Los dilemas de Manzur

La flexibilización de actividades es casi un hecho. Y, en esa orientación, la gestión del gobernador Juan Manzur trabaja sobre dos esquemas:

Por un lado, atender a los reclamos de los comerciantes de permitir la atención al público, a partir de la próxima semana, y con las restricciones y protocolos sanitarios pertinentes. También el de otros sectores que han reclamado a la Casa de Gobierno la posibilidad de ejercer sus profesiones y sus oficios.

Por el otro, sostener la vigilancia epidemiológica ante el ingreso de repatriados del exterior y también aquellos tucumanos que quieran retornar a este distrito.

Los resultados de la cuarentena social y obligatoria han servido como sustento para ablandar la postura del gobernador. Otro tanto tuvo que ver la cuestión financiera. Manzur ha sido beneficiado con la cada vez más visible mano del Estado nacional para poder cerrar el cronograma de pagos de los salarios estatales de abril. Pero el futuro sigue pintando sombrío. A nivel local, la recaudación de impuestos ha mostrado el efecto de la inactividad, con una caída real proyectada del 25%. Aunque es profunda, en el Ministerio de Economía esperaban un resultado peor.

La coparticipación federal de impuestos nacionales también ha mostrado la fuerte caída de la economía. Sólo el mes pasado, la AFIP ha dejado de recaudar unos $ 120.000 (particularmente por Ganancias y por IVA), debido a la caída del consumo, de acuerdo con un cálculo del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). La cifra no es menor: representa el mismo monto que el presidente Alberto Fernández se ha comprometido a girar a las 23 provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como compensación por los efectos de la pandemia de la covid-19. De esa ayuda federal, sólo ha sido transferida la mitad, mientras que el resto dependerá de un crédito que otorgará el Fondo Fiduciario Federal, según las necesidades de cada distrito.

El Estado necesita recaudar; los comerciantes necesitan ingresos; la sociedad reclama salir del aislamiento. Una encuesta realizada por Sociología y Mercado muestra cuáles son, a criterio de los tucumanos sondeados, los sectores que deberían tener más libertad para retornar a la normalidad. Entre las actividades a liberar que se solicitan, el comercio es el principal rubro mencionado (26%), incluyéndose particularmente librerías, jugueterías, electrodomésticos e indumentaria. La atención médica y los servicios de salud siguen el orden (15%). La construcción y la industria continúan la larga lista de rubros a flexibilizar en esta cuarentena, indica el diagnóstico privado.

Para que eso sea posible, el Comité de Operaciones de Emergencias ha barajado algunas variables. Por ejemplo, que el horario de atención sea vespertino (después de las 15), con el fin de no colisionar con otras operaciones, como por ejemplo, las bancarias o de otras gestiones ante organismos oficiales, que se realizan durante la mañana. También se analiza la situación del transporte público de pasajeros. Otra idea es que se permita concurrir a los negocios en días determinados, mientras dure la cuarentena, según sea par o impar el número de terminación del DNI. Todo esto, a su vez, está supeditado a los protocolos que cada actividad debe elevar al comité para su estudio.

La flexibilidad conllevará más restricciones. Fundamentalmente para el caso de aquellas personas que quiera retornar a Tucumán. La Provincia quiere aislar, aún más esas situaciones, para que se cumpla efectivamente la cuarentena y se evite la propagación de casos de covid-19. En ese aspecto, la propuesta oficial parte de la base de una cuarentena obligatoria de aquellos que vuelvan desde el exterior, ya sea en un hospital público (a título gratuito) o bien alojado en la habitación de un hotel (se menciona la posibilidad de que tenga un costo diario de $ 1.000), al menos durante siete días y con hisopado incluido para saber si es un caso positivo o no. Para el caso de los que vengan de provincias con circulación viral, el sistema de salud se encargará de aislarlos durante los siete días y con seguimiento epidemiológico, mientras aquellos que vengan de provincias sin circulación viral podrán hacerlo desde sus domicilios.

La cuarentena continuará en la Argentina. El Presidente convocará a los gobernadores para definir hasta cuándo. Se viene un período difícil en materia sanitaria. La flexibilidad durará en la medida que no se dispare la curva de contagios. Ese será el llamado de atención para permitir que más ciudadanos vuelvan a la calle o hacer que retornen a sus hogares.

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