Revista "El Gráfico": chau partido, hola lectura

(La imagen es personal y remite a la niñez. Corrían los 70. En la esquina de casa, se armaban unos furibundos picados. ¡Pum, pam! Tiros al arco, corridas y pelotazos que iban a parar a alguna de las casas cercanas. Pero había algo que lograba interrumpir tanto afán por convertirse -en ese entonces-, en otro “Heber” Mastrángelo o en otro “Beto” Alonso. Era cuando aparecía el hijo de un vecino, con la revista El Gráfico. Chau partido, hola lectura).

“Los alumnos de las escuelas públicas de la Capital desfilan ante el Presidente de la República (presidencia de Hipólito Yrigoyen)”. Ese fue el epígrafe que acompañó la foto de portada de El Gráfico al salir a la calle con su primera edición, el viernes 30 de mayo de 1919. Blanco y negro a full. Fue una publicación semanal hasta marzo de 2002. Con los años, el ocaso y el final. 16 de enero de 2018: se anuncia el cierre de la edición en papel de la revista, ya en manos de Torneos y Competencias. En la última tapa, puro rojo: el DT Ariel Holan, que había llevado a Independiente a otra conquista internacional.

Cuando la publicación (que recién en su edición N°5 empezó a hacer portadas deportivas) vio la luz, San Miguel de Tucumán era una ciudad baja, pujante, con una intensa vida social y comercial. La provincia se movía ya al influjo de la industria azucarera. Atlético iba camino a cumplir 17 años desde su fundación; San Martín estaba rumbo a su 10° aniversario. LA GACETA transitaba su sexto año, ya tenía imprenta propia y una creciente atención de sus lectores. Gobernaba Juan Bautista Bascary. Todavía se hablaba de la presentación del 9 de mayo de Carlos Gardel en el cine Esmeralda, “con un selecto repertorio de estilos, tonadas y canciones provincianas”. Y se sentía dolor por el fatal destino del célebre aviador tucumano Benjamín Matienzo, a quien se había visto pasar por última vez el miércoles 28 de mayo por el cerro Tolosa, en la cordillera de los Andes.

Volvemos a aquella primera edición de El Gráfico. El uruguayo Constancio C. Vigil le dio vida desde la Editorial Atlántida (la misma de Billiken, Para ti y Gente, entre otras publicaciones). Constaba de 12 páginas, que sólo contenían fotos y epígrafes. Empezó como una revista de interés general. Y se volcó definitivamente al deporte en 1925. A lo largo de los años, todo aquel deportista o equipo que se destacara pasó por sus páginas o por su tapa.

Con sus textos y sus fotografías, El Gráfico cambió la forma de ver y sentir el deporte en la Argentina. Lo influyó de una manera total y contó con el favor del público. Por ejemplo, cuando la Selección salió campeona en México 86 vendió 690.998 ejemplares. Y 595.924 en su primer Mundial ganado, el de 1978. Diego Maradona acumuló 134 tapas. Hoy, una colección de revistas con el “Diez” se vende en Mercado Libre a $85.000. Y una sola, de 1996, en la que aparece con su cara pintada de azul y oro, a $30.000.

Con Tucumán, El Gráfico trazó lazos. El fallecimiento de Nasif Estéfano estuvo en su tapa, en 1973. El taficeño Armando Benavídez, en sus tiempos en San Lorenzo, apareció en 1951. Atlético se vio representado por Néstor “Motoneta” Gómez en 1979, cuando se hizo referencia a los ocho finalistas del Campeonato Nacional. También hubo una tapa falsa para San Martín en su 6-1 a Boca de 1988. Fue en la edición N°3607 del 22 de noviembre; Gabriela Sabatini se llevó la portada real, al ganar el Masters. Y hubo numerosas coberturas, con tucumanos o con eventos efectuados en la provincia, sean de fútbol, automovilismo, básquet, rugby. También producciones recordadas, suplementos especiales, notas a fondo.

La revista que todos querían leer es hoy un recuerdo. Vivir de ellos en ciertas circunstancias puede ser un gran momento. Porque nos permite conocernos y darnos a conocer. Con El Gráfico, había mucho de eso.