El crimen de Mar del Plata: Pinna ganó tiempo al frenar su extradición

El crimen de Mar del Plata: Pinna ganó tiempo al frenar su extradición

Habrá otra audiencia para definir si lo trasladan a Mar del Plata. La defensa planteó otra teoría del caso y realizó denuncias

EN PLENA AUDIENCIA VIRTUAL. El imputado Juan Jesús Piero Pinna siguió atentamente los detalles del debate. EN PLENA AUDIENCIA VIRTUAL. El imputado Juan Jesús Piero Pinna siguió atentamente los detalles del debate.

Juan Jesús Piero Pinna (34 años) logró frenar al menos 24 horas su traslado a Mar del Plata por un fallo judicial que casi no tiene precedentes en la provincia. Un juez autorizó su extradición hacia esa ciudad para que responda a la acusación de homicidio, pero al haber impugnado la resolución el defensor, un tribunal de magistrados deberá resolver hoy su situación. Esa demora podría favorecer al tucumano para afianzar su versión de que actuó en defensa propia.

El ex rugbier tucumano fue acusado del crimen de Maximiliano Rihl (44) -foto- ocurrido el domingo a la madrugada en el balneario Nuevo Horizonte. El sospechoso, después del hecho, viajó a Tucumán buscando protección, según explicaron sus defensores Sergio Faiad y Alejandro Biagosch.

Después de haber sido procesado por el robo de bienes del negocio de su ex mujer (le dictaron dos meses de prisión preventiva), quedó disponible para que fuera extraditado a la ciudad de la Costa Atlántica por pedido de una jueza de garantías de ese centro judicial. Ayer se realizó la audiencia de control para saber si se aceptaba la solicitud.

El fiscal Pedro Gallo explicó en el debate que todas las exigencias legales que se requieren para completar este proceso habían sido completadas correctamente. También indicó que, según los informes de los estudios médicos que se le habían practicado al acusado, no había impedimentos para que lo trasladaran. Además, informó que a la provincia ya había arribado una comisión policial para concretar el traslado.

Oposición

“No nos oponemos a su traslado, pero pretendemos que se cumpla con todos los mecanismos de seguridad porque tememos por su vida”, sostuvo Biagosch. “Existen sobrado motivos para sospechar que corre peligro de muerte por el giro que ha tomado la investigación. Por eso solicitamos que una vez que se presente ante las autoridades marplatenses y si le dictan la prisión preventiva por este caso, sea trasladado nuevamente a Tucumán”, indicó.

El profesional también argumentó su petición citando los convenios internacionales a los que se encuentra adherido el país y a las Reglas de Mandela, un listado de normas para que se cumplan los derechos de las personas privadas de la libertad. “A nivel internacional se busca eliminar la crueldad y proteger el bienestar de los detenidos. En este caso terminarán violándose esas normas porque a Pinna lo alejarán de su familia, especialmente de sus dos hijas menores de edad. No se puede cortar ese vínculo”, agregó Biagosch.

Gallo desestimó todos los planteos realizados por el defensor. “Estamos realizando todo tipo de conjeturas sobre una cuestión que no está resuelta. Hay un debate sobre un tema que no fue resuelto. Así como las autoridades marplatenses le pueden dictar una prisión preventiva, también pueden no dictar una medida cautelar para garantizar el proceso”, señaló.

El magistrado Bernardo L’Erario Babot, después de escuchar las exposiciones de las dos partes, decidió conceder la extradición a Pinna. Pero Biagosch, al no poder impugnar la resolución, tal como lo estipula el nuevo código procesal penal, sí ejerció el derecho de observarla. Por ese motivo, hoy habrá una nueva audiencia en la que tres magistrados deberán resolver la cuestión.

Argumentos

“No estamos buscando ganar tiempo, simplemente pretendemos proteger la vida de Pinna y hacer que se respeten sus derechos. Su vida corre peligro porque la investigación está girando completamente”, comentó Biagosch en una entrevista con LA GACETA.

El penalista planteó una teoría desconocida del caso y que fue la que habría planteado Romina Ulloa Igor la novia del ex rugbier. Según dijo, Ariel Núñez le faltó el respeto y después agredió a Ulloa Igor, lo que generó la reacción de Pinna que terminó quebrándole el tobillo. “Eso generó la reacción de los guardaespaldas del empresario que tiene un fuerte vínculo con el peronismo bonaerense. Rihl extrajo un arma y amenazó a la pareja. Mi defendido sacó la suya no sólo para defender su vida, sino la de un tercero, que es su pareja”, informó.

Biagosch también relató que en su investigación, la fiscala Florencia Salas se encontró con numerosos y llamativos inconvenientes. “No pudo encontrar imágenes de las cámaras de seguridad del lugar porque fueron desconectadas antes de que comenzara la fiesta. En la reunión había al menos 200 invitados, pero sólo se pudieron identificar a poco más de 20. Todos los que declararon dijeron que no habían visto nada porque se encontraban en otro sector”, resumió. “Nuestro colega que está trabajando en Mar del Plata nos confirmó que en el expediente figura que los peritos encontraron en el lugar ocho vainas y al menos una es de diferente calibre al arma donde salieron los disparos que acabaron con la vida de la víctima. Es una prueba de que hubo un enfrentamiento”, añadió en la entrevista.

El profesional ratificó además que hubo maniobras de encubrimiento que no deben dejarse de lado. “Si apagaron las cámaras antes de que comenzara la fiesta, es porque no querían que se sepa quiénes eran las personas que participaban de la fiesta de cumpleaños de (Mauricio) Ríos, un polémico empresario marplatense. También es sumamente llamativo que a los asistentes se les haya ordenado eliminar todos los posteos de la reunión que subieron en las redes sociales. Esa es otra prueba de que querían que nadie del sector político vinculado al peronismo bonaerense quede pegado”, razonó.

“Y es tan grande el temor, que hasta el mismo Núñez dijo que Pinna no lo había lesionado, sino que él se lastimó sólo. A ese poder político es al que le teme mi defendido”, finalizó.

Las dudas del caso

El balneario tenía cámaras de seguridad, pero fueron apagadas antes de que comenzara la fiesta.

Participaron unas 200 personas, pero no se identificaron a más de 20. Todos dijeron que no vieron lo que pasó.

A los invitados a la fiesta les pidieron que borren todas las fotos y vídeos que subieron a las redes sociales.

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