Las universidades también tienen que celebrar con Google

Las universidades también tienen que celebrar con Google

La empresa celebró sus 15 años en Argentina y volvió a destacar la formación de profesionales en tecnología.

La historia de Víctor Valle sintetiza en varios aspectos la evolución del mercado digital en Argentina. Es la historia del Director General de Google Argentina, quien hace pocos días celebró los 15 años de presencia de dicha compañía en nuestro país. Valle fue la primera persona reclutada por el buscador cuando eligió establecerse en esta región de Sudamérica. Su rol era el de Director de Finanzas, área en la que ya se había especializado y que sería el punto de partida para convertirse en el principal directivo de la compañía radicada en la zona de Puerto Madero, en Buenos Aires.

Todavía sin las coloridas oficinas que caracterizan a este gigante tecnológico, en 2007 Google hacía una enorme apuesta por esta región. Sería el tercer centro regional de servicios en el mundo, es decir, Buenos Aires se sumaba al cuartel general de la compañía en California y a las oficinas regionales que solo tenía en Dublín (Irlanda). Desde aquí, Valle y su equipo manejarían todas las operaciones de ventas de América Latina y algunas de España.

Pasó más de una década desde ese momento, pero aún Valle rememora que había una pregunta que lo movilizaba en ese momento bisagra de su carrera: ¿por qué una empresa tan importante a nivel global elegía este rincón del mundo? La respuesta tenía tres razones: “la innovación, el talento y la capacidad emprendedora de los argentinos”, señaló el ejecutivo en un almuerzo que realizó el martes pasado para periodistas y en el que participó LA GACETA. A esos pilares, hoy le sumaría un cuarto elemento que está relacionado con el principal valor que impulsa a las búsquedas en su plataforma, es decir, la curiosidad. Los argentinos, según su experiencia, conformamos una sociedad inquieta y curiosa, con fuerza y siempre dispuestos a reinventarnos.

El recuerdo de Villa no es anecdótico. Cuando Eric Schmidt, el CEO de Google en ese momento, visitó Argentina hace 15 años, también destacó la calidad de la educación universitaria que tenía el país. En una entrevista concedida a La Nación, el hombre más importante de la compañía apuntó: “cuando hicimos nuestro análisis vimos que el país tiene universidades particularmente buenas, y eso es una buena base para nosotros; nos apoyamos mucho en las universidades”

Desde 2007 Google cambió radicalmente a lo conocimos como un simple buscador y sus productos son incontables. Desde ese año, en Argentina no solo se encargó de regionalizar los distintos lanzamientos que hizo a nivel global sino también impulsó iniciativas propias, entre ellas la articulación con proyectos culturales, periodísticos, tecnológicos y hasta de derechos humanos. De hecho, este año la plataforma lanzará una sección que visibilizará los más de 150 espacios de memoria que están desplegados en todo el país.

Hoy la oficina de Buenos Aires cuenta con 400 empleados y actualmente sigue buscando talentos para incorporar. En su sitio de aplicaciones se encuentran abiertas 22 búsquedas, relacionadas no sólo de ingeniería y tecnología, sino también para legales y la gestión estratégica de negocios. Estas oportunidades pueden representar un salto de calidad en la carrera de determinados profesionales, pero también materializan un espíritu académico que no se originó con las oficinas de Google, sino muchos años antes. La presencia de universidades públicas y privadas a lo largo de todas las provincias permitieron forjar un escenario propicio para la formación de ingenieros e ingenieras que hoy representan la industria tecnológica nacional. En sus orígenes, la mayoría de estas casas de estudios estuvieron pensadas para formar a los especialistas que impulsarían el desarrollo industrial de nuestra economía y hoy, pese a las crisis y embates, pudieron actualizar sus visiones para preparar a una nueva generación de especialistas.

Google tiene motivos de sobra para celebrar, pero también los argentinos. Si una empresa de estas características sigue apostando por nuestros talentos, seguramente vamos por buen camino. Ojalá que gobiernos, empresas y la comunidad en sí tome nota de estos hitos para seguir apostando por una educación de calidad que impacte en las personas y en una economía que trascienda las fronteras.

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