Las restricciones agigantan la grieta política tucumana

Las restricciones implementadas para calmar el efecto de la segunda ola de la pandemia generaron una reacción dispar en grandes sectores de la población: algunos aceptaron quedarse en sus casas, pero otros tomaron las calles para resistirlas. Esa división en la sociedad también se cristalizó en la dirigencia política de la provincia y las posturas sobre las nuevas medidas agigantaron la grieta. Mientras los dirigentes cercanos al gobierno provincial y nacional destacan la campaña de vacunación y defienden las medidas argumentando la necesidad de disminuir los contagios, en la vereda de la oposición distintos partidos critican la falta de dosis y la situación en la que quedó expuesto el sector productivo.

Siguiendo la línea del gobernador Juan Manzur, que habló de medidas “excepcionales”, el diputado nacional Pablo Yedlin aseguró que el incremento notable de casos en los últimos días hizo necesaria las decisiones en este sentido. Incluso, el referente del bloque del Frente de Todos en el Congreso sostuvo que teniendo en cuenta el proyecto, aprobado por el Senado para la gestión de la pandemia, Tucumán se encuentra en situación de “urgencia sanitaria”. “Las restricciones intentan modificar la dirección de la curva, liberar camas de terapia, evitar el colapso del sistema sanitario mientras se continúa con la campaña de vacunación”, remarcó.

Sobre este punto, Yedlin se mostró optimista en relación a la llegada de más dosis durante los próximos días y sostuvo que así se comenzará “una carrera entre la segunda ola y la población que llegue a vacunarse”. “Hay un uso político desde algunos sectores de la oposición sobre las vacunas. Lamentablemente, no tuvimos la cantidad que hubiésemos querido tener en tiempo y forma. Pero, para ser un país periférico y en crisis económica, haber conseguido las vacunas que se consiguieron en cantidad y calidad, es un éxito”, declaró a LA GACETA. Y agregó: “hay un grupo de opositores, que desde el lugar cómodo de la no gestión, opinan sobre lo que hubieran hecho mejor. Lo cierto es que cuando estuvieron en el gobierno nos dejaron sin vacunas de meningitis y sarampión, entonces me cuesta creer que ellos habrían conseguido vacunas si estaban a cargo en este contexto”.

En la UCR coinciden a la hora de hablar sobre “mala praxis” en el manejo de la situación y sostienen que Nación presentó al confinamiento estricto como la única opción para frenar la ola de contagios y de muertes. “El problema, es que la gestión de Manzur chamboneó la crisis desde hace meses. El marco legal para adherir al decreto nacional no es claro, el mensaje que transmiten quienes gobiernan en nada se condice con la gravedad del problema que enfrentamos y no hay ninguna voluntad de acercar caminos de solución para quienes se ven duramente golpeados por estos cierres masivos. Es más, el gobernador se calla cuando debe dar explicaciones y los funcionarios que hablan parecen que provocan en lugar de generar empatía con quienes sufren”, manifestó José María Canelada.

Para el presidente de la bancada radical en la Legislatura, las nuevas restricciones provocaron una reacción lógica en sectores “que están desesperados”. “La cuarentena eterna a la que el oficialismo sometió al país durante el 2020, la crisis económica generada por un gobierno que solo piensa en su impunidad y la incertidumbre absoluta ante el futuro inmediato generan reacciones extremas. Y más cuando hace pocos días el gobernador se mostraba comiendo locro con cientos de personas violando todas las normativas”, enfatizó Canelada.

Por su parte, Ricardo Bussi consideró que el gobierno de Manzur buscó fortalecer una gestión “debilitada como la nacional” imitando medidas y no adecuándolas a la provincia. “Las medidas son extemporáneas. Hay una disociación entre la realidad y las medidas”, dijo.

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Ramiro Beti cuestionó las restricciones vigentes desde el sábado y afirmó que su motivo tiene está vinculado a la falta de vacunas. “Los errores en la comercialización y la parte diplomática del país para conseguir vacunas, hace que quienes debían vacunarse en marzo hoy fallezcan y eso hace darle un terrible golpe a la economía por el cierre de los comercios no esenciales”, resaltó. El dirigente también negó que el partido organice o impulse manifestaciones en contra de las restricciones, aunque reconoció el acompañamiento a los reclamos espontáneos. “Los gobiernos de nación y provincia deben entender que no pueden dejar a la deriva a los comerciantes porque no la están pasando bien”, destacó.

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El presidente del partido CREO reconoció la gravedad de la situación sanitaria y destacó el trabajo que vienen llevando adelante los profesionales de la salud, pero sostuvo que el gobierno “debe aprender de lo que se hizo mal” en 2020. “El sector privado no aguanta más”, reveló el dirigente y detalló que  el contexto amerita a buscar alternativas. “La cuarentena es inaceptable. No se puede dejar de facturar a falta de días para el pago del aguinaldo. No se trata de subsidios ni asistencialismo. Hay que trabajar porque el asistencialismo desmedido le hace mal al país”, indicó.