El fútbol, entre las necesidades y las contradicciones

El fútbol, entre las necesidades y las contradicciones

Nadie sabe cuándo volverá la competencia en el país. Se quejan los futbolistas, los entrenadores y los dirigentes que creen que sus clubes fueron perjudicados.

09 Agosto 2020

El desafío está en marcha. Casi cinco meses después, el fútbol argentino se reactivó y los planteles volverán mañana a entrenarse aunque por el momento el inicio de la competencia oficial solo tiene fecha establecida para los equipos que compiten a nivel internacional. La Copa Libertadores arrancará el 15 de septiembre, mientras que la Copa Sudamericana, en la que competirá Atlético, se reanudará a fines de octubre. La actividad se suspendió en marzo, cuando la pandemia de coronavirus se instalaba en el mundo y en el país los enfermos eran muy pocos. El retorno se produce en medio de una situación sanitaria compleja, con casos que aumentan día a día y no se sabe si en el país se alcanzó el pico de contagios.

Parece contradictorio. Sin embargo, la inactividad que afectó a los equipos afiliados a la AFA fue superior a lo que sucedió en el resto del mundo. En Europa, las diferentes ligas ya completaron la temporada que también se interrumpió en marzo. Ahora es el turno de los torneos organizados por la UEFA: Liga de Campeones y UEFA Europa League. Allá se adaptaron al momento. Respetaron los protocolos; se hicieron los estudios necesarios; jugaron sin público en las tribunas -aunque hubo excepciones en algunos partidos donde se limitó el ingreso de aficionados- y respetaron los reglamentos.

Estados Unidos fue el pionero con la denominada “burbuja”, un sistema que permite concentrar a varios planteles en un moderno complejo con todas las comodidades necesarias para asegurarse que los protagonistas cuenten con las medidas sanitarias y se reduzcan las posibilidades de contagio.

En nuestro país, por culpa de una dirigencia que demostró ineptitud para afrontar el problema y optó por sacar réditos personales al suspender la temporada, dejando sin efecto los descensos pero premiando a los clubes amigos con clasificaciones para las competencias internacionales del próximo año, reinan la improvisación y la incertidumbre.

Nadie sabe cuándo ni cómo volverá la competencia oficial en el país. Se quejan los futbolistas, los entrenadores e incluso algunos dirigentes que sienten que sus clubes fueron perjudicados. Los más optimistas creen que en septiembre podrían jugarse algunos partidos -la Copa Argentina es una alternativa- para permitir que los equipos que disputen la Copa Libertadores tengan competencia previa a la reanudación del torneo continental. Otros estiman que pasarán dos meses -y tal vez más- antes de que la Liga profesional -la nueva estructura competitiva que reemplaza a la Superliga- haga su presentación en sociedad.

Los pesimistas sostienen que es un riesgo el regreso del fútbol. De todos modos, en el resto del mundo ya dieron un paso importante para mantener la competencia pese a la amenaza del coronavirus y muchas ligas ya tienen fechas establecidas para jugar la temporada 2020-2021. Hasta que no se tenga la vacuna para terminar con los contagios, el riesgo siempre va a existir. Sin embargo, quedó demostrado que con controles y mucho cuidado, las competencias pueden desarrollarse.

Nadie está a salvo. En España, el torneo de Segunda División se tuvo que postergar por el contagio masivo de los jugadores de Fuenlabrada. El búlgaro Martín Kavdanski, defensor del FC Tsarsko Selo Sofia -asintomático y cuyo test había dado negativo- contagió a 19 futbolistas, tres de su equipo y 16 del rival, en un partido de la liga belga. Varios futbolistas famosos -Paulo Dybala, entre ellos- se contagiaron en su momento. Incluso hubo casos confirmados en el país. Con los controles que comenzaron el fin de semana, van a conocerse nuevos casos. El primero ya trascendió: el estudio realizado al juvenil arquero del plantel profesional de River, Ezequiel Centurión (23 años) dio positivo en covid 19 y tuvo que ser aislado. Fue el primero. Tal vez no sea el último.

Pese al virus, el mundo sigue girando y la pelota no puede detenerse. El fútbol es como una empresa multinacional que genera ingresa millonarios y de cuya actividad dependen muchos sectores.

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