El momento político impacta sobre el maíz

El momento político impacta sobre el maíz

Los resultados electorales que arrojaron las PASO sacudieron los planes de la mayoría de los agricultores de la Argentina. Por ello, muchas de las decisiones de inversión, y por sobre todo, de planificación del año agrícola, por ejemplo de los granos gruesos, y en particular el sector maicero, entró en un impasse a la espera de la elección presidencial.

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Cuando los problemas originados por las crisis sociales y políticas aparecen en un país, muchas veces los productores dejan de lado lo importante para tratar de solucionar lo urgente y de corto plazo, lo que en definitiva termina perjudicando a todo el sistema productivo que lleva adelante en su campo.

La crisis actual y la incertidumbre reinante hoy, en todo el campo argentino, preocupan a todo el sector, ya que a raíz de esto hay decisiones que fueron paralizadas hasta saber qué pasará en las próximas elecciones a realizarse en octubre.

La toma de decisiones sobre qué sembrar es una realidad que se toma en estos meses de invierno, para saber qué cultivo encarar y cómo realizarlo, y estas decisiones requieren de inversiones más que importantes por hectárea a sembrar, y nos referimos en la producción de granos, precisamente al cultivo de maíz que requiere semillas híbridas y tecnología en el cultivo.

En este sentido, los artículos publicados en la edición de hoy sobre este cultivo, y los resultados logrados en la campaña pasada, dan muestras claras de utilizar a este cultivo como una fuente generadora de ingresos para el productor, pero principalmente como un pilar básico que genera sustentabilidad al sistema productivo del NOA.

El productor sabe que el suelo es el soporte de toda vida, tanto animal como vegetal, que se da en la tierra y debe ser cuidado para que las generaciones venideras puedan producir su alimento, para ahora y para generaciones venideras. En definitiva el suelo permite la vida en todo el sentido de la palabra.

Con el calentamiento global en la Tierra, que produce la elevación de las temperaturas debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, provoca mucha inestabilidad ambiental provocando diversos fenómenos climáticos, sobre todo sequías e inundaciones a veces extremas, que perjudican al suelo y a todo ser vivo.

Éstos son algunos de los efectos que ya se están haciendo sentir en la Argentina y en el mundo, y que podrían repetirse con intensidad creciente en los próximos años o décadas si no se logra, de alguna manera, morigerar los efectos perjudiciales de las acciones antrópicas que perjudican el ambiente y el suelo.

No caben dudas de que se debe seguir trabajando de manera incansable, y consiente, en evitar o disminuir acciones productivas, industriales y efectos provocados por el crecimiento poblacional que originen gases de efecto invernadero, y de esa manera no perjudicar más al planeta.

En nuestra región, las lluvias torrenciales que causaron diferentes daños a cultivos y poblaciones, sumado a la aparición posterior de sequías y altas temperaturas que afectan a distintos cultivos, con un ida y vuelta de estos fenómenos a medida que pasa el tiempo, nos deben servir para darnos cuenta de que el clima nos quiere decir algo.

Es importante comentar que, desde hace mucho tiempo, el sector agropecuario regional y nacional tienen desafíos diversos y numerosos relacionados con el compromiso de producir conservando el ambiente, aspectos que deben ser profundizados para mejorar la forma de producir, pero que aporten más a la conservación del ambiente.

Hace ya muchos años que apareció la Siembra Directa: se hace un menor uso y mejores agroquímicos, menor y mejor uso de agua y la utilización de mejores semillas genéticamente modificadas para su mejor adaptación en cada región. Pero esto no es suficientes, o lo que es peor aún, que cuando se hace un inadecuado manejo de estas herramientas terminan siendo muy perjudiciales.

Igualmente, y a pesar de la incertidumbre que hoy reina en el país y en la provincia, es importante que en el NOA se sostenga, fomente e impulse un mayor uso de las rotaciones con el cultivo de maíz para mejorar el sistema productivo, algo que se va logrando año tras año con una mayor siembra de maíz, con respeto a las campañas pasadas, aun cuando las condiciones de producción y comercialización de este cultivo resultan a veces un impedimento para los productores de la región, aun sin importar su escala productiva.

Hoy, la mayoría de los productores tomaron conciencia sobre la importancia real de las rotaciones con gramíneas y de los beneficios que trae al sistema productivo de granos del NOA, para evitar los efectos nocivos del monocultivo de soja, por lo que a la hora de decidir habría que poner en la balanza la incertidumbre o los beneficios futuros.

Bajo las actuales circunstancias en la que vivimos en el país, es casi imposible pensar en que se tomen decisiones políticas que fomenten su cultivo, por lo que el productor ¿qué es lo que hará?.

Sabemos que este cultivo es una pieza fundamental para el sistema productivo de granos de esta región, y que a raíz de sus condiciones agroclimáticas y geográficas debe ser considerada, además, como una economía regional, y que la producción de este cereal estival deba tener incentivos que impulsen al hombre de campo a producirlo.

Hoy, la última palabra la tendrán el productor y los resultados electorales que se darán a fines de octubre. Seguramente pesarán mucho, a pesar de que es más importante conservar el suelo y evitar problemas medioambientales.

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