La joven que huyó de los abusos de sus hermanos recuperó a su hijo

“La felicidad de la mujer era enorme por poder reencontrarse con su niño, y más en este contexto, en estas condiciones de enorme vulnerabilidad y violencia por las que ella tuvo que transitar por años. Así que la verdad que ella estaba feliz; su hijo también estaba muy contento de volver a abrazar a su mamá”, contó Eduardo Ruffino, director del cuerpo de abogados para Víctimas de Violencia de Género Contra la Mujer.

L. , de 20 años, escapó de la casa en la que vivía con su familia en el departamento de Pellegrini, Santiago del Estero, después de denunciar que había sufrido abusos por parte de sus cuatro hermanos y de un quinto hombre, que aún no está claro si se trata de su padre biológico o su padrastro. Para salir de esa situación, la joven debió caminar durante más de siete horas con un hombre de Buenos Aires al que conoció por Facebook, quien se comprometió a viajar hasta Santiago del Estero para ayudarla. Actualmente vive en Tucumán con el hombre que la ayudó a escapar, quien se convirtió en su pareja.

Al abandonar la provincia vecina, L. debió dejar atrás a su pequeño hijo de cinco años, que sería producto de uno de los tantos abusos que sufrió, debido a que su familia le impidió llevárselo con ella, circunstancia que la tenía preocupada desde que llegó a Tucumán. “Cuando tomamos conocimiento de la situación coordinamos, junto con la jueza Andrea Segura, las medidas pertinentes para lograr el traslado del menor a la provincia, para que esté con su mamá, porque puntualmente ese era su pedido y nos había anticipado de la negativa por parte de su madre, abuela del menor y del resto de la familia de entregar el niño”, dijo Ruffino en una conversación telefónica con LA GACETA.

La nueva pareja tenía planeado viajar a Buenos Aires y comenzar ahí una nueva vida, lejos de los abusos, pero la idea de estar separada de su hijo le hacía imposible el proyecto. Su principal pedido era recuperarlo y reencontrarse con él. “Para nosotros significa muchísimo conseguir, a través de nuestro accionar, este tipo de cosas. Si bien estamos para eso y es nuestra obligación, también nos da mucha satisfacción poder concluir de esta manera y ver la felicidad de esta mujer y su niño, y del entorno”, añadió Ruffino.

Así, el martes por la tarde llegó el niño a Tucumán y pudo reencontrarse con su mamá después de nueve meses. La abogada encargada de controlar y garantizar que se lleven a cabo todas las medidas de la manera que corresponde fue Carla Godoy.

Ahora, L. pasó la Navidad con su hijo y su nueva pareja, lejos de la casa que tanto sufrimiento le causó. De su parte, sólo queda esperar el accionar de la Justicia para resolver el caso cuanto antes y recibir el apoyo necesario para continuar con su vida.

“El proceso recién está en su etapa inicial, ya se tomaron algunas medidas, pero ahora hay que hacer un acompañamiento en todos los sentidos a esta joven y su niño, brindarles contención en todos los aspectos, principalmente emocional. Hay que poner todo un equipo y áreas a trabajar para brindarle apoyo. Veremos en el área penal cómo se prosigue respecto a estas denuncias de abusos que ella manifestó contra sus hermanos”, concluyó Ruffino.