El periodismo se ha puesto de luto

El periodismo se ha puesto de luto. La partida de Dardo Tulio Barcala, ocurrida hoy tras una corta enfermedad, deja una pena profunda, inarbacable. A la vez que una inmensa enseñanza de dignidad y coherencia, cualidades que lo acompañaron en cada uno de sus actos, tanto en el ámbito del hogar como en su vida pública. Tulio fue periodista y formador de periodistas, hombre que no dejó de recorrer cada día las calles de este Tucumán hasta que en marzo la cuarentena lo obligó a quedarse en casa. Luego devino la enfermedad que lo obligó a internarse, y que terminó llevándoselo.

De muy joven se instaló en Tucumán y abrazó el oficio de periodista. Estuvo muchos años en el diario “ Noticias”, hasta su cierre. Tras el golpe de 1976 sufrió la desocupación y pasó un período muy duro en su vida, que lo llevó a trabajar en lo que surgiera para poder mantener a su familia, compuesta por su esposa, María Luisa, y por sus tres hijos, Dardo, Gustavo y Rubén.

Logró volver a hacer periodismo cuando fue designado secretario de redacción en El Pegón, de Jujuy. En 1981 volvió a Tucumán como jefe del área de Información Local del vespertino “La Tarde”. Más adelante volvió a la función pública, como jefe de prensa de la Legislatura. Además, durante un período estuvo al frente de la Dirección de Información Pública (bajo el Gobierno de Ramón Ortega).

Cumplida la edad que marca la ley, se jubiló de la Legislatura, pero no dejó de trabajar. Participó de diversos proyectos en publicaciones locales. Y transitaba a diario su vocación por informar y por estar informado. Su vida era el análisis político, la tarea de desmenuzar la realidad, y de anticiparse a los hechos. Su vida era ser periodista, y ejerció su oficio hasta el final de sus 84 de vida.