La necesaria construcción de un nuevo Registro Civil

La necesaria construcción de un nuevo Registro Civil

15 Junio 2022

El Gobierno provincial anunció la construcción de una nueva sede para el Registro Civil, plausible iniciativa teniendo en cuenta las serias deficiencias estructurales que desde hace años evidencia la repartición. A estas falencias la padecen tantos los empleados -obligados a soportarlas a diario- como los ciudadanos que deben realizar allí trámites de la más diversa naturaleza. El compromiso de las autoridades es que la obra, cuyo costo es de unos $ 1.000 millones, estará lista a fines del año que viene.

Los tucumanos nos acostumbramos a ver cerrado el edificio de calle 24 de Septiembre. La antigua casona tuvo diversas usos, ya que antes de que el Registro se instalara allí -en 1975- albergó el viejo Departamento de Agricultura y, más tarde, oficinas de la Estación Experimental. Es más: el Gobierno la había comprado a la Caja Popular en 1922 con el fin de instalar allí una Academia de Bellas Artes, lo que nunca se plasmó.

Cuando la estructura no dio para más y fue imposible que siguiera albergando una repartición de la envergadura del Registro Civil, la primera mudanza fue a la sede del ex Banco Provincia, frente a la plaza Independencia. Hoy el Registro está repartido entre una casa central (en Ayacucho 357) y el centro de documentación rápida (Crisóstomo Álvarez 970). El fin de esa itinerancia parece tener ya fecha de caducidad.

El edificio proyectado tendrá siete pisos. En los primeros cuatro funcionará el Registro, y los tres restantes se destinarán a otras dependencias del Poder Ejecutivo que hoy están pagando alquileres. La construcción se hará en el mismo terreno de 24 de Septiembre 848. Carolina Bidegorry, directora del Registro, explicó que se mantendrá y pondrá en valor la histórica fachada, mientras que detrás se alzará la flamante construcción.

La licitación se llevará adelante el mes próximo, según anunció el gobernador Osvaldo Jaldo, quien subrayó que la iniciativa -y su concreción- se deben en buena medida a las gestiones realizadas por la ministra de Gobierno, Carolina Vargas Aignasse. De la millonaria inversión, sostenida por el programa Norte Grande, habló también el ministro de Obras y Servicios Públicos, Fabián Soria. Advirtió que las obras tienen que cumplir los términos para que no haya una variación de precios más allá del 20% que estará prevista en la licitación.

Modernizar las dependencias públicas -por medio de refacciones o, cuando no hay posibilidad de recuperar los edificios, reemplazándolos por otros nuevos- es una obligación que los Gobiernos suelen posponer. Esto deriva en el deterioro de instalaciones que, en muchos casos, cargan con varias décadas de uso desde su inauguración. La tecnología está modificando sustancialmente los hábitos de la ciudadanía, sobre todo cuando los medios electrónicos permiten realizar gestiones a distancia. Pero hay numerosas diligencias que siguen exigiendo la presencialidad y para eso resulta imprescindible contar con oficinas cómodas, funcionales, por las que resulte sencillo y agradable circular. Y, justamente, lo obsoleto de muchas de estas dependencias provoca trastornos. En el caso del Registro Civil esto salta a la vista.

Puertas adentro las necesidades también son acuciantes en la administración pública. Se requieren edificios “inteligentes”, pensados y diseñados para ajustarse a los requerimientos del caso; espaciosos, con buena iluminación y mejor ventilación; preparados con tecnología de punta. Básicamente, puestos al servicio de la eficiencia. Por todo esto la noticia del nuevo Registro Civil es positiva; resta que ahora se cumpla en tiempo y forma todo lo prometido.

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