PSG: mejor en casa y con Messi

PSG: mejor en casa y con Messi

El triunfo de Olympique Marsella retrasó el título, pero le dará tiempo a “Leo” de recuperarse.

OPORTUNIDAD. Messi no pudo estar en la visita a Angers por una dolencia en el talón de Aquiles. Podría volver ante Lens. OPORTUNIDAD. Messi no pudo estar en la visita a Angers por una dolencia en el talón de Aquiles. Podría volver ante Lens. REUTERS
21 Abril 2022

Una mirada urgente y superficial diría que “lamentablemente” Paris Saint Germain deberá seguir esperando para festejar el título de la liga de Francia. Todo “por culpa” de la remontada de Olympique Marsella sobre Nantes (3-2), que neutralizó el 3-0 que los parisinos le infligieron sin despeinarse y de visitantes a Angers (goles de Mbappé, Sergio Ramos y Marquinhos). No obstante, una segunda mirada más detenida y abarcativa del contexto permitiría concluir precisamente lo contrario: la combinación de resultados fue la mejor que podía esperar PSG. Porque campeón será de todas formas (seguramente este mismo sábado), pero este retraso le permitirá serlo en un mejor escenario que el que hubiera tenido ayer: en su propia casa, frente a su público y con Lionel Messi dentro de la cancha. Si no hubiera sido por ese gol de Amine Harit, que le dio el triunfo a los dirigidos por Jorge Sampaoli a 15 minutos del final, a “Leo” le hubiera tocado celebrar su esperado primer título en PSG a la distancia, sin siquiera salir en la foto.

En principio, la inflamación en el tendón de Aquiles no debería marginarlo del choque del sábado ante Lens, donde todos los números serán a favor de PSG: con 15 puntos de ventaja, la misma cantidad que queda en disputa, a los de Mauricio Pochettino les basta con cosechar un punto en las últimas cinco fechas para ser campeón. Marsella, en cambio, debe ganar todo y esperar que PSG pierda todo. Y ni aún así lo pasa: lo alcanza. Y ahí entra a importar la diferencia de gol, donde PSG le lleva más del doble. O sea, el título es cosa juzgada, solo falta esperar. Y aunque Messi decidiera retirarse en junio o volver a Barcelona (cosa que no va a ocurrir hasta 2023), ya nadie podrá decir que se fue con las manos vacías. Por supuesto, que “Leo” llegó para ganar todo, en especial la Champions, y de eso estuvo lejos, pero algo es algo. Y la obtención de un título, aunque sea el que PSG ganó ocho veces en los últimos 10 años, quizás pueda funcionar a modo de combustible para el aletargado espíritu competitivo de Messi. Es justo y necesario, porque el Mundial de Qatar espera a fin de año y Argentina lo necesita con el tanque de confianza a reventar.

Por lo pronto, la (postergada) obtención del título de liga ya es un peso que Messi podrá sacarse de encima. Sin más objetivos a la vista hasta el inicio de la siguiente temporada (PSG ya quedó afuera en las demás competencias), la misión del “30” será recuperar el brillo perdido en Europa.

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