06 Agosto 2021
En medio de su ofensiva para retomar el control de Afganistán, los talibanes ejecutaron a unas 900 personas en seis semanas en una sola provincia. Entre las víctimas hay soldados, policías, ancianos líderes tribales, activistas y hasta un comediante. Todos fueron arrastrados de sus hogares y asesinados en la provincia sureña de Kandahar.
La escalada de violencia contra los niños y las mujeres es especialmente preocupante, según Unicef, la agencia de Naciones Unidas para la infancia, y la organización Human Rights Watch (HRW). El último episodio fue la flagelación de un niño de 12 años, en el distrito de Shirin Tagab. El menor sufre heridas en la espalda, piernas y pies, y se encuentra traumatizado, informó Unicef.
Un informe de HRW sostiene además que la nueva transición del poder a manos del talibán podría devolver a las mujeres a una época oscura de opresión, tras la decisión de Estados Unidos de retirar completamente sus tropas de Afganistán. (Especial)
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