¿Qué tiene Alfaro en la cabeza?

¿Qué tiene Alfaro en la cabeza?

¿Qué tiene Alfaro en la cabeza?

Siente que será su último partido, porque es su momento. Quiere ser gobernador y está convencido de que puede serlo. Sabe que no será fácil, pero ya está enfocado y hará todo lo que sea necesario. Estas afirmaciones sobre Germán Alfaro bullen en los alrededores de su despacho. Sus allegados aseguran que, con la certeza de que el 14 de mayo serán las elecciones provinciales, el intendente capitalino decidió salir con todo. Esta semana adelantó públicamente en LG Play que lanzará su candidatura en noviembre. En su entorno más cercano confirman que será el 22, más precisamente, y que equipos de asesores ya están avanzando en un plan de gobierno que presentarán ese día en un acto que convocará a la dirigencia, a referentes sociales y al empresariado.

El líder del Partido por la Justicia Social (PJS) encabeza una de las tres líneas de Juntos por el Cambio (JxC) que propone un nombre para la gobernación. Alfaro cuenta con el apoyo del presidenciable Horacio Rodríguez Larreta. Los otros dos, por el momento, son Roberto Sánchez (UCR) y Sebastián Murga (CREO). El que no haya sistema de PASO provinciales supuso un inconveniente en el armado opositor, que se sumó a otros como la incompatibilidad de caracteres entre Sánchez y Alfaro, los dos referentes que más votos sacaron en las nacionales de 2021.

Tras meses de idas y vueltas; de cruces mediáticos y de distancia, Alfaro propuso a Sánchez dirimir las postulaciones mediante una interna cerrada en el primer encuentro a solas que tuvieron desde que ambos pujan por la misma candidatura. Los aliados del concepcionense hicieron una contrapropuesta para que las elecciones sean abiertas. La iniciativa remeció la oposición y reavivó las discusiones. Los sectores mayoritarios están divididos. Los afines a Alfaro sostienen que tiene que encabezar la fórmula y los alineados a Sánchez que tiene que ser al revés. Todos, sin embargo, coinciden en que la única forma de acercarse al oficialismo es unidos.

Después de las últimas jugadas, dirigentes tanto del peronismo gobernante como de la oposición consideran que Alfaro es una incógnita.

¿En qué piensa el intendente?

El dirigente capitalino reparte su tiempo entre la gestión y la estrategia para 2023. Por un lado, está abocado a que se mantenga el ritmo del gobierno porque es también una pata clave de la campaña. En su equipo afirman que está pendiente y pide informes semanales de las tareas de cada área y que las reuniones de Gabinete son semanales y hasta dos por semana. Los temas que serán centrales en los próximos días: confrontarán con la Provincia por el estado de los canales ante la proximidad de la época de lluvias y comenzará la segunda etapa de un plan de pavimentación de más de 60 cuadras. Por el otro, tiene en la mira los intríngulis electorales, su hábitat natural. Hijo de un dirigente gremial y de familia peronista, Alfaro (57 años) comenzó en la política muy joven. Fue dos veces concejal; legislador; diputado nacional; dos veces secretario de Gobierno capitalino y cumple su segundo mandato como jefe municipal. Tanto entre sus cercanos como en el ambiente político en general lo describen como ambicioso, temperamental, audaz, con poder de convencimiento y con vocación y habilidad para la construcción de poder. También destacan que pasa de página con soltura y que no le interesa contradecirse en el tiempo o cambiar de postura. Si bien escucha las críticas, afirman, no le hacen mella. Hay un pequeño grupo, que lo conoce de siempre, que añade dos rasgos que escapan al ojo público: su fe católica, a la que se encomienda permanentemente, y que hace que a veces lo tilden de “místico” (dicen que se ríe de eso) y la “sensibilidad”, pero muy puertas adentro.

En el alfarismo dicen que una de sus cualidades es que siempre tiene una carta bajo la manga, porque sabe “leer” los escenarios del momento y anticiparse. El factor sorpresa es uno de sus fuertes, sostienen, y aseguran que prepara varias para los meses que vienen.

El PJS lleva adelante una campaña de afiliación intensa y pretende pasar de 8.000 a unos 50.000 miembros ¿Piensa ir a internas o la propuesta fue una chicana? Sus colaboradores reconocen que Alfaro afirma que tiene que llegar a un acuerdo con Sánchez. Está dispuesto, pero si eso no es posible, quiere estar listo para la compulsa. En su círculo, el intendente habría comentado que reaccionó por las “provocaciones” de la alianza radical Sánchez-Mariano Campero-Silvia Elías. Consideró que lo arrinconaron con “acciones hostiles”.

El partido del alfarismo estuvo en los últimos días analizando una alternativa para la interna: que haya dos listas con la fórmula invertida y que los votantes tengan que elegir entre Alfaro-Sánchez o Sánchez-Alfaro. Esta posibilidad no estaría contemplada en las reglas, por lo que la habrían descartado.

El territorio es otro ámbito en el que trabaja el partido. Tras décadas de moverse en el terreno capital, desde el año pasado Alfaro incursiona en el interior. La actividad se centra sobre todo en el Este, donde pretenden fidelizar los votos que cosecharon en las nacionales. La figura de su primo Rolando “Tano” Alfaro es clave, porque tiene un armado sustancioso. Cenas, festivales y encuentros con dirigentes y vecinos ocupan su agenda vespertina y de los fines de semana.

El PJS dice que ya tiene candidatos para las intendencias y las comunas. Mencionan entre ellos a Luis González (Simoca); Mariano Arancibia (Lules); Alejandro Trápani (Tafí Viejo) o Aldo Mansilla (Monteros), entre otros.

¿Y en la Capital? La sucesión en San Miguel es uno de los puntos de conflicto en JxC. Parte del armado cree que tiene que ponerse en la mesa de negociación y el jefe municipal lo considera inadmisible. En las huestes municipales se preguntan por qué Alfaro no puede elegir su candidato si el resto de los intendentes cambiemistas lo hará.

Analiza sus alternativas. Si bien hay varios alfaristas en carrera -Rodolfo Ocaranza, Alfredo Toscano, Claudio Viña y Walter Berarducci-, en los pasillos capitalinos repiten que optará por el postulante que más le sume para ser gobernador. Todo dependerá del escenario en el que toque bailar: si hay ruptura o no. Por estos días no estaría mirando dentro de los límites del PJS sino más bien hacia otros horizontes, aunque todo puede cambiar ¿Qué nombres suenan? Dos posibles socios con más fuerza: el radical José Cano y el republicano Ricardo Bussi.

La dirigencia tucumana, oficialista y opositora, da por sentado que en la boleta estará el nombre de la senadora Beatriz Ávila. En el entorno más íntimo dan por descartado que pueda ser ella, por ahora, porque estaría muy a gusto con su rol en el Senado. También descartarían a un outsider, porque priorizarían a alguien con “vocación de poder” y experiencia. Pero, ya se dijo, a Alfaro le gustan las sorpresas.

El intendente adelantó también a este diario que recurriría a la Corte nacional contra la eventual candidatura de Juan Manzur a vicegobernador ¿Qué implica esta jugada? Quienes lo conocen afirman que si logra finalmente bajar al Jefe de Gabinete de la fórmula generará un grave problema al oficialismo y apunta a reflotar así heridas de la interna justicialista del año pasado. Apunta así a quien considera su principal rival: Osvaldo Jaldo.

Si bien Alfaro tenía un vínculo amistoso con el ahora gobernador y la posibilidad de una alianza sobrevoló por años el ambiente político, desde hace meses que están en guerra. Repitió en varias entrevistas que desconoce al Jaldo que conocía y que lo nota demasiado supeditado a las decisiones de Manzur.

Desde afuera

Tanto para parte de JxC como para el oficialismo la virtud y el defecto de Alfaro es el mismo: que es peronista. Dentro de Juntos, hay radicales que detestan su manera de negociar y de trabajar electoralmente. Hay dirigentes que consideran que lo necesitan para enfrentar al justicialismo gobernante, porque conoce al dedillo a los actores y a las estrategias del PJ.

Al Gobierno le irrita que Alfaro haga un “peronismo aggiornado” dentro de JxC porque están seguros de que les saca votos. No le perdonan que haya “sacado los pies del plato” y lo tildan de “traicionero” ¿Por qué lo eligen de rival? Hay dos miradas. En el oficialismo dicen que porque es más “débil” y está más “solo” que Sánchez. En el alfarismo, porque es la principal competencia porque puede sacarle parte del electorado. Los concejales peronistas vienen afirmando que su gestión es “poco transparente” y celebraron que se haya dado de baja al estacionamiento pago.

En el radicalismo que no le es afín, dicen que no es confiable, que no saben lo que piensa. Creen que sólo piensa en su conveniencia y que intentará ser candidato a gobernador y elegir a quien competirá por la capital. Están seguros de que Ávila será su candidata para el municipio. Sospechan que apunta a romper JxC y que usó el espacio para “legitimarse” como opositor. Aún así sostienen que lo ideal sería dejar de lado todas las diferencias y acordar porque lo necesitan.

¿Qué tiene Alfaro en la cabeza? Según algunos propios y ajenos, sólo la pelea por la gobernación. Para la mayoría, sigue siendo una incógnita.

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