A LA CÁRCEL. En la audiencia, el juez Gonzalo Ortega le dictó la preventiva por 60 días a los dos acusados.
Braian “El Hijo de Zenón” Leguizamón (19) fue acusado de integrar la organización que se dedicaba a realizar ataques de “rompevidrios” que acabó con la vida de la comerciante Ana Dominé en septiembre de 2020.
En el juicio que se realizó por ese caso fue absuelto, pero ahora volvió a ser detenido por el mismo delito: haber realizado tareas de inteligencia para que otras personas se quedaran con el dinero de la víctima.
El jueves, cerca del mediodía, un hombre concurrió a una entidad bancaria para extraer $ 1 millón. Se subió a su camioneta hacia la zona del Mercofrut. Detuvo el vehículo para realizar una compra y fue rodeado por cuatro jóvenes que se movilizaban en dos motocicletas. Uno de ellos, se bajó, rompió el vidrio de la ventanilla trasera y se apoderó del bolso donde tenía el dinero.
La víctima llamó al servicio 911 y se montó un operativo para dar con los autores del hecho. Personal de la ex Brigada, al mando de los comisarios Adrián Hisa, Miguel Carabajal y Jorge Dib, descubrió que la camioneta había sido seguida por un Honda Civic negro preparado.
Lograron ubicarlo en las afueras de la capital y los detuvieron. En el interior estaban Leguizamón y Yonathan “El Cordobés” Namas (20) y quedaron aprehendidos por orden del fiscal Pedro Gallo.
Similitudes
En septiembre de 2020, una banda que se dedicaba a cometer ataques con la modalidad de “rompevidrios” interceptó en la esquina de Alem y Crisóstomo Álvarez la camioneta en la que viajaban la comerciante Ana Dominé y su hijo, Lucas Quesada.
Según se determinó en el juicio oral, la mujer forcejeó con los delincuentes hasta que Cristian Raúl “Pety” Godoy le disparó, permitiendo así que Federico “El Loco Fede” Sánchez arrebatara la cartera y corriera hacia la moto donde lo esperaba Edgar Visuara.
La víctima falleció producto del impacto y, más de un año después se condenó a prisión perpetua a los tres imputados y al taxista Raúl Antonio Greco.
Además, fueron penados a 10 años de cárcel, como partícipes secundarios, Sebastián Quiroga y Exequiel Antonio Tous.
Leguizamón fue uno de los primeros detenidos en la causa. Fue acusado de haber realizado tareas de inteligencia (los días previos al mortal ataque se presentó varias veces al local de la víctima) para informarle a quienes ejecutaron el ataque los horarios y movimientos.
Nunca estuvo detenido porque siguió en libertad bajo caución ofreciendo un BMW que le habían regalado sus padres por haber cumplido 18 años. En el juicio, se largó a llorar cuando el fiscal Carlos Sale y el querellante Patricio Char señalaron que no tenían pruebas para sostener la acusación en su contra, por lo que los jueces Dante Ibáñez, Fanny Siriani y Diego Lammoglia terminaron absolviendo al joven.
El sábado Leguizamón volvió a escuchar una acusación en su contra. La auxiliar fiscal María José Agüero dijo que “El Hijo de Zenón” y Namas fueron los que realizaron el seguimiento a la víctima para que sus compañeros, que hasta el momento no fueran identificados, se apoderaran del dinero. Pidió que se le dicte la prisión preventiva por tres meses.
El defensor de los acusados, Camilo Atim, señaló que no habían tenido participación en el hecho y que los policías lo persiguen por su apellido. El juez Gonzalo Ortega resolvió aceptar el pedido de la representante del Ministerio Público Fiscal, pero por 60 días.
