05 Diciembre 2020
(ARCHIVO)
Desde anoche, los salones de fiesta de Tucumán cuentan con un protocolo autorizado por el Comité Operativo de Emergencia (COE) para su reapertura después de la agonía que causó la inactividad en nueve meses. “La resolución 142 ya está vigente, pero cada una de las autoridades locales, intendentes y delegados comunales, van a tener que disponer de herramientas para las habilitaciones”, explicó ayer el subsecretario general de la Gobernación, Pedro Sandilli.
La Cámara de Salones de Fiestas y Afines Unidos de Tucumán (Casafaut), presidida por Matías Ávila, había solicitado al Gobierno que los espacios de fiestas pudieran abrir desde este fin de semana al menos como bares y restaurantes (como ya lo hacen algunos boliches) dada la crisis terminal que atraviesa el sector.
La norma aprobada ayer, que lleva la firma del ministro de Seguridad Claudio Maley, no menciona esa modalidad y sostiene que “los parámetros epidemiológicos de covid-19 registrados en las últimas semanas evidencian que se encuentran dadas las condiciones para habilitar la actividad que llevan a cabo los salones de eventos en la provincia, con modalidades especiales”.
Los lineamientos establecidos, que revisten el carácter de obligatorios, son:
- Horario de 7 a 1.
- Límite de cuatro personas por mesa en todos los lugares.
- Ocupación de espacios interiores del 50%, con respeto de las distancias de dos metros entre sillas de mesas contiguas.
- Distancia de dos metros entre sillas de mesas contiguas en espacios al aire libre.
- Uso de tapabocas en todo momento, salvo para ingerir alimentos y bebidas.
- Burbuja familiar con acreditación de DNI para constatar que las personas son convivientes.
- Ventilación de espacios interiores cada dos horas y sanitización de superficies.
- Sanitizantes a disposición.
“El cumplimiento de los requisitos previos es exclusiva responsabilidad de los ejecutantes, quienes, además, deberán tomar las medidas y recaudos complementarios que fueron necesarios para garantizar las medidas de distanciamiento social, higiene y seguridad”, aclara la resolución del COE, que habilita a municipios y comunas rurales para autorizar otras acciones. No se menciona el caso de posibilidad de bailar, pero la prohibición queda implícita entre las exigencias expuestas.
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