Por Lucía Lozano
28 Abril 2020
LA RIOJA AL 3.600. En esta zona de la ciudad se ven muchos basurales, que constituyen un peligro.
¿En qué día estás? Esta se ha convertido en la pregunta más frecuente entre los vecinos. Cuando la respuesta es “Día uno o dos”, lo que sigue es un rostro de compasión por lo que se viene: jornadas de un dolor insoportable en el cuerpo. “Día cinco o seis” son sinónimos de gravedad, de que todo se puede complicar en cuestión de minutos. “Día siete o más” ya despierta caras de alivio.
El dengue ha transformado la rutina de los habitantes del sudoeste de la capital. Todos hablan de lo mismo. Todos conocen a alguien que lo sufrió o lo han vivido en carne propia. Hay más de una decena de barrios (en la zona comprendida entre avenida Colón, Canal Sur, 9 de Julio y avenida Independencia) afectados por la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti. Este sector ha sido identificado por el Siprosa como el foco con más casos en la provincia.
El número de pacientes con síntomas no para de incrementarse y los esfuerzos de los agentes sanitarios que recorren el lugar parecen insuficientes. Según los vecinos, las estadísticas oficiales están muy alejadas de la realidad. A la mayoría de los que acuden a la consulta no le hacen análisis; otros tienen los síntomas pero deciden cursar la enfermedad sin acudir a los centros asistenciales.
Desde hace casi dos meses, los vecinos padecen en silencio una patología que casi siempre los deja tirados en la cama no menos de una semana. Dicen que, por lo menos, hubo tres muertes por dengue. Aunque oficialmente el Sistema de Salud reconoció sólo un fallecimiento en esa zona, asociado a la epidemia.
Caso mortal
“Toda nuestra rutina se alteró por esta enfermedad”, cuenta Ale Rous. Por miedo a los mosquitos ya ni siquiera abre las ventanas de su casa del barrio Crucero Belgrano. A pocos metros de su vivienda, cuenta, ocurrió el primer caso mortal de dengue. “Fue a principios de mes. Estábamos en plena cuarentena y la mujer se agravó; creo que no se le prestó la atención que su cuadro requería y falleció”, señala, todavía desconcertada con lo que le pasó a su vecina, que se llamaba Mauricia.
Según describe, en su cuadra hay otras dos mujeres que debieron ser internadas, porque el dengue las afectó gravemente. “Esta zona está muy descuidada: hay malezas y agua que se acumula en recipientes por las constantes pérdidas que no arregla la SAT. En la puerta de mi casa hace 10 años tenemos el mismo problema”, reclama la mujer, que reside en 9 de Julio al 3.700.
Cynthia Artaza también conocía a Mauricia y quedó impactada por su muerte. “Vivo en Jujuy al 3.600. Sólo en mi cuadra hay más de nueve personas que padecieron la enfermedad. Por aquí pasa un canal, que está lleno de basura; es un peligro. Tenemos mucho miedo por los niños”, resalta la vecina.
Por el fondo de su vivienda cruza un caño de agua que se rompió hace varios meses y que inunda todo a su paso. Esa situación la tiene más que preocupada. “Hemos pedido mil veces a la SAT que lo arregle y seguimos igual. La Municipalidad hizo fumigaciones en la zona, pero no adentro de las casas. Hoy hay más mosquitos que hace un mes”, protesta.
Débora Díaz ya acudió tantas veces a los hospitales y centros asistenciales que perdió la cuenta. La primera vez fue el 13 del mes pasado, cuando el virus del dengue empezaba a instalarse con fuerza en el barrio 11 de Marzo. En esa oportunidad tuvo a su hijo internado en estado de gravedad en el Hospital de Niños.
JUJUY AL 3.500. Esta es una de las zonas con más casos de dengue.
“Salí de ese infierno y ahora entro a otro. Hoy tengo a toda mi familia con esta enfermedad. Uno toma los recaudos necesarios. Pero este problema es mucho mayor de lo que pensamos. El barrio está tapado de basura y de líquidos cloacales. ¿Quién se hace cargo?”, plantea enojada.
La vecina remarca que viven en total situación de abandono y vulnerabilidad. “La falta de infraestructura en la mayoría de las calles nos expone aún más a esta epidemia. Esto no da para más”, se queja la mujer, que vive en Granaderos de San Martín al 1.500.
Operativos
Los problemas de saneamiento en este barrio aparecen entre las principales causas de la explosión de casos, señalan las autoridades del Siprosa. En las últimas dos semanas se realizaron megaoperativos lo que actualmente se considera la zona más roja de la epidemia de dengue. Hicieron tareas de descacharreo, fumigación, limpieza y desmalezamiento.
La doctora Andrea Lascano, a cargo del Control y Vigilancia de Arbovirus, destacó: “el objetivo es instar a los vecinos a que eliminen recipientes que puedan acumular agua, comprometerlos con esta tarea para poder bajar la densidad de mosquitos volando y que haya menos infectados. Son zonas de difícil trabajo, ya que cumplen con muchas condiciones socio ambientales propensas para que el Aedes perdure”.
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