La camiseta de la Selección, un bien suntuario

Cuando juega la Selección se paralizan los corazones. ¿Quién no ha salido a comprar la camiseta para alentar al combinado nacional? ¿Cuántos amigos y familiares se reunieron, en un asado, para la previa o para después de algún partido mundialista? Para los argentinos, esas costumbres se van aggiornando y se tornan más gasoleras a partir de la evolución de los precios. La inflación se está comiendo el ingreso a un mayor ritmo que otros tiempos. A tal punto que, por ejemplo, una camiseta original pasó de costar $ 249 en 2010, cuando se disputó el torneo en Sudáfrica, hasta los casi $ 17.000 actuales, sin agregar los $ 3.000 que puede costar el escudo y los $ 1.000 adicionales que se cobran para ponerle el nombre del jugador preferido. En los últimos cuatro Mundiales la camiseta de la Selección Nacional tuvo un aumento acumulado del 6.727 %, de acuerdo con un relevamiento efectuado por la consultora Focus Market para el Blog de Educación Financiera de Naranja X.

Para el caso de la Indumentaria oficial de la Selección Nacional Argentina de Fútbol su remera tuvo un incremento del Mundial de Sudáfrica 2010 a Brasil 2014 del 201% pasando de $ 249 a $ 749. Del mundial de Brasil 2014 a Rusia 2018 su precio fue de $ 749 hasta $ 1.649, con un incremento del 120%, y desde el Mundial de Rusia 2018 hasta Qatar de este año se ha dado el mayor aumento pasando a $ 16.999, con un incremento del 931%.

“Si bien la indumentaria en los últimos cuatro años ha sido uno de los bienes que más ha aumentado la Camiseta de la Selección Nacional se ha incrementado más que el promedio de ese bien en el período. La indumentaria tuvo un aumento promedio del 780 % mientras la camiseta de la Selección fue 931 %. Está claro que la falta de acrílico en el sector, el aumento de la logística internacional, precio del algodón y menor oferta en el mercado producto del cierre de pequeñas y medianas empresas textiles pre y en Pandemia generaron que los precios tengan un fuerte incremento. Sin embargo, la inflación promedio del período no se queda atrás con un acumulado de 674% como resultado del desequilibrio macroeconómico a nivel fiscal y monetario”, detalló Damián Di Pace, director de la consultora privada.

Son muy pocos los que se inclinan por palpitar en soledad un mundial. Por lo general, este torneo suele ser de una amplia convocatoria y que, en muchos casos, se lleva a organizar el tradicional asado. En este aspecto, y sin considerar achuras, ni bebidas ni ensaladas, solo carnes, el asado subió 152% desde 2010 a 2014, pasando de sólo $ 42 a $ 102 para cuatro personas. Del mundial de Brasil 2014 a Rusia 2018 su precio aumentó de $ 102 a $ 258 (154%) y del Mundial de Rusia 2018 a Qatar 2022 se ha dado el mayor aumento pasando a $ 2.792, con un incremento del 979 %. En los últimos cuatro mundiales el asado tuvo un aumento acumulado del 6.784%, indica Di Pace.

“A diferencia de otros eventos los mundiales en un país futbolero como el argentino fija nominalidades del precio de las compras que quedan retenidos más que en otras oportunidades en la memoria popular por eso es más fácil recordar cuánto estaba la remera de la selección en el anterior mundial o el precio de la carne. Lo que si ha sucedido en forma paralela en los últimos mundiales que tantos los alimentos, indumentaria y calzado han tenido subas en el período por encima de la inflación general formando parte de la Canasta Básica Total de una Familia a la cual muchos no llegan a cumplimentarla y se ve reflejado en el incremento de la pobreza en nuestro país”, indicó el director de Focus Market.