19 Septiembre 2021
El decano de Medicina, Mateo Martínez, lanzó la alerta durante su participación en el programa “Panorama tucumano” de LA GACETA, al decir que hay un problema de fondo, que es el impacto que ha tenido la pandemia en la educación superior. Es que durante 2020 y 2021 la Argentina va a dejar de graduar alrededor de 7.000 médicos. “Tenemos una presunción similar para enfermería y kinesiología”, añadió el decano, para dar una dimensión más precisa de esta crisis hasta ahora no advertida en el sistema sanitario.
Los periodistas le consultaron qué significaba la falta de médicos y de personal sanitario y a partir de cuándo iba a ocurrir esto. La respuesta fue que ya se está percibiendo en ciertos lugares geográficos y en ciertas áreas de la salud. Dijo que por un lado ha habido bajas de personal por retiros y también por los trágicos efectos de la pandemia. Ya hay problemas para reemplazar a médicos en determinados sectores y, según estima el profesional, la carencia no se va a sentir tanto en las guardias de hospitales y sanatorios como en la periferia y en el interior.
Agregó que hay una complicación adyacente derivada, y es que la atención de males que antes de la emergencia de coronavirus eran atendidos en consultas y tratamientos rutinarios, como diabetes, hipertensión y controles para evitar problemas mayores o tumores, están siendo ahora “tardíamente diagnosticados porque las medidas preventivas están enlentencidas”. También problemas de salud mental derivados de las circunstancias singulares que ha generado este tiempo de desafíos para la sociedad.
Cabe señalar que la pandemia, cuando llegó el año pasado, se dio en un sector que ya tenía problemas de falta de personal -hubo que incorporar unos 200 enfermeros casi de urgencia y se debió aceptar estudiantes- y que, en el caso de los médicos, había un largo conflicto por los desafíos que enfrentaba la Facultad para el estudio y capacitación de los estudiantes con la novedad del ingreso irrestricto, mientras que por otra parte los profesionales del sistema público reclamaban por la falta de elementos adecuados para su trabajo y por problemas salariales.
Sobre todo esto ha llegado esta nueva situación derivada de la emergencia sanitaria. “En momentos en que la sociedad está necesitando más trabajadores calificados en el sector salud, la ‘fábrica’, por así llamar a las universidades, está en dificultades para formarlos simplemente porque el campo de batalla de la lucha anticovid da problemas”, dijo. Ejemplificó que estudiantes de la facultad no habían podido asistir a una clase práctica en un hospital. “Y bueno, hay que privilegiar la salud de las personas por sobre los procesos educativos”, señaló.
“Este es el problema central y creemos que en el corto y el mediano plazo va a impactar en el sistema de salud, en momentos en que la pandemia no ha terminado; estamos en una fase tardía de la pandemia, están apareciendo problemas de salud porque estamos ocupando muchos de nuestros recursos en la atención de la covid”, dijo.
Las 23 universidades se han reunido y se han comprometido a analizar el problema, que ya está mostrando sus primeras consecuencias, para hacer las propuestas a las autoridades. Es de esperar que esta situación sea muy tenida en cuenta. Bien señaló Martínez: “Creo que es el rol nuestro, el de la universidad, de pensar en la fase tardía de la pandemia y la pospandemia. Tenemos que pensar en lo que va a pasar después”.
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