Dificultades para trasladar la producción de granos

Dificultades para trasladar la producción de granos

Los productores tucumanos que explotan campos en Salta y en Santiago del Estero denuncian inconvenientes para el traslado de maíz hacia las plantas de acopio. Más costos y demoras en controles.

EN PLENA PRODUCCIÓN. Una máquina trabaja en un campo de maíz arrendado por tucumanos en el oeste de Santiago del Estero.  EN PLENA PRODUCCIÓN. Una máquina trabaja en un campo de maíz arrendado por tucumanos en el oeste de Santiago del Estero.
04 Junio 2020

Transportar granos desde la zona noroeste de la provincia hacia los centros de acopio se ha vuelto una odisea para los productores tucumanos que explotan campos en el sur de Salta o en el oeste de Santiago del Estero. Las complicaciones para el traslado de la producción en medio de la trilla de maíz no sólo pasan por el incremento de los costos que le significan a esos agricultores, sino también al momento de justificar su condición de exceptuados al pasar por los puestos limítrofes de control. Esto motivó un pronunciamiento de la Sociedad Rural de Tucumán. “La falta de política agropecuaria es manifiesta. Hay una enorme falencia que se demuestra en esta epidemia con la falta de uniformidad y de criterio en los controles que se realizan en las rutas”, indicó ayer a LA GACETA el presidente de esa entidad, Sebastián Murga.

El ruralista argumentó que, en muchos casos, los productores o transportistas quedan a merced de la guardia policial y sanitaria que está en cada puesto “sin que se establezca cuáles son los permisos que hay que sacar para poder pasar sin contratiempos”. Murga consideró que el Gobierno nacional, más que provincial, debe hacer cumplir las leyes de libre tránsito para el sector agropecuario, exceptuado en la cuarentena”. De la misma manera, pidió que la Justicia haga cumplir el decreto presidencial que establece las excepciones para el aislamiento social obligatorio.

Nicolás Remis viaja dos o tres veces por semana para seguir de cerca la trilla de maíz. El administrador de un campo en territorio santiagueño. Cada tanto debe exponerse al pedido de hisopado y de cuarentena, según la recomendación del personal que se encuentra en el puesto caminero. “Por decreto presidencial, el campo es una de las actividades exceptuadas y para eso sacamos el permiso de circulación”, indicó en su charla con nuestro diario. Remis señala que durante la cosecha de soja, el movimiento de camiones había sido casi normal, pese a la vigencia de la cuarentena. Pero la situación se ha modificado en los últimos días. Los camiones ya no pueden pasar por 7 de Abril, por ejemplo, para dirigirse a las plantas de acopio y deben modificar su recorrido (en casi 100 kilómetros más) para pasar por otros caminos habilitados para el traslado de la producción. “Eso implica más costos, en períodos en que todo se ha encarecido. El flete prácticamente se duplica”, puntualizó Remis. En el mismo sentido se expresó Horacio Mariona, otro administrador de explotaciones agropecuarias en zona santiagueña. “Las producciones de maíz ya no pueden trasladarse por las vías naturales. Naturalmente que esto implica mayores costos. Pero también hubo situaciones difíciles, como la de un intendente del sur salteño que ordenó poner montículos de tierra y ramas de árboles para clausurar los caminos”, afirmó. Mariona consideró que el campo no está contra las medidas que se adoptaron para la no propagación del covid-19 en esta parte del país. Sin embargo, al igual que lo dijo Remis, el agro es uno de los sectores exceptuados por las disposiciones nacionales.

La queja no es menor en esa área de influencia, comprendida por el oeste santiagueño y el sur salteño, productores tucumanos y de otros distritos explotan alrededor de 120.000 hectáreas, mayoritariamente con soja y maíz. Esa producción tiene destino de exportación y necesita ser trasladada a los puertos.

Mariona destacó que la falta de uniformidad de las medidas en cuarentena no sólo va en detrimento de la sociedad que vive en la zona del campo, sino también de todo el sector productivo. Por eso sugirió una mesa de diálogo para unificar criterios y simplificar situaciones. “Vemos que el comercio está recién reabriéndose, que la industria está a media máquina y, desde el principio de la pandemia, fueron las actividades agropecuarias las que le pusieron el hombro a la situación y generaron divisas”, fundamentó.

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