Matías Casoy: “los pedidos online en súper se multiplicaron”

En tiempos de cuarentena, el servicio de delivery ha sido fundamental para garantizar la provisión de un sinfín de productos sin salir de casa. Así, las aplicaciones en línea que ofrecen la tecnología para que esas operaciones sean prácticas y veloces han experimentado un boom en su demanda. “El consumidor tucumano ha multiplicado los pedidos online en supermercados y farmacias, además de lo gastronómico”, observa Matías Casoy, gerente general de Rappi en Argentina y Uruguay. En su caso, la reinvención dentro del modelo de negocio ha sido clave -analiza- para contribuir con la economía de miles de comercios durante la crisis.

En diálogo con LA GACETA, el emprendedor digital realiza un balance más que positivo del desembarco de la aplicación de origen colombiano en Tucumán, tierra en donde comenzó a funcionar en noviembre del año pasado. Ahora que Rappi se expandió también a Yerba Buena, mantiene expectativas aún más altas y no descarta en un futuro avanzar hacia otros sitios “donde los usuarios lo busquen”. Durante la entrevista, Casoy expone los desafíos económicos del sector durante la pandemia -la compañía ha operado con pérdidas los últimos meses- y no elude la respuesta sobre las problemáticas que suelen afectar a los repartidores en general.

-¿Cómo le fue a Rappi desde que se instaló en Tucumán?

-Lanzamos la aplicación en Argentina en febrero de 2018 y desde entonces el crecimiento ha sido acelerado. Siempre supimos que íbamos a estar presentes en Tucumán porque habíamos analizado el enorme potencial de la ciudad por su cantidad de habitantes y la fuerte cultura del delivery que hay. Así, pudimos expandir la propuesta de valor innovadora y disruptiva de Rappi, que permite en una sola app comprar todo lo que quieras o incluso hacer mensajería. Puedo asegurar que Tucumán fue una de los lugares que tuvo el lanzamiento más exitoso en todos los rubros.

-¿Qué hábitos de consumo se observan en Tucumán, considerando además la cuarentena?

-Creo que la vertical en Tucumán ha sido la de los supermercados: la posibilidad de realizar compras al mismo precio, incluso con las mismas promociones y por medio de un personal shopper que trabaja dentro del súper y lo hace por vos, ha sido una propuesta disruptiva. Y vemos que en la provincia se hacen muchas compras, tanto chicas y express como grandes. También nos sorprendió la cantidad de pedidos en farmacias, que se multiplicaron por seis entre febrero y mayo, y el servicio de mensajería, que aumentó en cuatro veces. El usuario percibe que puede realizar como nunca antes pedidos en cantidad, calidad y también diversidad de productos. Lo importante, además, es que adquirimos una función social enorme.

-¿De qué se trata esa función? ¿El sistema busca ir más allá de un mecanismo de pedidos?

-Cuando hablamos de Rappi, hablamos de tecnología aplicada a un ecosistema formado por tres patas. Si sacamos una de ellas, no podemos pensarlo completo. Son los usuarios, los repartidores y los cientos de miles de comercios aliados. Estos últimos, sobre todo los del ámbito local, hallaron en Rappi la forma de generar un canal de ventas adicional en medio de la pandemia. Por ello, lo más importante para nosotros fue servir como un medio útil para que puedan seguir vendiendo sus productos a pesar de la parálisis. Nuestro foco ha sido apoyar a las comunidades locales por encima de la rentabilidad. Como compañía regional, trabajamos a pérdida este último tiempo.

-¿Por qué? ¿Cómo se adaptó la plataforma a la pandemia?

-Primero, hemos invertido mucho dinero en iniciativas para apoyar a los comercios locales. Redujimos con mucho esfuerzo los tiempos de los pagos para contribuir con la liquidez de los restaurantes. No subimos el porcentaje de comisión percibido por Rappi, que en Tucumán se mantendrá incluso reducido hasta mayo del año que viene. Hemos redoblado los esfuerzos de marketing y agregamos otras iniciativas con fines sociales, como la posibilidad de acceder a una consulta médica gratuita desde la app. Con los repartidores, además, trabajamos con estrictos protocolos epidemiológicos que elaboramos en marzo. Así, el equipo de desarrollo añadió opciones para que mantener la distancia social en los repartos sea posible: entregas sin contacto, chats, medios de pago virtuales… En ese sentido, trabajamos en conjunto tanto con ellos como con los comercios aliados. Ha sido exitoso y no hemos reportado casos de covid. La clave es informar siempre.

-¿Cuáles son las cifras más recientes de la empresa?

-En los últimos meses, sin contar junio, en Tucumán se sumaron 80 locales gastronómicos. En la provincia hablamos ya de casi 400 comercios de todos los rubros que generan ventas con la app. A nivel nacional son 7.500. Sobre los repartidores, hay al menos 200 en Tucumán que se conectan por lo menos una vez al mes y que, como decimos nosotros, transforman sus momentos ociosos en dinero. En todo el país, hasta mayo, eran unos 15.000 repartidores. Es una cifra importante.

-Ha habido en muchos sitios una serie de protestas de repartidores -de varias empresas- en reclamo de seguridad y por otros aspectos laborales...

- Para nosotros es importantísimo estar cerca de los repartidores y entender cómo ven ellos el trabajo y la actividad en general. Las movilizaciones, en el caso de Argentina, suelen responder a un grupo minoritario. Vemos dos cosas: 1) el número de repartidores activos en nuestra plataforma viene creciendo de manera sostenida y muchos de los que se suman son referidos por otros repartidores; 2) nuestras encuestas de satisfacción muestran que más de 7 de cada 10 se encuentran satisfechos con el servicio y lo recomiendan. En Rappi, como compañía, nos hemos enfocado mucho en las medidas de seguridad. Somos la única que cuenta con un seguro de accidentes personales para los repartidores. Además hay servicios de asistencia 24/7, de ambulancias y de reintegro de medicamentos. En colaboración con los gobiernos, repartimos de forma gratuita más de 7.000 cascos y chalecos refractarios.