Por Luis Duarte
18 Diciembre 2019
EN 2016. Las víctimas quedaron tendidas, tras ser arrolladas. la gaceta / archivo
En plena audiencia, Jorge Alberto Sánchez reconoció ser responsable de las tres muertes ocurridas en la ruta 302, a la salida del baile de carnaval de Ranchillos, en 2016. La confesión del imputado, que comprendió la calificación penal de homicidio con dolo eventual, terminó de acreditar un acuerdo entre el Ministerio Público Fiscal (MPF) y la defensa técnica, dentro del proceso abreviado de solución conflictos penales. Este arreglo estableció una condena de nueve años de prisión para el conductor del vehículo que había protagonizado la tragedia en la noche del 15 de febrero.
OCULTO. Con ayuda, Sánchez desarmó y tapó su auto días después.
El convenio entre la Fiscalía y el representante del enjuiciado se confirmó el lunes pasado. Ahora, se espera que la Sala V homologue el acuerdo alcanzado en la cita oficial, en la que también participaron familiares de los fallecidos y las víctimas que habían sufrido lesiones al ser atropelladas. Si se ratifica la pena consensuada, será el caso más notorio conseguido bajo dolo eventual -realizó una acción y no hizo nada para evitarlo, pese a que sabía que podía ocasionar la muerte de alguien- en un juicio abreviado, indicaron fuentes tribunalicias.
“Pido mil disculpas. No tengo más palabras para decirte (...) Yo sé que hice mal. Pido disculpas, aunque no me las acepten. Jamás haría algo así de manera consciente”, le dijo el imputado a una de las víctimas en medio de la sala.
EL ACUERDO. Sánchez (izquierda) y sus familiares, que serán absueltos.
El caso
“Teniendo en cuenta los antecedentes, que incluyen casos con penas menores, tanto en la provincia como en el resto del país, estamos de acuerdo con el monto de la pena acordada. En un juicio oral, se podría haber dado una sentencia mayor o menor por el delito. En la mayoría de los casos, la condena es menor y por homicidio culposo”, expresó José Del Río, abogado de la familia de Hugo Barrera, una de las tres víctimas fatales.
En el acuerdo se contempló también las absoluciones de cuatro hermanos de Sánchez, quienes habían sido acusados de encubrimiento del hecho en la investigación. El lunes también estuvieron en la audiencia.
De acuerdo a la imputación del fiscal de Instrucción, Diego López Ávila, Sánchez se movilizó pasadas la medianoche a alta velocidad por la ruta 302. Circulaba en un automóvil Renault 9 azul por el sector donde caminaban cientos de personas, tras el baile de carnaval.
El automovilista se desplazó hasta la banquina e impactó contra Sol Álvarez, Ramona Giménez y Barrera, entre otros peatones. Luego, se detuvo en la banquina de enfrente y fue socorrido por varias personas. En esos momentos, simuló estar inconsciente y, aprovechando la confusión, subió a su rodado y se dio a la fuga.
SALA. Familiares de Barrera y el abogado querellante, tras la audiencia.
Días después, el conductor, con ayuda de los hermanos -conforme a la acusación inicial-, desarmó el Renault 9 y ocultó las partes en un pozo preparado en el fondo de la vivienda del acusado, en La Tala, Cruz Alta.
Envuelta en dolor, Fátima Sotelo, de 52 años, madre de Barrera, expresó: “esperaba más años porque nos arruinó la vida”. “Sólo Dios puede perdonarlo; nosotros no. Al menos, como madre, no lo voy a perdonar. No creo en sus disculpas porque era consciente de lo que hacía esa noche”, añadió.
Tamara Ayala, quien resultó lesionada en el incidente de tránsito, se mostró decepcionada del proceso judicial. “Lo tomo como que no ha pasado nada. La condena es baja. Dios sabrá qué hará con él. Lo vi por primera vez hoy. También vi cómo chocó (a personas). Vi que no se paró a ayudar, que salió y volvió a chocar. Después, enterró el auto”, manifestó.
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