Claves para un bronceado responsable

El exceso de sol siempre es peligroso; no olvidemos que la radiación ultravioleta (RUV) es la más importante causa de cáncer de piel advierte Silvia Molina, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Avellaneda- y destaca la importancia de respetar los horarios menos riesgosos y ser minuciosos con la protección.

EN EL HORARIO ADECUADO. Para broncearse hay que hacerlo siempre antes de las 11 o después de las 16.

Por Claudia Nicolini 11 Enero 2021

- ¿POR QUÉ NUESTRO CUERPO SE BRONCEA? Aunque nos resulte lindo vernos bronceados, lo cierto es que es resultado de una reacción de defensa frente a la radiación ionizante, es decir, la que contiene suficiente energía como para producir un alteraciones a nivel molecular. En pocas palabras: siempre implica un daño.

- PROTEGER LA PIEL ES DISMINUIR EL RIESGO (NO DESAPARECE). Para cuidarla son clave el uso correcto del protector adecuado; el horario de la exposición al sol y la hidratación.

- EL HORARIO: debe evitarse a rajatabla la franja entre las 11 y las 16.

- PROTECTOR SOLAR SIEMPRE. Ponerse al sol sin protector no aumenta el bronceado ni lo hace más rápido. La quemadura será grave, la piel se deshidratará más y acabaremos pelándonos... y perdiendo el color más rápido. “Y lo ideal es que todos usen factor de protección 50 y que el bronceado sea un proceso lento... Que sea rápido aumenta los riesgos”, destaca Molina.

- PROTECTOR BIEN USADO: PRIMERA APLICACIÓN. Es importante ponérselo al menos 30 minutos antes de la exposición: es el tiempo que tardan los filtros químicos en actuar.

- PROTECTOR BIEN USADO: CANTIDAD Y FRECUENCIA. Para lograr el nivel de protección indicado en el envase son necesarios unos 30 ml de producto por todo el cuerpo en cada aplicación. Más o menos, el tamaño de una pelota de ping-pong. Así, un envase de 200 ml debería servir para 8-10 aplicaciones. Si pensás en cada zona por separado (cara, brazo, etc.) usá el equivalente a una moneda de $2 (si es una emulsión) y entre 8 y 10 pulverizaciones si es spray. Renovar cada 2 horas, y recordar que el sudor y el roce con la toalla arrastran parte del producto.

- PROTECTOR BIEN USADO: CUIDADO CON LAS “ZONAS OLVIDADAS”. Es clave que la aplicación y la renovación sean minuciosas. Lo ideal es hacer la primera aplicación antes de colocarse el traje de baño. Porque es probable que se desplace y queden zonas desprotegidas. Al renovar, desplazar el borde de la malla y los breteles para evitar lo mismo. Y estar atentos a "las zonas olvidadas": orejas, nuca, dorso de las manos, ingles y glúteos, interior de las rodillas y empeines).

- CUIDAR LOS OJOS: la RUV puede producir daños en la superficie ocular y en el cristalino, provocando catarata. El Hospital Alemán recomienda usar anteojos de sol que tengan filtro para rayos UVA y UVB y, de ser posible, sombrero.

- SITUACIONES QUE TE PUEDEN ENGAÑAR. *Un día nublado: el 90% de la radiación solar atraviesa las nubes. *El agua o el viento: no sentir calor puede hacerte olvidar que los rayos siguen incidiendo en tu piel de forma intensa. *Que ya estés bronceado: tener color no evita que te quemes, ni te protege de los rayos UVB.

- ALIMENTACIÓN. Un mito extendido es que para mantener el bronceado hace faltan vitamina E, betacarotenos, etc. La realidad: las zanahorias no hacen que dure más. Pero con alimentación saludable la piel estará más sana y funcione mejor, como el resto del cuerpo.

- HIDRATACIÓN. Consumir el agua necesaria ayudará a cuidarnos por dentro y por fuera. Una piel hidratada evitará que la eliminación de las células.

- LOS PERFUMES: si el que usás tiene base de alcohol no te lo pongás para estar al sol, ya que puede causar irritación y dejar manchas.