Rivoira brilla en el cielo “decano”

Rivoira brilla en el cielo “decano”

El ex DT falleció ayer y llenó de tristeza a quienes lo conocieron. El entrenador fue quien llevó al club a su primer ascenso a Primera.

UN GRAN RECUERDO. El “Chulo” Rivoira, junto a sus dirigidos y auxiliares, festejando en el vestuario de Talleres en Córdoba el ascenso a Primera división de Atlético.  la gaceta / FOTO de FRANCO VERA (archivo) UN GRAN RECUERDO. El “Chulo” Rivoira, junto a sus dirigidos y auxiliares, festejando en el vestuario de Talleres en Córdoba el ascenso a Primera división de Atlético. la gaceta / FOTO de FRANCO VERA (archivo)
15 Agosto 2019

Un entrenamiento implica una preparación física, técnica y psicológica para el desarrollo máximo de las capacidades de un deportista. Pero ayer, en Atlético, fue difícil seguir esos preceptos. A primera hora del día, la infausta noticia del fallecimiento de Héctor “Chulo” Rivoira cambió el estado de ánimo. Para quienes conocieron en vida al entrenador que condujo al club a su primer ascenso a Primera división, todo fue tristeza. Al punto que, por caso, al actual DT, Ricardo Zielinski, se lo escuchó con la voz quebrada al hablar de quien su amigo.

“Fui su compañero jugando a la pelota. El ‘Chulo’ es un gran amigo. Estaba al tanto de su problema de salud. Pero su adiós fue un golpe grandísimo para todos los que lo queríamos. Fue un tipo excelente. Se siente un gran dolor”, dijo el “Ruso”.

En el universo “decano” hay una fecha, 7 de junio de 2009. Aquel día, un equipo formado con Ischuk, Bressan, Páez, Asconzábal, Demattei; Montiglio, Musto, Granero, Matías García; Pereyra y “Pulga” Rodríguez, llevó a la máxima categoría al club. Y lo hizo con el “Chulo” como DT.

“Fue un hermano para mí”. Sergio “Coco” Ramos, el ayudante de campo de cabecera de Rivoira fue uno de los más afectado por la noticia. “Estoy destrozado. Fue muy importante en mi vida, alguien extraordinario. Se lo va a extrañar mucho. Atlético fue su casa”.

“Hoy notamos algo importante: que la gente se siente identificada con este equipo, y esto no se regala. ¡El único ídolo que tiene este equipo es la camiseta de Atlético Tucumán!, ¿estamos?”, dijo el “Chulo” en 2014, cuando Atlético estaba en la Primera B Nacional. Su frase se convirtió casi en un dogma para los simpatizantes “decanos”; incluso, llegó a las banderas que adornan el Monumental.

“Nos queríamos mucho” fueron las palabras de ayer de Miguel Abbondándolo antes de subir a un avión que lo llevó a Buenos Aires, para participar del velatorio de Rivoira. El vicepresidente tercero del club se conoció con el DT en 1982, en Almirante Brown.

Néstor Usandivares, el utilero que acompañó la gestión del “Chulo” en el “Decano”, también despidió al amigo. “Le agradezco al fútbol por haberlo conocido. Recuerdo un lunes en el que él estaba mal porque habíamos pérdido con la CAI, en 2009. Le dije que no estuviera así, que viniese a un asado que habíamos organizado para levantar el ánimo. Estuvimos los auxiliares, el cuerpo médico y el cuerpo técnico, nadie más. Desde aquel encuentro, ya no perdimos más hasta salir campeones”.

Aunque hoy trabajando en el eterno rival de Atlético, Ricardo Somma, el preparador físico que acompañó a Rivoira en tiempos del ascenso, no olvida aquella relación con el DT y fue quien lo descubrió casi a la perfección. “Primero, era una buena persona, bonachona, apasionada del fútbol, amigo de los amigos. Siempre estaba con buen ánimo. Era un luchador, que en las malas siempre se acercaba y tenía una palabra de apoyo. Siempre para adelante, nunca se rendía. Por algo fue exitoso en su carrera como entrenador”.

Y así como Martín Martos (ex jugador “decano”) dijo del “Chulo” que nadie “puede discutir lo que hizo por Atlético, al punto de engrandecerla más” y Emanuel Depaoli (ayudante del “Ruso”) rescató lo “gran profesional” que era”, Javier “Satanás” Páez habló de “un amigo que se fue y tuve el orgullo de conocer”.

Fue en 2017 cuando Rivoira visitó por última vez Tucumán, como entrenador de Crucero del Norte. Por aquellos días, el “Decano” ya vivía un presente brillante. Aquella vez, el “Chulo” reflexionó: “Humildemente me siento parte de un proceso deportivo que se inició en la década pasada y hoy hace tan feliz a la familia de Atlético”. Con justa razón.

Algo personal

- Desde Ituzaingó al país

Héctor Oscar Rivoira nació en Ituzaingó (Buenos Aires) el 10 de abril de 1960. Hizo las inferiores en River. Comenzó a jugar en Almirante Brown en 1980. Se retiró en Ituzaingó, en 1992.

- Entrenador exitoso

En el club en que se retiró como jugador tuvo su primera experiencia como técnico, desde 1992. Pasó por Brown, Nueva Chicago, Quilmes, Liga de Quito, Instituto, Ferro, Chacarita, Atlético, Huracán, Rosario Central, Olimpo y Crucero del Norte.

- En Atlético

Fue el DT de los “Decanos” en dos períodos: 2008/2010 (en la B Nacional y en Primera) y en 2014. En este último caso, al momento de dejar el cargo, el equipo se encontraba en puestos de ascenso a la máxima categoría.

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