¿A quién sigo? “Es tiempo de cambiar el chip y ocupar otros espacios”

¿A quién sigo? “Es tiempo de cambiar el chip y ocupar otros espacios”

El instagramer Amo de Casa difunde desde su cuenta tips para organizar el hogar y ser más eficiente en la limpieza. Contra lo preestablecido.

TAREAS COTIDIANAS. Amo de Casa difunde consejos y ofrece ideas para que limpiar la casa no sea una labor delegada solo a la mujer. TAREAS COTIDIANAS. Amo de Casa difunde consejos y ofrece ideas para que limpiar la casa no sea una labor delegada solo a la mujer.
21 Marzo 2021

Desde que se convirtió en Amo de Casa no usa su nombre personal. En la calle algunos lo reconocen y en los casamientos le piden explicar por qué el vinagre y el bicarbonato de sodio son los dos elementos imprescindibles para la limpieza del hogar.

Su historia se remonta a su niñez y adolescencia cuando sus padres, en la ciudad de Esperanza (provincia de Santa Fe) educaron a sus hijos colaborando con las tareas hogareñas. “No recuerdo que alguien haya tendido mi cama o doblado mi ropa. Desde chicos, mi hermano y yo junto con mi papá y mi mamá nos dividimos las tareas en casa: limpiar el baño y lavar los platos por turnos”, contó a LA GACETA.

A los 18 años se fue a estudiar a Santa Fe capital y ahí, al convivir con dos amigos, se dio cuenta de que lo que él hacía en casa no era lo común: “Me fui a estudiar diseño de la comunicación visual y me di cuenta de que lo que yo hacía ‘naturalmente’, para los otros era extraño. Y ahí descubrí que, aunque era un departamento ‘de paso’ y de estudiantes, era mi casa. Comencé a poner reglas con mis amigos: turnos de limpieza, lavar los platos después de comer o sacar la basura regularmente”. Más tarde llegaron otras experiencias como su vida en una fraternidad en Brasil en donde conoció a otro chico “peor” que él, tal como lo describe: “ahí aprendí muchas otras cosas, como a separar los residuos”.

Luego se radicó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en un departamento de dos ambientes muy colorido, que él mismo decoró con recuerdos de viajes y muebles reciclados. “Mi casa la hice solo, es la que muestro en redes sociales, todo es low cost y creo que la gente empatiza con eso. Son 36 metros cuadrados que decoré con mi onda porque no necesitás ser millonario para que tus cuatro paredes sean un lindo lugar. Ordenando, limpiando y con un poco de ingenio se puede todo. Muchos creen que quien tiene un lindo lugar se la pasa limpiando y ordenando ¡y es al revés! Cuando tenés una rutina, todo es más fácil”, insiste.

Con el tiempo se dio cuenta de que siempre llamaba la atención la manera en la que organizaba su hogar y así llegó la idea de crear la cuenta Soy Amo de Casa, @soyamodecasa, en Instagram (ya acumula 312.000 seguidores y en ella habla del orden, de cómo efectivizar ese trabajo y de los productos de limpieza que utiliza); un libro y una tienda virtual.

“La idea de ser Amo de Casa es apropiarte del espacio en el que vivís para que sea un lugar en el que estés cómodo. Para eso hay que ordenar, limpiar, decorar, hacer que ese sitio sea único y te represente -explica-. Dicen que primero tenés tu piel, luego la ropa y al final tu casa que es tu ‘tercera piel’. Yo sostengo que se puede vivir en una casa ordenada, sin vivir para eso”.

Con respecto a la rentabilidad de su cuenta, Amo de Casa explica que es muy difícil “vivir” solamente de Instagram. “Hay una idea de que en esta red social todos viven de canje o que una marca te paga el sueldo. Si fuese así, lo haría todo el mundo. Lo valioso, en realidad, es la comunidad que se construye porque confían en vos y les sirve o les gusta el material que subís. Cuando una marca se me acerca, siempre pienso si postearía la publicidad aunque no me pagasen: ese es mi horizonte”, aclara.

“Cuando inicié mi cuenta observé que no había ningún varón haciéndose cargo de esto, parece que seguimos siempre en la misma y no se visibilizaba el trabajo de varones que ordenan su casa ni en redes ni en la TV, por ejemplo”, recuerda y explica: “la inserción de la mujer en el mercado laboral no se condice con el aumento de la cantidad de varones realizando las tareas domésticas. La equidad no existe. Las mujeres le dedican el 50% más de tiempo que los varones a estas tareas pero en las encuestas, ambos manifiestan que es importante. Los varones debemos darnos cuenta de que tenemos una oportunidad ahora. El sistema también nos hizo daño a nosotros porque antes los padres eran el monstruo que llegaba cansado y tarde, que no se relacionaba desde el cariño con sus hijos y que cargaba con la mochila de la responsabilidad económica. Para los hombres es la oportunidad de ocupar otros espacios. Hay que cambiar el chip y siento que en el discurso estamos todos de acuerdo, pero en la práctica todavía falta mucho”.

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