cada $ 5.

El líder de FR apeló a una metáfora provocativa: si el Gobierno dependiera sólo de sus propios recursos, tendría dinero para funcionar sólo durante el primer trimestre. Y ni siquiera eso: la recaudación le alcanzaría para 77 días. Es decir, hasta el 19 de marzo. “Han generado un Estado inviable”, fue la sentencia del opositor. Y, en ese caso, ya no estaba metaforizando.

5.- La aduana interna

De la recaudación provincial, el 82% proviene del más recesivo de los tributos: el Impuesto a los Ingresos Brutos. Su cronicidad lo ha pervertido hasta niveles inconstitucionales.

Es un impuesto de cascada, que se debe pagar cada vez que se incorpora un insumo al producto. Otro tanto ocurre en las operaciones comerciales.

En Tucumán, directamente, Ingresos Brutos funciona como una aduana interna. La mercadería que ingresa desde otras provincias tiene que pagar ese impuesto al Estado tucumano, a pesar de que el Estado tucumano no haya intervenido para agregarle valor alguno.

6.- El gasto más “bajito”

En el “Mensaje” con que la Casa de Gobierno justifica la elaboración del Presupuesto provincial se explica que hay una erogación denominada “gasto tributario”. Son “políticas fiscales que benefician de manera particular a algunos contribuyentes, actividades o regiones (…) a través del otorgamiento de exenciones, deducciones de la base imponible y alícuotas reducidas”.

Del total de lo que se recaudará (otra vez: $ 167.000 millones), sólo $ 3.857 se destinarán a esas políticas públicas de fomento la producción. Es, apenas, el 2,3%.

7.- Financia tu aldea

Si sólo el 2,3% de lo que recauden volverá en asistencia para la producción, ¿adónde irá el resto? Una pista la brindó el periodista Martín Soto en La Gaceta de la semana pasada. “el Poder Ejecutivo proyecta $151.110 millones para el programa de Apoyo a Gobiernos Municipales y Comunales”.

Léase, el 90% de la recaudación provincial será reenviado a las administraciones locales. De las 19 intendencias, 15 son oficialistas. Al igual que 92 de las 93 comunas.

8.- Votemos sin saber

La Legislatura aprobó que esas mismas comunas reciban varios de esos miles de millones de pesos de acuerdo con la graciosa discrecionalidad del Poder Ejecutivo, sin que los legisladores tengan la menor idea de cuál es el presupuesto de las comunas.

El artículo 9 de la Ley de Presupuesto 2023 (como todas las leyes presupuestarias que le preceden en las últimas dos décadas), votada el jueves por la Legislatura, suspende la aplicación de un título completo nada menos que de la Ley de Administración Financiera. ¿A qué se refiere? Específicamente, al Presupuesto de las Comunas Rurales. Y pensar que Stephen Hawkins se pasó la vida teorizando sobre agujeros negros que estaban en el espacio exterior...


9.- A pura delegación

Medio articulado de la Ley de Presupuesto 2023 comienza diciendo “Facúltese al Poder Ejecutivo”; o “El Poder Ejecutivo queda facultado”; o “Autorízase al Poder Ejecutivo a…”. Así lo establecen los artículos 11, 12, 13, 14, 15, 17, 18, 23 y 24.

“¿Para qué votamos un Presupuesto si en la misma ley le firmamos una decena de cheques en blanco al Poder Ejecutivo?”, reprochó Bussi.

10.- Hay que no hay

El presupuesto no es una autorización de gastos: es una ley. Por ende, es una manda legal de un poder del Estado, el Legislativo, al Ejecutivo. La Casa de Gobierno propone un esquema de ingresos y de erogaciones y la Legislatura lo aprueba. Pero en el acto de aprobarlo le ordena al Gobierno gastarlo de esa manera y no de otra.

Eso, en Tucumán, no se consigue. Es decir, hay una ley. Pero los detalles lo arruinan todo…

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