San Martín está de pie, ahora necesita acelerar a fondo

San Martín está de pie, ahora necesita acelerar a fondo

San Martín se plantó en la casa del “Dragón” y se llevó un triunfo clave en la lucha por lograr el primer ascenso.

LA FIGURA. Arce estuvo sólido en todas sus intervenciones y tapó varias pelotas clave, que aseguraron el triunfo “santo”. LA FIGURA. Arce estuvo sólido en todas sus intervenciones y tapó varias pelotas clave, que aseguraron el triunfo “santo”. FOTO DE IGNACIO IZAGUIRRE - ESPECIAL PARA LA GACETA

Se ha dicho y escrito miles de veces: hay victorias que valen más que tres puntos. Este fue el caso del triunfo 1-0 conseguido por San Martín en su visita a Defensores de Belgrano. Porque un empate -ni hablar una derrota-, hubiera bajado ánimos y dividendos de manera brusca y quién sabe si definitiva en esta “reanudación” de la temporada de la Primera B Nacional.

El “Santo” ganó en las dos áreas, estableció diferencia por los dos arqueros. Ramiro Costa se impuso en lo alto con un cabezazo que primero Sebastián Giovini atajó y luego mandó a la red con su propio cuerpo, a los 55 minutos. En la otra área, Ignacio Arce dejó con las ganas una y otra vez a los futbolistas de un “Dragón” cuyo fuego se fue extinguiendo después que el portero “santo” tapó de gran forma a los pies de Ezequiel Aguirre.

¿Fue merecido el triunfo del equipo dirigido por Favio Orsi y Sergio Gómez? Difícilmente sea una cuestión que le preocupe a alguien en La Ciudadela, tras la desgracia de una pandemia que lo dejó sin el final que empezaba a intuir en los albores de este 2020. Y del desafortunado traspié ante Tigre el domingo anterior. En el coqueto barrio porteño de Núñez, San Martín mostró dos virtudes fundamentales: orden y sacrificio. Además de la contundencia, de haber facturado la única ocasión clara de la que dispuso.

Quienes mejor la pasaron durante un primer tiempo deslucido –infumable, dirían los centenials de hoy- probablemente fueron las tres jovencitas que se movían al ritmo del zumba fitness bajo un sol auténtico de primavera y unas palmeras fuera de lugar en la terraza de un conocido gimnasio porteño contiguo, que oficia de “palco” sobre el estadio Juan Pasquale. Estaban jugando el primero y el segundo de la Zona B del torneo que se interrumpió en marzopor culpa de la llegada de la pandemia y que los dirigentes de la AFA decidieron tirar a la basura. Pero sobre el raído césped no se notaba.

Apoyados contra la baranda del gym, una decena de supuestos hinchas de “Defe” miraban las desangeladas acciones con “dolor de ojos”: el goce estético se adivinaba escaso ya en la previa, después de todo ni las dimensiones de la cancha ni el estilo del anfitrión coadyuvan habitualmente para ver buen fútbol, pero en este caso, la visita tampoco colaboró, ni por asomo logró parecerse a su mejor versión de antaño, de los felices días prepandémicos.

Es que no hubo generación de juego, apenas alguna combinación aislada de Facundo Melivilo con Claudio Mosca por la izquierda del ataque. Durante el entretiempo, un plateísta -hubo unos cuantos sentados en las butacas rojas y negras, el protocolo AFA se va haciendo más laxo, parece- decía: “se nos tiene que abrir el arco para que cambien el partido”.

Acertó en el diagnóstico. Pero para su desazón, el que se abrió fue el arco local. Y sí, con la desventaja el conjunto de Fabián Nardozza fue a la “carga Barracas” y convirtió a Arce en una figura gigantesca (y a Juan Orellana en su lugarteniente). San Martín no supo aprovechar un par de contras ventajosas. Afortunadamente, el azar también jugó a favor de la visita.

Ese ramillete de camisetas negras con colores rojos y blancos sobre el pecho festejó con razón cuando el sol ya iba abandonando la tarde porteña. Un triunfazo, por el contexto actual y el pasado pisado.

Ahora, San Martín puede volver a mirar con confianza el futuro, aunque deberá mejorar (y mucho) en el juego para ir por todo. Si el domingo puede derrotar a Rafaela en su casa, otra vez estará listo para dar pelea; porque el “Santo” volvió a ponerse de pie y no quiere dejar la oportunidad en un torneo que no es lo que esperaba, pero que quiere dar el cierre que todo su pueblo espera.

Rincón "Santo"

Su primera vez

Gonzalo Gutiérrez ocupó un lugar en el banco de suplentes. “Pety” le ganó la pulseada a Lucas Cano, pero se quedó con las ganas de ingresar. Él, Nicolás Carrizo y Ricardo Noir fueron los únicos que no sumaron minutos ayer.

Se entrenan en CABA

Tras la victoria de ayer, el plantel “santo” retornó al hotel ubicado en el microcentro porteño en el que concentró antes del juego. Allí se alojará hasta mañana, cuando volará de regreso a nuestra provincia. Hoy, el grupo se entrenará en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

¿A puertas cerradas?

Durante el partido, se vio mucha más gente de las permitidas por el protocolo de la AFA en tiempos de pandemia. Incluso, hubo algunos hinchas caracterizados de Defensores de Belgrano rondando la platea y la zona del buffet.

Golpeados

Ayer, Joaquín Varela y Ramiro Costa terminaron el juego con algunas molestias. De acuerdo a lo que explicaron allegados al cuerpo técnico, en las próximas horas se los evaluará para ver cuál es el grado de sus lesiones.

Van quedando listas

Ayer fueron ensambladas las tres torres de iluminación ubicadas sobre calle Pellegrini. Durante los próximos días se realizará la conexión eléctrica, por lo que es muy probable que el domingo, San Martín reciba a Atlético de Rafaela desde las 21.30.

Cierran la fecha

A partir de las 17.10, Atlético de Rafaela recibe a Tigre, en el duelo que le bajará el telón a la fecha 2.

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