14 Julio 2021
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La llegada intermitente de vacunas provocó idas y vueltas en la campaña de vacunación en la Argentina. Al poco tiempo de haber comenzado, el Gobierno nacional decidió diferir la segunda dosis de la vacuna rusa Sputnik V, de los 21 días recomendados a tres meses, con el objetivo de inocular a la mayor cantidad de personas en el menor tiempo posible. Ahora, ante el acecho de la cepa Delta, se resolvió lo inverso: acortar el intervalo a ocho semanas, en vez de 12.
"Hay muchos antecedentes de combinaciones múltiples de vacunas. No veo ningún problema".
En Argentina, 20 millones de personas fueron vacunadas con una dosis (20.509.495), y unas cinco millones tienen las dos dosis (5.109.414). De ese total de dosis aplicadas, la rusa es la que ha llegado en mayor número: cerca de 10 millones han sido compradas al Instituto Gamaleya. Pero es justo con este medicamento con el que no se cumple el esquema. La vacuna consta de dos componentes diferentes, adenovirus 5 y adenovirus 26. Es una plataforma similar a la de otras marcas, como Johnson & Johnson. Pero diferente a la AstraZeneca, por ejemplo, que tiene sus dos elementos similares. Esto es lo que ha generado la complicación, pues los cargamentos del segundo componente arriban de manera irregular desde Moscú.
"No hay un plazo de caducidad para la primera dosis, pero debe completarse el esquema. Solo las dos dosis garantizan la inmunidad ante las nuevas variantes", dice la infectóloga Aída Torres, directora médica del Centro de Estudios Infectológicos y Vacunación de Tucumán (Ceivac). Cuando habla de variantes, en realidad es una la que -puntualmente- genera extrema preocupación: Delta. Aunque aparentemente no supone una mayor gravedad -prosigue-, sí es más contagiosa que las anteriores. "Esto significa que las posibilidades de infectarse son mayores. Por eso, es fundamental que la población se encuentre correctamente inmunizada", explica.
Enseguida, la infectóloga insta a mirar lo que ha sucedido en otros países con el ingreso de esta cepa. "Circuló entre las personas no vacunadas. En menor medida, afectó a quiénes tenían una única dosis. Y prácticamente no se reportaron infecciones entre quiénes contaban con sus dos dosis", ejemplifica.
- Pero la escasez del segundo componente de Sputnik plantea demoras. ¿Qué opina de las combinaciones?
- Creo que las combinaciones se pueden y se deben hacer. Ante la urgencia, se puede vacunar perfectamente con AstraZeneca a quiénes recibieron Sputnik. Hay muchos antecedentes de combinaciones múltiples de vacunas. No veo ningún problema.
La semana pasada, el jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero, y el diputado nacional por la Unión Cívica Radical (UCR) Alfredo Cornejo se cruzaron en el programa "A Dos Voces" y protagonizaron un contrapunto respecto a la eficacia de la Sputnik V en comparación con la vacuna de Jhonson & Jhonson, desarrollada por el laboratorio Janssen de los Estados Unidos.
Consultado justamente por la demora en las segundas dosis, el funcionario del Ejecutivo nacional comparó la eficacia de la primera dosis de la Sputnik V con el esquema completo de la de Janssen, que es monodosis y utiliza el mismo vector viral. Ante este planteo, el diputado opositor lo desacreditó. Sin embargo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) mostraron que la eficacia de Johnson y Johnson es del 66 %, mientras que el estudio publicado en la revista científica The Lancet sobre Sputnik indica que su eficacia llega al 73 % después de la aplicación de la dosis inicial.
Por lo tanto, según la evidencia disponible, la primera dosis de la Sputnik V y la monodosis de Johnson & Johnson tienen porcentajes de eficacia similar. Sin embargo, en ese cruce no se planetó el ingreso de la variante Delta, tal como destaca Torres. "Las nuevas variantes son mucho más agresivas que la cepa original. Eso produce una aceleración de los contagios. El grupo etario más afectado es el que sale a trabajar. Y aunque estas personas tengan síntomas leves o sean asintomáticos, transmiten las cepas a otras", agrega.
A su turno, el infectólogo Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y miembro del comité de especialistas que asesora al presidente Alberto Fernández, agrega que en 40 días, a lo sumo, Delta tendrá circulación comunitaria en la Argentina. "Con una sola dosis, ninguna vacuna contra esta variante logra situarse por encima de entre el 30 % y el 50 % de inmunidad. No hay compromiso de eficacia", especifica a este diario.
Anteayer, un nuevo vuelo de Aerolíneas Argentinas llegó al país, proveniente de Moscú, transportando 550.000 dosis del componente 2 de Sputnik. Se espera que mañana arriben a la provincia 21.600 dosis. El anterior envío de este fármaco había sido el 29 de junio pasado. En Tucumán, según los datos oficiales del Ministerio de Salud nacional, la aplicación del primer y segundo componente de la vacuna rusa ha sido dispar porcentualmente. Hasta fines del mes pasado, en la Capital el 24 % de los vacunados había obtenido el esquema completo. En Tafí del Valle, en cambio, lo había conseguido el 43 % del total de los inoculados con esta fórmula. Pero hay departamentos donde el porcentaje es más desparejo, como Lules (2,7%) y Yerba Buena, (9,9%).
En cuanto a la población calificada prioritaria en la campaña de vacunación, la mayoría de los trabajadores de salud han completado el esquema. Donde se observa la falta es en el corte por franja etárea, pues prácticamente todos los menores de 59 años aguardan el segundo componente de Sputnik, a excepción de un 2,4% de las personas con factores de riesgo. La inscripción para vacunar a personas de entre 55 y 59 años se abrió el 16 de mayo, por ejemplo; es decir, que a esta franja se le estaría cumpliendo el intervalo de ocho semanas.
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